'Obstrucción de la justicia': las cuatro palabras que Comey evita decir y que son la clave de su testimonio
Ya se sabe que el exdirector del FBI James Comey relatará este jueves en el Senado cómo el presidente Donald Trump le presionó en repetidas ocasiones para influir en la investigación sobre Rusia que él dirigía, gracias a la publicación por adelantado de su declaración inicial.
En ese documento, Comey se limita a enumerar una sucesión cronológica de hechos y no entra en valoraciones, opiniones o incriminaciones a Trump. En particular, en ningún momento habla de obstrucción a la investigación. Sin embargo, para muchos analistas lo que cuenta en su testimonio resulta muy delicado porque apunta justamente en esa dirección.
Habrá que ver qué ocurre en la comparecencia del exdirector del FBI este jueves ante el Comité de Inteligencia del Senado a las 10:00 am y cómo contesta a las preguntas que se le harán, pero esas cuatro palabras no pronunciadas –obstrucción a la justicia– son la clave para determinar si el presidente Trump cometió un crimen.
Los artículos clave
La ley dice que comete obstrucción de la justicia cualquiera que "corruptamente" influya o trate de influir en la debida istración de la justicia. El crimen está contenido en una serie de artículos con una definición amplia en la que pueden caber una variedad de conductas (Las secciones 1503, 1505 y 1512 del Título 18 del Código de Estados Unidos).
El artículo 1505 dice que el delito es cometido por cualquier persona que "corruptamente, o por amenazas o fuerza, o por cualquier carta amenazante o influencias de comunicación, obstruya, o impida o se esfuerce en influir, obstruir o impedir la debida y correcta istración de la ley en virtud del cual se está llevando a cabo cualquier procedimiento pendiente ante cualquier departamento u organismo de los Estados Unidos, o el debido y apropiado ejercicio de la facultad de investigación bajo la cual cualquier investigación o investigación por parte de cualquiera de las Cámaras o cualquier comité de cualquiera de las Cámaras o cualquier Comité mixto del Congreso ".
Tres pruebas
A pesar del amplio lenguaje de la ley, en la práctica es muchas veces difícil que un acusador demuestre que existe obstrucción de la justicia y normalmente los jueves requieren una abundante carga de la prueba. El Manual de Abogados de los Estados Unidos explica el requisito de la prueba de tres elementos:
1. Que había un procedimiento pendiente ante un departamento o agencia de los Estados Unidos. (Sobre lo que no existe duda alguna).
2. Que el acusado sabía o tenía una creencia razonablemente fundada de que el procedimiento estaba pendiente. (Sobre esto tampoco hay duda).
3. Que el acusado se esforzó corruptamente para influenciar, obstruir o impedir la debida y correcta istración de la ley bajo la cual el procedimiento estaba pendiente. (Este es el elemento que hace falta probar).
Según este último requisito, hace falta probar que el acusado no solo "influyó, obstruyó o impidió", sino también que lo hizo "corruptamente". Según el artículo 1515 (b), un estado de la mente corrupto requiere intención: "actuar con un propósito impropio".
En un tribunal un caso de obstrucción de la justicia suele acabar decidiéndose en torno a si queda probado este último elemento, la intención o "corrupción mental" del acusado.
La intención de Trump
Por tanto, es necesario que se demuestre que Trump tenía de verdad una intención de obstruir la justicia.
Aquí, la defensa de Trump podría alegar que cuando el 14 de febrero le pidió a Comey que "dejara ir" a Michael Flynn, su exdirector de Seguridad Nacional, en realidad solo estaba haciendo una petición de clemencia.
O también podría alegar que cuando Trump despide el 9 de mayo a Comey lo hace con fines perfectamente legales, como las preocupaciones por la percepción pública del FBI y del director.
El problema para Trump reside en que la cuestión no se limita a un análisis de estos hechos aislados sino a un patrón de comportamiento, según expertos consultados por Univision Noticias. Por este motivo son tan importantes los detalles que Comey relatará este jueves en el Senado (y lo hará bajo juramento) sobre los numerosos intentos del presidente para influir en la investigación del FBI.
En su testimonio inicial conocido este miércoles Comey ha confirmado reportes de prensa que se basaban en fuentes cercanas a él. Comey asegura que Trump le pidió lealtad en una cena en la Casa Blanca el 27 de enero y que el 14 de febrero le pidió que abandonara la investigación a Michael Flynn, el exdirector de Seguridad Nacional que había sido despedido por mentir sobre sus os con Rusia. Ambos hechos han sido negados por Trump.
Comey también revela intentos de influirle no conocidos anteriormente como cuando en la cena del 27 de enero el presidente le pidió que investigara el dossier de contenido lascivo del exespía británico "para demostrar que no pasó". O cuando le llamó por teléfono para pedirle el 30 de marzo que "encuentre una manera de decir públicamente que no lo estaban investigando" y de nuevo el 11 de abril para "decir públicamente que no está personalmente bajo investigación".
A estos hechos un acusador que quisiera armar un caso contra Trump podría añadir sus cuestionamientos públicos de la investigación, su isión de que despidió a Comey por su frustración con el manejo de la investigación por el FBI y su condición de superior de Comey (Trump no es cualquier persona, sino el presidente de EEUU).
¿Impeachment?
Las preguntas lógicas que sigue a la cuestión de si Trump obstruyó la justicia es: ¿Es eso suficiente para destituir a Trump por medio de un impeachment (juicio político)?
Aquí la clave es entender que un impeachment es por naturaleza un procedimiento político y no criminal. Por tanto, lo que diga la ley no es tan relevante como la voluntad de los congresistas de tumbar al presidente.
Por supuesto si se demuestra que el presidente comete un crimen como la obstrucción de la justicia la presión para iniciar el proceso será mucho mayor. Es relevante considerar que los dos presidentes que fueron sujetos a procedimientos de impeachment en el último siglo - Bill Clinton en 1998 y Richard Nixon en 1974- fueron acusados de obstruir la justicia.
Como las dos cámaras del Congreso están controladas por los republicanos se hace muy difícil pensar en que un procedimiento pueda prosperar. Para comenzarlo hace falta mayoría simple en la Cámara Baja y para destituir al presidente hacen falta dos tercios de votos en el Senado. Ahora bien, si existen pruebas concluyentes la presión podría ser tal que los congresistas se vieran forzados a pasar a la acción. Y si en 2018 los demócratas toman el control del Congreso en las elecciones de medio término las posibilidades de un procedimiento de impeachment contra Trump serían aún más factibles.
¿Podría por otro lado presentarse una denuncia contra Trump?
En ese caso la letra de la ley y el análisis de los hechos serían los únicos elementos relevantes. Ahora bien, el fiscal especial Robert Mueller, que supervisa la investigación del FBI sobre Rusia, sería el fiscal con potestad para plantear esa demanda y Mueller no es totalmente independiente. Fue nombrado por Trump y puede ser despedido por él.