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    'Nunca Moore': los republicanos de Alabama que se rebelan contra su partido para hacer lo impensable y votar demócrata

    Varios republicanos han exhortado a sus familiares y amigos a cruzar líneas partidarias para impedir la llegada de Moore al Senado. Eso es poco común en Alabama. El estado no ha elegido a un demócrata al Senado de los Estados Unidos desde 1992.
    10 Dic 2017 – 04:20 PM EST
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    BIRMINGHAM, Alabama—Steve Crainich siempre ha sido republicano. Está en contra del aborto, es fiscalmente conservador y busca menos regulación gubernamental. Ha votado por el Partido Republicano en todas las elecciones presidenciales desde 1984, incluyendo la de Donald Trump el año pasado.

    Pero el 26 de septiembre, el farmaceuta de 54 años de Alabaster, nombrada la ciudad más conservadora del país en 2014, se topó contra una pared.

    Ese día, el ex juez de la Corte Suprema de Alabama, Roy Moore, derrotó al actual senador interino Luther Strange en la primaria republicana para escoger al candidato a ocupar el puesto en el Senado por el estado sureño que dejó vacante el ahora fiscal general Jeff Sessions.

    Moore—quien previamente había sido removido dos veces de la Corte Suprema de Alabama—se convirtió oficialmente en el nominado del partido contra el demócrata Doug Jones.

    Aquel mismo día, Crainich se sentó frente a su computadora y creó una página de Facebook. La llamó simplemente “Republicanos a favor de Doug Jones”.

    “Logremos la derrota de Roy Moore”, escribió. “Comparte y únete contra el odio”.

    “No podía sentarme sin hacer nada, sólo a esperar a ver como Moore era elegido”, dijo Crainich a Univision Noticias. “Roy Moore ama a Roy Moore pero no mucho más. Sería una vergüenza para Alabama. Tenía que hacer algo”.

    Crainich no está sólo. Varios republicanos han exhortado a sus familiares y amigos a cruzar líneas partidarias para impedir la llegada de Moore al Senado. Eso es poco común en Alabama, un estado profundamente republicano donde los candidatos republicanos para presidente, senador y gobernador comúnmente ganan con un amplio margen. Alabama no ha elegido a un demócrata al Senado de los Estados Unidos desde 1992. El hecho de que la contienda esté tan cerrada muestra cuán poco popular Moore realmente es. Las encuestas colocan a Moore con una ventaja de apenas 4 puntos sobre Jones.

    Ahora, la página de Crainich registra miles de visitas por día. Al hacer un recorrido por zonas residenciales puede verse frente a muchas casas carteles de “Republicanos a favor de Jones” (GOP for Jones) y “No a Moore” (No Moore). La campaña de Jones, incluso, publicó un video que muestra a simpatizantes republicanos expresando su apoyo al demócrata.

    Pero mientras Moore puede estar ahuyentando a algunos republicanos, muchos dudan que eso sea suficiente para otorgarle a Jones una victoria absoluta.

    En Alabama, las encuestas muestran que la mayoría de los republicanos votarán por Moore mientras se tapan la nariz. Muchos prefieren votar escribiendo el nombre de un candidato que no figure en las boletas o hacer un boicot y quedarse en casa antes que votar por un demócrata.

    En la tradición política local de Alabama, tu partido político significa demasiado, tanto como tu equipo de fútbol americano, explica Natalie M. Davis, una profesora universitaria de Política Estadounidense del Brimingham-Southern College.

    “Todo es suma cero en Alabama: si yo gano, tú debes perder”, dice. “Los demócratas y los republicanos simplemente no juntan sus pensamientos políticos. Y eso existe, aunque pensemos que es gracioso o un chiste, es parte de la cultura de este estado”.

    Para muchos republicanos, Moore se hizo exponencialmente más tóxico a principios de noviembre, después de que The Washington Post publicara una investigación explosiva resumiendo acusaciones de varias mujeres en contra del candidato por supuesto acoso y abuso sexual perpetrado hace décadas. Cuatro de ellas aún eran adolescentes en ese momento.

    “Realmente fue una epifanía”, dice Kim Dowdle, madre de dos hijos, republicana de toda la vida y mormona devota de 43 años que vive en Hoover, al sur de Birmingham.

    Después de votar por Strange en la primaria, Dowdle respaldó a Moore e incluso empezó a sentir simpatía por su personalidad renegada. Ella apreció sus esfuerzos previos por exhibir públicamente los Diez Mandamientos en varios juzgados de Alabama.

    “Yo fui criada en el sur y las raíces cristianas aquí son fuertes. A mí me gustaba su mentalidad de ‘ir contracorriente’. Me gustaba. De verdad me gustaba”.

    Pero el 9 de noviembre, Dowdle leyó las noticias horrorizada. Inmediatamente le creyó a las denunciantes de Moore, contó a Univision Noticias.

    Dowdle dice que fue violada, brutalmente, cuando tenía 16 años, por su entonces novio. Pasó tres meses en el hospital recuperándose. Ella sabe lo difícil que es hacer público un abuso sexual en el sur.

    “Pensé ‘¡Dios mío! ¿Qué voy a hacer?’ Nunca he votado por otro partido, y nunca he no votado. [Votar] es mi derecho favorito”.

    Dowdle rezó. Habló con amigos. Y observó como varios republicanos prominentes pedían la dimisión de Moore. Días después, Dowdle tomó una decisión: no votaría por el candidato de su partido.

    Pero decidió, inclusive, llevarlo un paso más allá.

    “Cuando sé que algo no está bien, lo abandono por completo y hago lo que sé que es correcto”, dice Dowdle. “Me apasiono por las cosas; entonces, cuando decidí que iba a votar por Jones me comprometí de lleno. Decidí que empezaría a hacerle campaña”.

    Al igual que otros republicanos que se han declarado a favor de Jones, Dowdle dice haber sido llamada “traidora” e “hipócrita”. También le han dicho que apoya a un “asesino de bebés”.

    Según la mayoría de las medidas, Jones es de hecho un candidato moderado. Los republicanos de Alabama dicen estar preocupados por una serie de temas como las nominaciones para la Corte Suprema, los derechos otorgados por la Segunda Enmienda y el hecho de que un demócrata podría obstaculizar la agenda republicana. Pero el obstáculo que los votantes más comúnmente mencionan es el aborto.

    Para muchos de los votantes de Alabama, apoyar el derecho al aborto es peor que algunos de los delitos sexuales de los que Moore ha sido acusado.

    “Definitivamente es la razón número uno por la que la gente me dice que no puede votar por Jones”, explica Dowdle. “Es ahí donde la gente marca su límite. Y la conversación normalmente termina ahí”.

    Durante una aparición en septiembre en la cadena de noticias MSNBC, Jones explicó que no está “a favor de nada que vaya a infringir los derechos de las mujeres y su libertad a elegir”.

    Eso fue difícil de escuchar para muchos conservadores—e incluso para algunos moderados—de Alabama. El 58% de los adultos en el estado consideran que el aborto debería ser ilegal en la mayoría o en todos los casos, de acuerdo al Pew Research Center. Ese es el tercer porcentaje más alto en todo el país, tras Arkansas y Mississippi (y el mismo que West Virginia).

    En respuesta, Moore y los conservadores de Alabama han usado las palabras de Jones para caracterizarlo como “pro-aborto” y un peón de la organización de planificación familiar Planned Parenthood. Moore se ha referido a Jones en Twitter como #AbortionJones (#AbortoJones). Y ha sostenido la afirmación falsa de que Jones apoya “el aborto hasta el término de la gestación”.

    “El aborto es un botón que los republicanos presionan en todas las elecciones de Alabama, al igual que a nivel nacional, lo cual resuena con sus bases”, dice Davis. “Eso les otorga el 40% del voto incluso antes de empezar”.

    Pero al menos algunos conservadores están respondiendo a ese punto central.

    En octubre, el estratega de marketing y bloguero Matthew Tyson publicó un artículo de opinión en AL.com compartido ampliamente, titulado “Soy pro-vida pero votaré por Doug Jones de todas maneras”.

    Otros le siguieron. La semana pasada la columnista cristiana conservadora Dana Hall McCain exhortó a los simpatizantes pro-vida a no votar por Moore (aunque no los animó a votar por Jones, tampoco). Y el columnista republicano Cameron Smith preguntó este fin de semana: “Las opiniones de Doug Jones sobre el aborto pueden ser descalificadoras para los conservadores pero, ¿por qué la abyecta falta de respeto de Roy Moore al estado de derecho no es igualmente condenada?”

    Tyson, de 28 años, opina que la gente en los movimientos cristianos y pro-vida finalmente están teniendo las conversaciones que por años él ha esperado que tengan.

    “Si hablamos en serio sobre reducir el aborto entonces tenemos que dar un paso atrás y mirar la realidad”, explica Tyson. “El movimiento pro-vida ha intentado prohibir el aborto durante 40 años y no lo han hecho. Tal vez debemos ver esto de otra forma. Este es un buen momento para que nosotros hablemos al respecto”.

    Otros conservadores dicen que el desprecio del partido republicano por el aborto se siente más como promesas vacías en este momento.

    "Decir que estás en contra del aborto es como levantar una bandera en este estado que eres una persona moral", dice Tracy James, de 44 años, una consultora de vestuario en Birmingham. "Pero no hay mucho detrás de eso. ¿Qué haces para los bebés que nacen? ¿Qué ha hecho Roy Moore para abolir el aborto en este estado? Nada."

    James proviene de un largo linaje de republicanos. Su primo era gobernador republicano de Alabama. Incluso trabajó para el entonces senador Jeff Sessions hace dos décadas en Washington.

    Amy Thompson, de 49 años, dice estar harta de que su partido use la palabra “conservador” para describir su posición ante una serie de problemas sociales.

    Thompson, una ex periodista que vive en una zona rural del condado de Baldwin, en el sur de Alabama, dice que la elección de Moore ha confirmado que ella ya no se siente representada por el partido al que siempre perteneció. Ella dice ahora considerarse a sí misma independiente. Ella votará por Jones.

    “El tono del partido se volvió tan ajeno a mí cuando Obama fue elegido”, explica. “El movimiento conservador ha sido secuestrado por el movimiento cristiano evangélico”.

    Crainich dice sentirse igual.

    “No siento realmente estar abandonando al Partido Republicano, si no que el Partido Republicano me abandona a mí”, quien dice que en los últimos días previos a la elección del martes, pasa cuatro o cinco horas por día en su página de Facebook, moderando los comentarios.

    Sus publicaciones incluyen noticias y artículos de opinión en apoyo a Jones y atacando a Moore, así como videos y fotografías. Aunque a alrededor de 2,000 personas “les gusta” la página, él dice que muchas más están interactuando. En una mañana reciente asegura que se despertó con 800 notificaciones.

    Puede que no sea suficiente para hundir a Moore, pero Crainich dice que acudirá a las urnas con la conciencia tranquila.

    Después del martes, resolverá dónde encaja en el espectro político de Alabama.

    “He intentado asistir a algunos eventos de Jones en la ciudad, pero siempre acabo sintiéndome como un extraño”, explica. “No soy realmente demócrata o republicano. Supongo que no me siento bienvenido en ningún lugar”.

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