Enfrentados a la ira de los votantes, legisladores republicanos llaman a Musk a seguir las leyes
Los republicanos del Senado hicieron el miércoles un llamado al multimillonario Elon Musk, asesor del presidente Donald Trump, a coordinar mejor con ellos los recortes de gastos adelantados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
En las últimas semanas, DOGE ha emprendido unilateralmente una serie de agresivos recortes de gasto público, incluyendo el decenas de miles de empleados públicos, a pesar de que la Constitución le da al Congreso, y no al Ejecutivo, el “poder sobre el dinero público”.
Los recortes y despidos también han desatado la molestia de los votantes que se han manifestado en reuniones comunitarias con sus congresistas, en las que multitudes enojadas por los recortes implementados por DOGE hecho sentir su frustración e ira.
Lo que le dijeron los senadores republicanos a Musk
El llamado fue hecho durante un almuerzo a puertas cerradas organizado por el senador republicano por Florida Rick Scott, en nombre de sus colegas preocupados de como la falta de coordinación de la Casa Blanca con el Congreso puede afectar su mensaje y exponer los recortes al escrutinio de los tribunales.
De hecho, el almuerzo tuvo lugar al día siguiente de que la bajo la dirección de Musk y DOGE, una de las múltiples impugnaciones judiciales que enfrentan los recortes de DOGE.
Según varios reportes, le correspondió al senador republicano por Kentucky, Rand Paul, explicarle a Musk que la manera de proteger los recortes de impugnaciones legales es hacerlos a través de leyes en forma de paquetes de rescisiones, es decir, cambiando legalmente los financiamientos asignados por el Congreso.
Las rescisiones es un recurso legal para facilitar la cancelación de ciertos gastos asignados por el Congreso que el poder ejecutivo está legalmente obligado a gastar. El Congreso puede aprobar un paquete de rescisiones con solo una mayoría simple en el Senado, en lugar de la mayoría de 60 votos que generalmente se necesita para superar el filibusteo de la oposición, y con una mayoría simple en la Cámara de Representantes.
Actualmente, los republicanos cuentan con mayorías en ambas cámaras del Congreso.
Irónicamente, el estatuto que permite la aprobación expedita de las rescisiones es la misma ley conocida como el Impoundment Control Act de 1974 que los demócratas invocan para declarar la ilegalidad de los recortes de gastos ordenados por Trump y que la Casa Blanca alega que es inconstitucional.
Los legisladores republicanos habían mostrado renuencia en tomar esta vía, ya que dejaría constancia de su aprobación de los recortes, muchos de los cuales podrían ser impopulares entre sus electores.
Aún así, algunos senadores republicanos no ven otra salida. “Lo que tenemos que hacer como republicanos es capturar el producto de su trabajo, ponerlo en un proyecto de ley y votarlo”, dijo el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham. “Los insto a que presenten un paquete de rescisiones. Hay un elemento político en esto que estamos pasando por alto. Necesitamos capturarlo en el proceso legislativo para que sea real”.
Los electores expresan su frustración con DOGE
Pero con paquetes de rescisiones o sin ellos, la furia de los votantes por las acciones de DOGE ya se están haciendo sentir en reuniones comunitarias con los legisladores republicanos en todo el país.
Varios videos de esos encuentros, que han tenido lugar incluso en distritos mayoritariamente republicanos, se han vuelto virales por el gran nivel de enojo que han tenido que enfrentar los legisladores en reuniones que suelen ser cordiales y cuyo propósito, hasta ahora, había sido meramente informativo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acusó a las personas que han criticado a los legisladores en las reuniones comunitarias de ser "manifestantes profesionales" que ni siquiera viven en la comunidad y recomendó a sus colegas celebrar las asambleas por teléfono.
La semana pasada, el representante republicano por Georgia Rich McCormick fue abucheado por cientos de asistentes a una asamblea comunitaria en la que los votantes le exigieron que se opusiera a los recortes de DOGE, según un reporte del Atlanta Journal Constitution.
Según el medio, un asistente preguntó por qué la Casa Blanca está adoptando un "enfoque radical, extremista y descuidado" para recortar la fuerza laboral federal dando como ejemplo el despido de alrededor de 1,000 trabajadores de la sede de Atlanta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
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