Trump prepara su discurso anual ante el Congreso con menos popularidad y sin su muro

El primero lo pronunció arropado todavía por la mayoría republicana de las dos cámaras, con el país rozando el pleno empleo y unos meses después de aprobar una ambiciosa reforma fiscal.
Esta vez Trump se dirigirá a los congresistas envuelto en una atmósfera bien distinta. Wall Street empieza a ofrecer síntomas preocupantes y estrecha el cerco sobre personas de su entorno en la investigación sobre la interferencia durante las elecciones de 2016.
Estos y otros factores subrayan la importancia de la cita de este martes, la primera desde el retorno de la demócrata Nancy Pelosi a la presidencia de la Cámara de Representantes. A continuación enumeró cuatro detalles de los que merece la pena estar pendiente durante el discurso de Trump.
¿Usará Trump un tono conciliador?
La Casa Blanca ha sugerido que el presidente tenderá la mano a la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes. Uno de los portavoces de Trump ha llegado a filtrar algunas frases del discurso: “Juntos podemos romper décadas de bloqueo político. Podemos coser viejas divisiones, sanar viejas heridas, construir nuevas coaliciones, forjar nuevas soluciones y desbloquear la extraordinaria promesa del futuro de Estados Unidos. Nosotros podemos tomar esa decisión”.
No es una estrategia inédita. Barack Obama adoptó un tono parecido en el discurso que pronunció después de la derrota de los demócratas en las legislativas de 2010. Obama abrió sus palabras citando la unidad de políticos de distinto signo después del tiroteo contra la congresista Gabby Giffords como la prueba de que era posible trabajar por el bien común.
“Lo que ocurra después de este momento no dependerá de que nos sentemos juntos esta noche sino de que podamos trabajar juntos mañana”, dijo Obama esa noche de enero de 2011. “Yo creo que podemos y creo que debemos. Es lo que espera de nosotros el pueblo que nos envió aquí”.
Al igual que Obama, Trump tiene enfrente un partido con energías cuyos votantes empiezan a movilizarse para impedir su reelección. La posición de Trump, sin embargo, es distinta en muchos aspectos. Al contrario que Obama, tiene un paro mínimo y una economía en crecimiento aunque también un historial salpicado de escándalos y dimisiones, y la amenaza permanente de un proceso de destitución. Los republicanos no aceptaron la invitación de Obama en 2011 y torpedearon todas sus iniciativas. ¿Por qué iban a aceptar los demócratas ahora la mano tendida de Trump?
¿Ofrecerá algo a los demócratas?
La Casa Blanca asegura que el discurso de Trump se centrará en asuntos sobre los que es posible construir consensos entre demócratas y republicanos: la mejora de las infraestructuras, la renegociación de algunos acuerdos comerciales o la rebaja de los precios de los medicamentos o de la Sanidad.
Es una estrategia que el presidente intentó sin éxito en el discurso del año pasado, cuando propuso aprobar un plan de infraestructuras por valor de un billón y medio de dólares que demócratas y republicanos ni siquiera llegaron a debatir.
El triunfo en las legislativas de noviembre podría empujar ahora a los demócratas a buscar acuerdos para desmentir a quienes quieren definirlos como un partido obstruccionista pero las primeras señales no invitan al optimismo. El bloqueo que propició el cierre del Gobierno y las investigaciones que preparan las comisiones de la Cámara de Representantes dificultarán todavía más los acuerdos con Trump.
¿Declarará una emergencia nacional para construir el muro?
La Casa Blanca ha advertido que prepara todo lo necesario para dar el paso que permitiría a Trump construir el muro sin el respaldo del Congreso. El presidente ha sugerido que podría usar el discurso del martes para hacer el anuncio formal.
Trump forzó el cierre del Gobierno federal contra el criterio de los republicanos con el objetivo de arrancar fondos a los demócratas para construir el muro en la frontera con México. El cierre terminó 35 días después sin que el presidente lograra ese objetivo y con la declaración de una tregua para negociar un acuerdo más duradero. Esa tregua concluye el próximo 15 de febrero.
Demócratas y republicanos ya negocian para llegar a una solución que refuerce la seguridad en la frontera a cambio de protecciones para algunos inmigrantes indocumentados. El presidente ya ha advertido, sin embargo, que no espera nada de ese diálogo y ha insinuado que se inclina por empezar a construir el muro declarando una emergencia nacional que le permita invocar unos poderes que sus predecesores usaron en situaciones excepcionales como los ataques del 11-S o la epidemia de la gripe aviar. Según el Brennan Center for Justice, los presidentes invocaron esos poderes en 58 ocasiones desde 1978.
Este movimiento propiciaría denuncias en los tribunales y una enorme tormenta política. La demócrata Nancy Pelosi, por ejemplo, tiene poderes para someter la declaración a votación en el Capitolio y obligar así a los republicanos a refrendar o rechazar en el Capitolio el movimiento de Trump. El senador Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, ha advertido en privado al presidente que no todos sus colegas apoyarían la declaración.
Varios juristas han cuestionado la autoridad del presidente para asumir esos poderes. Al contrario de lo que dice la Casa Blanca, la frontera con México no vive una situación de emergencia. La cifra de arrestos en 2018 fue muy similar a la de 2017 y fue cuatro veces menor que la del año 2000.
¿Dirá algo sobre Venezuela?
Estados Unidos fue uno de los primeros países en reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y anunció sanciones contra la petrolera estatal unos días después. Muchos dentro y fuera del Palacio de Miraflores seguirán el discurso de este martes en busca de alguna pista sobre los próximos pasos que dará Trump en su relación con el país.
En una entrevista con la cadena española La Sexta, Nicolás Maduro advirtió este domingo al presidente de Estados Unidos que corría el peligro de crear en Venezuela “otro Vietnam”. Pero por ahora ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado han dado signos inequívocos de estar planeando un ataque ni una invasión militar. ¿Citará a Juan Guaidó durante su discurso? ¿Anunciará Trump más sanciones contra el régimen de Caracas? ¿Lanzará algún mensaje a potencias como Rusia o China, que sostienen a Maduro en el poder?