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    Trump esquiva el cierre del gobierno, pero con la emergencia le declara la guerra al Congreso por el muro con México

    El presidente aceptó un acuerdo del Congreso que no incluye dinero para la valla, pero al invocar poderes extraordinarios para obtener esos fondos encuentra oposición incluso en sectores republicanos y desata un previsible pulso que quizá termine resolviendo la Corte Suprema.
    15 Feb 2019 – 01:50 PM EST
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    Luego de haber forzado el cierre de gobierno más largo de la historia que terminó en enero porque no logró que el Congreso le diera el dinero para construir el muro fronterizo, el presidente Donald Trump terminó firmando un acuerdo que tampoco incluye los más de 5,700 millones de dólares que él pide. Pero acto seguido declaró una emergencia nacional saltándose la decisión del Congreso para llevar a cabo una de sus mayores promesas de campaña.

    Desde que a principios de la semana quedó claro que el comité bipartidista encargado de solucionar el financiamiento del gobierno no daría a la Casa Blanca los fondos que esperaba, empezó el debate sobre las razones que llevaron al mandatario a aceptar un acuerdo que, en principio no solo no lo favorecía sino que dejaba en evidencia que el shutdown fue un 'capricho' del mandatario que se pudo haber evitado.

    El jueves en la tarde quedó claro: Trump aceptaba un acuerdo con el que "no estaba feliz" porque tenía bajo la manga la decisión de decretar una emergencia nacional que le permita sacar de otras partidas presupuestarias el dinero que necesita para el muro sin necesidad de contar con el visto bueno del Congreso.

    "Voy a firmar una emergencia nacional como lo han hecho muchos otros presidentes", dijo Trump desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca intentando restarle gravedad al uso de ese poder ejecutivo. "Tenemos una invasión de drogas, invasión de pandillas, invasión de personas, y es inaceptable", justificó luego.

    Esta estrategia podría llevar a Trump a una batalla con los demócratas, y dividir a su propio partido. Pero el presidente se anticipó en su discurso y dijo que sabía que se enfrentaría un largo desafío legal pero aseguró que si se llega al Tribunal Supremo, este se pronunciará a su favor.

    "Ganaremos en la Corte Suprema", se atrevió a pronosticar, recordando que en el llamado "veto migratorio" el máximo tribunal terminó concediéndole la razón.

    Jugada electoral

    Quizá el presidente evitó pagar el costo político de un nuevo cierre del gobierno pero se metió en otra polémica al desafiar al poder legislativo, incluso contra el parecer de algunos dentro del Partido Republicano.

    "El Congreso consideró su propuesta y la rechazó, entonces este es el acto de un dictador de tercera clase. Esta no es la manera en que EEUU funciona y definitivamente no es la manera en que los conservadores creen que el gobierno debe trabajar", dijo a Univision Noticias Alex Patton, un estratega conservador.

    "Esta no es la manera en que una república se maneja, así es como opera un reino. El Congreso debería hacer su trabajo y exigirle explicaciones a este presidente (...)Creo que es un movimiento increíblemente estúpido e increíblemente egoista. Creo que los conservadores se arrepentirán de esto algún día".

    Trump argumenta que necesita el muro para frenar a los indocumentados y las drogas que llegan por la frontera sur a pesar de que las estadísticas muestran que la inmigración irregular está en el mínimo en las últimas dos décadas.

    La movida de Trump para hacer lo posible "para tratar de conseguir lo que le falta por otras vías", como la declaración de la emergencia nacional, ya la había anticipado en conversación con Univision Noticias el analista republicano Al Cárdenas.

    Si aún la Casa Blanca no había usado ese recurso de la emergencia, es por el enorme costo político que muchos le advirtieron, incluído el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien ahora ha cambiado de opinión y ha manifestado su respaldo al presidente.

    The New York Times reportó días atrás que el presidente se sintió acorralado a aceptar el acuerdo del Congreso, pero que lo aceptó solo con la promesa de apoyo de McConnell.

    "Creo que por parte de McConell este es un movimiento político, sabiendo que esto va a ir a las cortes. Pero también creo que es un movimiento político increíblemente cortoplacista, es lo más destacable", considera Patton.

    De cara a las elecciones 2020, la emergencia podría serle útil para asegurar a su base que seguramente se sentirá satisfecha con el hecho de que el mandatario no tenga problema en obviar un acuerdo parlamentario para cumplir con la promesa que les hizo.

    "En este momento lo que el presidente busca es asegurarse su base (llevando a cabo la promesa del muro) para no tener un reto sustancial en unas primarias presidenciales", dijo Cárdenas refiriéndose a la posiblidad de que haya oponentes republicanos que compitan con él por la nominación presidencial.

    Los sondeos muestran que la enorme mayoría (cerca del 66% de los consultados) se opone a una declaración de emergencia, por lo que al parecer el presidente está dispuesto a pagar un precio para seguir cultivando su base.

    Así que Trump parece abocado a gobernar para su de votantes con la mirada puesta en la reelección.

    El precio de un cierre

    Antes de que Trump soltara sobre Washington la 'bomba' de la declaratoria de emergencia, Republicanos y demócratas tenían la intención de presentar el acuerdo presupuestario como una victoria tras el traumático cierre parcial de gobierno que duró 35 días. Según sondeos, la amplia mayoría de los estadounidenses no estaba a favor de un nuevo cierre.

    "El presidente fue absolutamente señalado como el culpable del último cierre de gobierno y sabían que estas negociaciones podrían llevar nuevamente a un cierre y a tener culpas adicionales para el presidente y los republicanos", dice Patton a Univision Noticias,"pienso que los republicanos del Congreso han tratado de salvar al presidente de él mismo".


    La respuesta a esa pregunta de cuál es la lógica del presidente de haber ido tan al extremo hace unas semanas forzando el shutdown para terminar firmando un acuerdo que no incluye el dinero para el muro parece ser que Trump estaba dispuesto a jugarse la carta de la emergencia nacional.

    La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, junto al líder de la minoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer emitieron una declaración conjunta sobre la declaración de Trump: "Las acciones del presidente violan claramente el poder exclusivo de manejar presupuesto del Congreso, que nuestros Fundadores consagraron en la Constitución (...) El Congreso defenderá nuestras autoridades constitucionales en el Congreso, en los tribunales y en el público, utilizando todos los recursos disponibles".

    Los demócratas en el Congreso lanzaron una advertencia sobre este movimiento de Trump que abriría las puertas a que futuros presidentes demócratas hagan lo mismo para imponer sus propias agendas políticas. Pelosi deslizó luego que un jefe de Estado demócrata podría hacer lo mismo sobre, por ejemplo, temas de violencia armada.

    Un alto funcionario de la Casa Blanca en conferencia telefónica negó que pueda hablarse de 'precendente' porque asegura que las potestades presidenciales en materia de emergencias nacionales están contempladas en las leyes.

    Cuestión de supervivencia

    Los republicanos en el Congreso tampoco querían exponerse a la erosión de un nuevo cierre. Muchos congresistas o senadores piensan en las consecuencias que podría haber tenido otro episodio de ese tipo en sus aspiraciones para la reelección porque, más allá de que los votantes señalen como responsable al presidente, ellos compartirán su nombre en la boleta electoral con el del presidente que aspirará a la reelección.

    El estratega republicano Al Cárdenas dice a Univision Noticias que el acuerdo se logró porque tampoco los demócratas querían pagar el precio de un nuevo cierre . "Fue un tema de supervivencia política de ambas partes", señala.

    "Cada parte va a tratar de presentar esto como victoria (...) pero en general el pueblo estadounidense creo que va a entender que nadie ganó aquí, y que esto (que se acordó ahora) se podría haber hecho hace dos o tres meses y evitar el sufrimiento de 800,000 empleados del gobierno y sus familias", asegura Cárdenas.


    El cierre de gobierno de enero no dejó 'ganadores' políticos claros. Puede que los demócratas hayan quedado como los menos afectados debido a que, al final de cuentas, las negociaciones que naufragaron fueron en torno a la fijación del presidente: el muro. Pero nadie ganó, señalan los expertos.

    "Creo que los ciudadanos estadounidenses perdieron. No creo que haya habido ganadores, creo que más bien hubo diferentes tipos de perdedores", dice Patton.

    El muro que no pagará México

    El presidente solo se lleva en el presupuesto 1,375 millones de dólares para seguridad fronteriza en lugar de los más de 5,000 millones que pedía y ahora con una emergencia nacional, busca desviar fondos de otras agencias para esa obra.

    La Casa Blanca indicó que usará $ 8 mil millones destinados a otras agencias que pueden redirigir para construir la pared. Tales fondos serán extraídos en parte del Departamento del Tesoro, del Departamento de Defensa y del presupuesto de construcción militar.

    El costo estimado de la faraónica obra a lo largo de la frontera de casi 2,000 millas (3,200 km) se estima en $ 23 mil millones, por lo que aún no llegaría ni a la mitad.

    Más allá de que la Casa Blanca explique esto como una "victoria", Trump ha perdido en esta crisis. Por ejemplo, aquella promesa que fue su bandera de campaña de que el muro fronterizo lo iba a pagar México, ha quedado completamente desdibujada.

    Más allá de las arengas que pueda hacer en sus mítines de campaña, Trump no ha conseguido cómo hacer que el país vecino pague por la valla y que tampoco ha logrado disuadir al Congreso para que la financie.

    Por eso, también sus supuestas habilidades de negociación -esas de las que se ha jactado innumerables veces desde las épocas de campaña- han quedado en duda.

    Discursivamente, Trump puede reforzar la idea de que los demócratas son obstruccionistas y que es él el único con intenciones de resolver la supuesta crisis en la frontera.

    La mejor salida

    Al final Trump termina firmando un trato que no lo convence, pero de inmediato cambia -o profundiza- el debate político con la declaración de la emergencia nacional.

    De todas las salidas posibles, esta es la que más se ajusta al estilo poco apegado a la tradición política estadounidense que ha mostrado esta Casa Blanca.

    Sin la amenaza de un nuevo cierre en puertas, ahora la presión en esa olla política en Washington baja. El riesgo de no firmar el acuerdo del Congreso también era "que su agenda quede secuestrada por este único tema" que es el muro fronterizo, añade Patton.

    Pero con la declaración de la emergencia nacional comienza una nueva etapa de luchas en el Congreso y posiblemente en las cortes, con la misma sensación de que Washington no se puede mover hacia adelante en ningún otro tema sin que el muro se interponga en cada discusión.

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