Trump y Zelensky: dos neófitos políticos populistas convertidos en presidentes y ahora juntos en un gran escándalo
Con apenas cuatro meses como presidente de Ucrania, a le pedía como "un favor" investigar a uno de sus oponentes de más peso para la próxima elección de 2020, Joe Biden. Y así, de pronto, los medios del mundo tenían en sus titulares principales al poco conocido mandatario ucraniano y esa conversación telefónica de la que ha intentado salir bien parado con sus aliados —a quienes necesita para enfrentar las tensiones fronterizas con Rusia— y con el propio Trump.
"Creo que ya leyeron el texto. Lo siento, pero no quiero verme envuelto en las elecciones democráticas y abiertas de Estados Unidos", dijo Zelensky, cuidadoso, al ser consultado por periodistas en Nueva York, donde asistía a la Asamblea General de la ONU. "Nadie me presionó", agregó al exculpar a Trump y en pocas palabras, a diferencia del mandatario de la mayor potencia mundial, que ha reaccionado con verborrea crónica en sus redes sociales y en sus encuentros con la prensa al catalogar la conversa como "normal".
Zelensky, al igual que Trump, tenía cero experiencia política antes de llegar a la presidencia en mayo. Venía del mundo del espectáculo, como Trump: el ucraniano había sido actor de comedia. Como outsider de la política de su país y con 41 años ganó con 73% de los votos. Y justo fue su inexperiencia política y sus promesas de acabar con la corrupción y la pugna con Rusia lo que lo llevó a la victoria. También lo hizo al transpolar a su campaña al último personaje que interpretó en la serie política 'Servidores del Pueblo', un ciudadano común —un maestro de historia— que ascendió a la presidencia tras un video viral en el que ataca al gobierno de su país.
Trump y Zelensky llegaron al poder con una campaña cargada de populismo y con un discurso que apeló a ese hartazgo de los ciudadanos en los políticos tradicionales. En la manera de ejercer la presidencia, a lo interno, también hay cosas que ambos comparten.
El presidente de Ucrania pasó a estar en el centro del debate como consecuencia del escándalo que ha generado una llamada que tuvo a finales de julio con Trump y luego de que la Casa Blanca diera a conocer un memo que muestra una versión de la charla. Un denunciante anónimo encendió las alarmas de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos con un reclamo que consideró "urgente" y "creíble". Aseguraba que en la conversación, Trump habría presionado insistentemente a su par ucraniano para que investigara a Biden y a su hijo menor, Hunter, quien trabajaba en una empresa de energía de ese país cuando su padre era vicepresidente.
Aunque todavía existe confusión en el ciudadano común por este escándalo, sus consecuencias están a la vista: los demócratas en la Cámara de Representantes pujan por una investigación que pueda acercar al presidente al terreno del impeachment. Por eso Ucrania —uno de los países más pobres de Europa— tomó esta semana la misma relevancia que tuvo Rusia, ahora con un nuevo escándalo político protagonizado por Donald Trump.
La batalla contra los legisladores
En Ucrania y Estados Unidos sus mandatarios tienen problemas con sus adversarios políticos en el Parlamento y en el Congreso, respectivamente. Y en ambos países, sus líderes llegaron al poder con la promesa de poner fin a la corrupción.
El más reciente altercado de Trump con los demócratas está vivo en el Congreso en este momento con el fantasma del juicio político. El mandatario ha asegurado que lo que está en proceso es una "cacería de brujas" en su contra tras su conversación con Zelensky. Pero la pugna de Trump con los demócratas en ambas cámaras no es nueva. Incluye además el rechazo de los legisladores a aprobarle los fondos para la construcción de un muro en la frontera con México, el 'Rusiagate' y las críticas a las duras políticas migratorias, solo entre algunos temas.
Ya desde su campaña, Trump advertía que pondría fin al "pantano de Washington", que depuraría las corruptelas en las esferas políticas de la capital. Y aunque ha ignorado cuanto ha podido al Congreso, la democracia estadounidense le ha puesto frenos.
Mucho más lejos, en Ucrania, 'Ze', como es conocido popularmente el presidente, llevó la batalla contra sus oponentes a un nivel superior al de Trump. Apenas minutos después de convertirse oficialmente en el presidente de su país y con el apoyo de la Corte Constitucional, Zelensky disolvió el Parlamento para sacar del camino a sus adversarios políticos, consolidar su poder y, aseguró, para acabar con la corrupción impuesta por esos políticos tradicionales, una de sus promesas más fuertes de campaña.
La votación para elegir al nuevo Parlamento estaba agendada en el calendario electoral del país para octubre de 2019 pero una vez que Zelensky lo disolvió, adelantó la elección a julio para así aprovechar la ola de votos que lo acompañó en la presidencial. Como resultado, su recién conformado partido político, que lleva el mismo nombre de la serie televisiva que protagonizó, 'Servidores del Pueblo', ganó la mayoría de los escaños (43.16%, según la Comisión Electoral Central) con candidatos jóvenes, novatos en política como él y sin conexiones con las impopulares estructuras tradicionales. Lograron los puestos bajo la promesa de una democracia más directa y posturas libertarias, un concepto desconocido por muchos ucranianos.
Una "comedia surrealista"
Los reporteros que asistieron a la rueda de prensa conjunta de Trump y Zelensky en el marco de la Asamblea General de la ONU este miércoles describieron esos minutos como una especie de comedia surrealista en la que ambos se hicieron protagonistas. A un lado, hablaba el estadounidense, un magnate de bienes raíces de la televisión; al otro, el ucraniano, que pasó de comediante a presidente.
Trump ya se había reunido con algunos líderes del mundo, pero aseguran que el encuentro entre ambos mandatarios fue de lo más esperado de la tarde. Había tensión en la sala, describió la agencia AFP. Y de inmediato, ambos se aprovecharon de la puesta en escena que tienen en común y le pusieron un toque de populismo.
"Él me está haciendo más famoso y yo le he hecho más famoso a él", aseguró el estadounidense. "Es mejor estar en la televisión que por teléfono", respondió el ucraniano. Y cuando Zelensky insistió en que Trump no lo presionó para que investigara a Biden y a su hijo, el estadounidense reafirmó: "Nadie lo presionó".
Por ahora, Zelensky podrá volver a Ucrania a seguir gobernando por cuatro años más, aunque con el fantasma de esa conversación en sus relaciones futuras con Estados Unidos. Pero para Trump, las luces de este capítulo no se han apagado: comienza el peliagudo camino hacia su posible juicio político en plena campaña hacia las presidenciales de 2020.