“Por la corrupción, por los que murieron en el huracán”: Puerto Rico grita su hastío al gobierno de Rosselló
SAN JUAN, Puerto Rico.- Miles de puertorriqueños han salido a protestar en las calles durante la pasada semana, llevando una rabia macerada por años. La revelación de un chat en el que el gobernador Ricardo Rosselló y su equipo cercano se mofan e insultan tanto a opositores como aliados del oficialismo detonó masivas protestas que no dan señales de cesar hasta que el mandatario abandone el cargo.
Pero ese chat es apenas la punta del iceberg de la ira alimentada durante años por acusaciones de corrupción en diferentes gobiernos, un manejo económico que quebró a la isla y por la respuesta de la actual istración ante las miles de muertes ocasionadas por el huracán María en 2017.
Las manifestaciones, que comenzaron hace una semana cuando fueron reveladas casi 900 páginas de conversaciones entre Rosselló y su círculo íntimo que incluyen comentarios sexistas y homofóbicos, están siendo la válvula de escape con la que jóvenes y ancianos, sin importar colores políticos, gritan que Puerto Rico se cansó.
Han sido días de indignación generalizada que, hasta el momento, han tenido como su punto más alto la protesta que este miércoles congregó a por lo menos 100,000 personas (algunas estimaciones se empinan sobre los 400,000) en el Viejo San Juan bajo un sol abrasador.
Las palabras de Némesis, quien pidió no dar su apellido, resumen ese hartazgo: “Vine por mi familia, por los que no están aquí, por los que se fueron del país”, dijo a Univision Noticias parada frente al Capitolio. “Es indignante la corrupción que existe en este país. Estoy aquí por los que murieron en el huracán María, por la educación, por mi país”, pronunció con firmeza.
Se reabre la herida de la corrupción
El chat en Telegram fue publicado apenas días después del arresto de dos exfuncionarias del gobernador –la exsecretaria de Educación, Julia Keleher, y la exdirectora de la istración de Seguros de Salud que maneja los fondos federales de Medicaid, Ángela Ávila– por presuntamente haber conspirado para defraudar al gobierno de Estados Unidos.
Las detenciones causaron indignación, pues se produjeron mientras el gobierno lleva adelante un polémico plan delineado por Keleher para cerrar decenas de escuelas, mientras los bajos sueldos han ocasionado que maestros abandonen la isla.
“No me ha quedado más alternativa que dejar a mis padres de 85 años en Puerto Rico e irme para tener una mejor vida (…) Estoy de vacaciones y decidí venir (a la manifestación) porque un sueldo de 1,700 dólares con una maestría es un sueldo de miseria para la clase magisterial”, explicó a Univision Noticias Amarilis Fonseca, que protestaba junto a su madre.
Los arrestos también han sido repudiados porque pusieron en riesgo el rápido desembolso de 12,000 millones de dólares para el seguro de salud para los más pobres y comenzaron a desenmarañar una presunta compleja madeja de corrupción en múltiples instituciones públicas bajo el actual gobierno.
Las autoridades federales también detuvieron al exconsultor Alberto Velázquez Piñol y al presidente de la firma de contabilidad BDO, Fernando Scherrer. De acuerdo con la acusación federal, ambos montaron un esquema con el que BDO conseguía millonarios contratos públicos gracias a los os que hacía Velázquez Piñol, quien recibía a cambio un porcentaje por ello. De acuerdo con la fiscalía federal, estos casos de presunto fraude ascienden a 15.5 millones de dólares.
Días antes de esos arrestos, el jefe del FBI en Puerto Rico, Douglas Leff, había advertido que este sería un “verano muy ocupado” para su oficina. “Hemos recibido mucha información útil del público. Por ejemplo, subastas que pudieran cumplir todo y habrían costado menos al pueblo, pero en su lugar, el gobierno adjudicó un contrato más caro”, dijo Leff a fines de junio.
En la víspera, el Centro de Periodismo Investigativo reveló que son inminentes más detenciones y desveló un presunto esquema de corrupción que involucra al exjefe de campaña de Rosselló y ahora cabildero Elías Sánchez a la cabeza.
De acuerdo con la investigación del I, Sánchez –amigo cercano de Rosselló al punto de que fue su padrino de bodas– controlaba las contrataciones más jugosas del gobierno y cobraba comisiones de hasta un 25% por los contratos que lograba para sus clientes. Sánchez respondió al trabajo el I negando haber cometido algún delito.
Sin ser funcionario público, Sánchez integraba el chat en el que Rosselló y su equipo, además de insultar a diestra y siniestra, conversaron sobre planes gubernamentales. Esto ha desatado denuncias de que Sánchez obtuvo información privilegiada que usó para beneficio personal.
La vorágine recordó las acusaciones de corrupción que han golpeado –al más alto nivel– a gobiernos de los dos principales partidos: el Nuevo Progresista, que ostenta el poder, y el Popular Democrático.
En la década de 1990 estuvo en el ojo del huracán la istración de Pedro Rosselló, padre del actual gobernador. Fueron convictos, entre otros, su secretario de Educación y su exdirector de campaña. Años más tarde, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, del Partido Popular Democrático, fue acusado y posteriormente absuelto de cargos por fraude financiero en su campaña electoral.
“Ricky, renuncia y llévate a la Junta”
Las últimas acusaciones de corrupción han reabierto una herida profunda en un contexto económico desolador. La isla está en recesión desde hace más de una década y tiene sobre sus hombros una deuda pública de más de 70,000 millones de dólares. Esto llevó a que Washington impusiera una Junta de Supervisión Fiscal que ha puesto en marcha medidas de austeridad para cumplir con los tenedores de deuda bajo términos que algunos economistas consideran desfavorables para Puerto Rico.
La Junta Fiscal, con la que el gobierno de Rosselló está enfrentado, ha sido repudiada al unísono en las protestas de la pasada semana bajo la consigna “Ricky, renuncia y llévate a la Junta”; principalmente por los jóvenes, que se sienten ajenos a los partidos y desconfían de los políticos tradicionales.
El lenguaje sexista, homofóbico y de mofa del chat refuerza la pobre percepción que los jóvenes tienen de los políticos. En un extracto, el gobernador llamó “putas” a dos oponentes políticas: la exconcejal municipal de Nueva York Melissa Mark-Viverito y a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz. En otro, felicitó a su equipo así: “Gran trabajo guys, cogemos de pendejo hasta (a) los nuestros”.
Fría burla sobre los fallecidos de María
Una de las conversaciones más criticadas del chat tocó una fibra delicada para los puertorriqueños: el devastador impacto del huracán María que dejó a la isla totalmente incomunicada y en penumbras en septiembre del 2017.
En una de ellas, quien era el principal funcionario financiero de Rosselló, Christian Sobrino, se refirió con frialdad a los cadáveres que se acumularon en la oficina de Ciencias Forenses tras el azote del ciclón.
En la conversación, Sobrino, el gobernador Rosselló, el secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi, y el exsecretario de Asunto Públicos, Ramón Rosario, discuten cómo encarar la polémica por la demora en la entrega de esos cadáveres a sus familias. Decidieron echarle la culpa a la Junta Fiscal por no aprobar un presupuesto para tener más funcionarios trabajando allí, y Sobrino concluyó la conversación preguntando: “Ahora que estamos en ese tema, ¿no tenemos algún cadáver para alimentar a nuestros cuervos?”.
Después del embate de María, el gobierno fue duramente criticado porque se demoró un año en reconocer que la cifra de fallecidos distaba significativamente de los 64 de su lista inicial. Un estudio de la Universidad de Harvard estimó un número exponencialmente mayor: 4,645 decesos, gran parte debido al atraso con que recibieron atención médica las personas con enfermedades crónicas ante la falta de electricidad y otros servicios básicos.
Este jueves se unió a las incesantes manifestaciones la iniciativa Proyecto 4645, que instaló un cementerio simbólico frente a un monumento en el Viejo San Juan con pares de zapatos que recuerdan a los fallecidos, como lo hizo el año pasado frente al Capitolio.
“La gente está destruida. Es como si estuvieran volviendo a sentir la muerte de sus familiares”, dijo su portavoz, Gloribel Delgado, al diario Primera Hora. Y esa misma gente está diciendo lo que en ese momento no pudo.