Petróleo, fuentes renovables y otras contradicciones de tener a Rick Perry frente al Departamento de Energía

Son esas vueltas que da la vida. Donald Trump confirmó este miércoles que Rick Perry liderará uno de los tres departamentos que en su penúltima campaña presidencial el exgobernador de Texas juró que eliminaría. Más allá de la política el nominado republicano trae a la mesa un récord mixto para el cargo, donde la energía eólica jugó un rol preponderante.
El departamento de Energía -una piedra en el zapato de Perry en su penúltima candidatura presidencial- es el responsable de la política energética de Estados Unidos y de supervisar el arsenal de armas nucleares del país.
Perry prometió eliminarlo en un debate presidencial en 2011. ¿Las razones? porque es parte de un gobierno demasiado grande, poco eficiente y sus responsabilidades pueden ser atribuidas a otras áreas del poder ejecutivo ya existentes.
El gobernador de Texas no fue el primero en ofrecer esa propuesta. La mayoría de los candidatos presidenciales republicanos han coincido en esta opinión, sobre todo en pos de un gobierno más pequeño. En 2011 Perry promovió con fuerza una política energética basada en la independencia.
Al comentar sobre la experiencia de Perry, el vocero del presidente electo Jason Miller destacó su éxito liderando Texas en materia económica, pero insistió en que las personas elegidas para el gabinete "concretarán la agenda del presidente" y no la propia, en el siguiente gobierno.
Durante la istración de Barack Obama el departamento de Energía ha invertido miles de millones de dólares en investigación para energía limpia, especialmente renovable, así como el uso de petróleo, gas y carbón de manera más eficiente y limpia.
Esa agenda no está lejos del legado de Perry en Texas. Uno de los elementos más destacados de su liderazgo en el sector, durante los 15 años que fue gobernador, fue el potenciamiento de la energía eólica.
En el 2000 los parques eólicos producían sólo 116 megavatios (MW) en la capacidad de la red eléctrica en el estado.
En 2005 Perry empujó legislación que impulsó a Texas a incrementar su capacidad de energía renovable en 5,880 (MW) para 2015. Actualmente han superado los 16,000 MW. Esto representa un 10% de la energía eléctrica generada por el estado, pero equivale aproximadamente al 15% de la electricidad total de Estados Unidos, generadas por todos los recursos renovables no hidráulicos.
“Perry es una buena elección para el departamento de Energía, fue el líder de la revolución en energía eólica en el estado. De hecho su principal legado a nivel local es ese”, aseguró Brandon Rottinghaus, profesor del departamento de ciencia política en la Universidad de Houston.
El excandidato presidencial también apoyó un proyecto de transmisión eléctrica (Zona de Energía Competitiva y Renovable, CREZ) de $7,000 millones de dólares, para conectar el oeste de Texas a ciudades en crecimiento que necesitaban más energía.
Gas y petróleo
A pesar de su énfasis en viento, Perry no es un desconocido en la industria de gas y petróleo en Texas. Muy por el contrario, en sus fallidas campañas presidenciales, líderes en la industria han sido los principales donantes de los comités de acción política ligados a su nombre.
Perry impulsó la perforación de gas natural, elevando su producción en más del 28% en la primera década de su mandato. El ex gobernador promovió la técnica de perforación subterránea llamada 'fracking', ganándose el repudio de grupos medioambientales.
La técnica del 'fracking' consiste en inyectar fluidos en la tierra a presión muy alta para fracturar la roca y liberar el gas o petróleo.
La producción de petróleo y gas floreció con Perry, con un aumento de 260% y 50% respectivamente.
Grupos ambientalistas se han opuesto con fuerza a su expansión por la falta de conocimiento sobre la potencial contaminación en reservas de agua, además de sus efectos en la actividad sísmica.
“Esto generó amplia polémica en el estado, pero por otro lado, Texas es líder nacional en esta área y el gobernador potenció la industria, lo que repercutió en la economía local”, explicó Rottinghaus.
Según un reporte de la istración de Información sobre Energía (EIA) publicado esta semana, Texas y Dakota del Norte “acumulan un 90% del incremento neto en reservas de petróleo en 2013”. Los descubrimientos de reservas en Texas llegaron a 2,000 millones de barriles en el mismo periodo.
Perry forma parte del consejo de istración de Energy Transfer Partners. La compañía tiene una subsidiaria conocida como Dakota Access LLC, que está tratando de construir el polémico oleoducto Dakota Access. SU director ejecutivo, el millonario Kelcy Warren, ha apoyado ampliamente a Perry en sus campañas.
El estado es responsable de un 29% de la producción de gas natural del mercado estadounidense en 2013, lo que lo convierte en el líder en esta área a nivel nacional.
En 2011 Perry aseguró que la istración Obama estaba tratando de “asustar a la gente con el 'fracking'” y enfatizó que no sabía de casos que hubieran afectado el agua subterránea, producto de esta técnica.
En cuanto al carbón, Perry promovió la creación de nuevas plantas de carbón en Texas, mientras otros estados las prohibían por sus efectos medioambientales.
Incluso en 2005 aceleró los permisos para la construcción de 11 plantas de carbón, inquietando a grupos activistas.
El gobernador también abogó por las plantas de carbón limpio, centrales eléctricas que capturan, almacenan y luego venden esas emisiones a las compañías de campos petroleros que quieren reforzar la productividad.
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