Trump sale en defensa del jefe del Pentágono en el escándalo de la filtración de información de seguridad nacional en un chat de Signal
El presidente Donald Trump volvió a hablar de "caza de brujas" al salir en defensa el miércoles Pete Hegseth, jefe del Pentágono, cuya dimisión piden los demócratas por el escándalo de la filtración a un periodista de The Atlantic de información de seguridad nacional compartida en un chat de Signal por la plana mayor del gobierno.
"Está haciendo un gran trabajo; no tuvo nada que ver con esto", declaró Trump en la Casa Blanca sobre Hegseth, quien según el relato del periodista Jeffrey Goldberg, compartió en Signal con la cúpula del gobierno los planes de ataque a rebeldes hutíes en Yemen horas antes de que se produjeran.
Según Goldberg, su teléfono fue agregado por error al chat por el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, quien el martes dijo asumir toda la responsabilidad de la filtración. "Imagino que no tiene que ver con nadie más. Fue Mike, supongo, no lo sé. Siempre pensé que había sido Mike", dijo Trump.
En el primer artículo, titulado 'La istración Trump me envió por error sus planes de guerra', Goldberg describía cómo discutían los planes de ataque los más altos cargos del gobierno, incluidos el secretario de Estado, el director de la CIA o la directora de Inteligencia Nacional.
La respuesta inicial de Trump fue restarle importancia a esta extraordinaria filtración, que calificó de simple "fallo" y al redactor jefe de The Atlantic de un periodista "depravado", uno de tantos ataques personales que recibió Goldberg ese día.
Aunque el periodista había omitido detalles de los planes militares para evitar compartir información que debió haber sido clasificada como secreta, los publicó el miércoles en una segunda nota para responder a los ataques y cuestionamientos de del gobierno.
Este segundo artículo de la revista, después del publicado el lunes, incluye capturas de pantalla de mensajes del secretario de Defensa, con los horarios de los ataques planeados, dos horas antes de que tuvieran lugar.
"Pete Hegseth debe ser despedido inmediatamente si no tiene el coraje de itir su error y dimitir", exigió el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, en la CNN.
La Casa Blanca insiste en que la información del chat no era secreta
El miércoles, de manera uniforme, Hegseth, Waltz y otros funcionarios insistieron en que no se habían enviado "planes de guerra" por Signal, una afirmación que funcionarios y exfuncionarios del gobierno federal han calificado de "intentar hacerlo ver irrelevante".
La información que Hegseth publicó contenía detalles específicos del ataque, en los que se seleccionaban blancos humanos y de almacenamiento de armas.
Pero en una publicación en X, Hegseth dijo: "Sin nombres. Sin blancos. Sin ubicaciones. Sin unidades. Sin rutas. Sin fuentes. Sin métodos. Y sin información secreta". "Esto solo prueba una cosa: Jeff Goldberg nunca ha visto un plan de guerra ni un 'plan de ataque' (como él lo llama ahora). Ni de cerca", añadió.
También la Casa Blanca indicó que la información compartida en el chat no era secreta, afirmación que los demócratas consideran inverosímil dado que detallaba planes para un inminente ataque en Yemen.
Y aunque es cierto que la decisión para determinar si la información es secreta recae en el secretario de Defensa, la postura que parece adoptar ahora representa un notable cambio con lo que el gobierno de EEUU ha venido considerando secreto: una gran cantidad de material mucho más mundano, incluidos millones de documentos relacionados con operaciones y actividades militares e inteligencia.
El representante Jim Himes, principal demócrata en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en un intercambio el miércoles con la directora de inteligencia nacional Tulsi Gabbard durante la audiencia del sobre amenazas globales, señaló que los criterios de su oficina sobre información secreta dejan claro que incluye "información que proporciona indicación o advertencia anticipada de que Estados Unidos o sus aliados están preparando un ataque".
Pero Gabbard indicó que la decisión sobre si el chat de Signal debería considerarse secreto recae en Hegseth. Al preguntarle Himes si creía que la guía del Pentágono sobre lo que se considera secreto era materialmente distinta a la de su oficina, se mostró dubitativa. "No he revisado la guía del DOD, así que no puedo comentar", respondió Gabbard, refiriéndose al Departamento de Defensa.
El senador Mark Warner, el principal demócrata de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo que la posición que el gobierno en este sentido solo se podía describir con una palabra: "disparate". "Cuando describes tiempo, lugar, tipo de armamento utilizado: ¿creen que el público estadounidense es estúpido?", expresó Warner en declaraciones a periodistas.
Con un tono menos contundente pero en una línea parecida se expresó incluso el senador Roger Wicker, el republicano que preside la Comisión de Servicios Armados del Senado.
"La información, tal como se publicó recientemente, me parece de una naturaleza tan delicada que, con base en mis conocimientos, yo habría querido que fuera secreta", declaró Wicker.
"Alguien tiene que caer" por el escándalo del chat de Signal
Algunas personalidades apreciadas por el electorado trumpista también han expresado su descontento con lo ocurrido.
Dave Portnoy, un comentarista conservador muy influyente, pidió al Ejecutivo que asuma "su responsabilidad". "Alguien tiene que caer y para mí es Mike Waltz", declaró en un video en la red social X.
El jefe de la diplomacia, Marco Rubio, describió el hecho como un "gran error".
Varios demócratas de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes pidieron el miércoles que Hegseth renuncie. "Esta es información secreta. Es un sistema de armas, así como una secuencia de ataques, y también detalles de las operaciones", declaró el representante demócrata Raja Krishnamoorthi, miembro de la comisión. "Necesita renunciar de inmediato".
La demócrata Tammy Duckworth, miembro del comité de servicios Armados del Senado, llamó "mentiroso" a Hegseth. "Se trata claramente de información clasificada que filtró por negligencia", añadió.
La Casa Blanca dice investigar cómo se ha podido producir la filtración. Elon Musk, el hombre más rico del mundo y asesor cercano de Trump, propuso que sus "expertos técnicos" lo averigüen.
Con información de AP y AFP.