Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania. el texto de la denuncia se hizo público el 26 de septiembre de 2019) , y señaló que el presidente le pidió al mandatario de Ucrania investigar a Joe Biden, su más posible oponente político, lo cual sería una intervención extranjera en las elecciones de 2020. Crédito: NurPhoto/NurPhoto via Getty Images
Donald Trump, presidente de EEUU. Según lo que se lee en la reconstrucción de la conversación, hecha pública el 25 de septiembre, en la conversación el mandatario estadounidense presionó a Zelensky para que el gobierno ucraniano trabajara con su abogado personal, Rudy Giuliani, para investigar a Hunter Biden, el hijo menor de Joe Biden. El presidente estadounidense ha negado repetidas veces que haya presionado al ucraniano. Crédito: Evan Vucci/AP
Joe Biden en ese país y cualquier conexión entre los negocios de su hijo. Trump habló sobre los os de su abogado con Ucrania en la conversación con Zelensky, y en la denuncia se menciona que Giuliani se había reunido con funcionarios ucranianos fuera de EEUU. Giuliani ha dicho que ó a Ucrania por orden del Departamento de Estado, cuya cabeza es Mike Pompeo. Crédito: Drew Angerer/Getty Images
Marie Louise Yovanovitch, exembajadora de EEUU en Ucrania. Aunque sigue trabajando en el Departamento de Estado, desafió la línea del gobierno de no colaborar con la investigación del juicio político. Dijo a los congresistas que investigan el ‘impeachment’ que el Departamento de Estado está siendo destruido "desde adentro" y que Trump presionó para que fuera sacada del cargo. Yovanovitch, es diplomática de carrera y sus colegas la describen como una profesional consumada. Ha dirigido las embajadas de Estados Unidos en Armenia, Kirguistán y Ucrania. Crédito: Gleb Garanich/REUTERS
Igor Fruman y Lev Parnas, asociados de Rudolph Giuliani. Fueron arrestados el 9 de octubre de 2019 bajo cargos de violación de leyes de campaña. Según la acusación, armaron una conspiración para donar cientos de miles de dólares a las campañas de congresistas estadounidenses en las elecciones de 2018 a cambio de influencia para funcionarios del gobierno de Ucrania. Donald Trump, pero también abarca congresistas y del gabinete y círculo cercano del presidente. Crédito: Cortesía la oficina del Sheriff de Alexandria, Virginia.
Gordon Sondland, embajador de EEUU ante la Unión Europea. Llegó al cargo sin tener trayectoria diplomática y antes de ser nombrado por Trump, había donado un millón de dólares al fondo de inauguración del presidente. Formó parte de un intercambio de mensajes de texto con Bill Taylor, exembajador de Ucrania, en el que discuten qué tan apropiado es que al parecer la ayuda financiera y militar a Ucrania estuviera atada a que el presidente de ese país, Volodymyr Zelensky, se comprometieron a investigar a los Biden por supuesta corrupción. Fue citado para hablar del tema en la Cámara de Representantes pero horas antes de su comparecencia la Casa Blanca impidió que el embajador fuera interrogado. Crédito: Francois Lenoir/REUTERS
El denunciante, un funcionario público no identificado. Según un reporte del diario The New York Times, la persona que reveló que el presidente Trump buscó ayuda extranjera para interferir en la elección presidencial 2020 y que la Casa Blanca buscó encubrir podría ser un agente de la CIA. Se estima que la calidad de la denuncia hizo que fuera considerada "creíble" y "urgente" y por ello terminó escalando al punto al que llegó. Uno de los aspectos más preocupantes de esta denuncia es que señala que la Casa Blanca trató de ocultar la conversación telefónica entre Trump y Zelensky. Crédito: Getty Images/Composición David Maris
Joe Biden, exvicepresidente y candidato a la nominación presidencial demócrata. Exigió a Trump que se divulgara el contenido de la conversación con el presidente ucraniano, finalmente una reconstrucción de la llamada se hizo pública el miércoles 25 de septiembre. En marzo de 2016, siendo vicepresidente, viajó a Kiev y amenazó a los líderes de Ucrania con retener mil millones de dólares en garantías de préstamos de EEUU si no destituían al principal fiscal del país, Viktor Shokin, quien estaba acusado de corrupción por varios gobiernos y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Crédito: BASTIAAN SLABBERS/REUTERS
Hunter Biden, abogado, el menor de los hijos de Joe Biden. Fue miembro de la junta de Burisma Holding, una compañía de energía propiedad de un oligarca ucraniano que había estado en la mira del fiscal general despedido, Viktor Shorin. "No he tenido ningún papel en relación con ninguna investigación de Burisma, ni de ninguno de sus funcionarios. Limité explícitamente mi papel para centrarme en las mejores prácticas de gobierno corporativo para facilitar la meta de Burisma de expandirse a nivel mundial", dijo Hunter Biden en mayo a The New York Times. Crédito: Paul Morigi
Yuri Lutsenko, exfiscal general de Ucrania, en el cargo hasta el 29 de agosto de 2019. "Desde la perspectiva de la legislación ucraniana, (Hunter Biden) no violó nada", dijo el exfuncionario al diario The New York Times el 26 de septiembre. Lutsenko estaba en el cargo cuando ocurrió la llamada entre Trump y Zelensky. Estos comentarios son relevantes porque el presidente Trump y Giuliani han tratado de despertar sospechas sobre la conducta de Joe Biden y su hijo en las últimas semanas. Lutsenko ya había dicho en mayo que Burisma Holdings no violó las leyes de Ucrania al incluir a Biden en su consejo de istración y pagarle un sueldo. Crédito: NurPhoto/NurPhoto via Getty Images
Viktor Shokin, exfiscal general de Ucrania. Sustituido por Lutsenko. Fue acusado por Washington y sus aliados europeos de ignorar la corrupción en su propia oficina y entre los políticos élite de Ucrania. El Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones multilaterales también objetaron sus actuaciones y tras numerosas quejas, incluida la de Joe Biden, fue destituido. La red de corrupción terminó en un escándalo que se llamó 'Los fiscales del diamante', porque en las casas de dos subordinados de Shokin consiguieron piedras preciosas, dinero y otros objetos de valor que sugieren que habían recibido sobornos. Crédito: NurPhoto/NurPhoto via Getty Images
William Barr, fiscal general de EEUU. En la reconstrucción de la conversación entre los presidentes se lee varias veces el nombre de Barr, quien debía involucrarse en la investigación que se hiciera en Ucrania, y se menciona en numerosas ocasiones a lo largo de la denuncia. El Departamento de Justicia, liderado por Barr, decidió no abrir una investigación a Trump cuando recibió la denuncia de esta llamada, aún cuando es una potencial violación de leyes de campaña el pedirle a un presidente extranjero que investigue a quien encabeza las encuestas para la nominación presidencial del partido opositor al presidente. Crédito: Win McNamee/Getty Images
Joseph Maguire, director nacional de inteligencia (interino). "Pienso que el denunciante hizo lo correcto" y siguió los "procedimientos correctos", declaró ante el Congreso cuando fue a defender su actuación sobre el caso este 26 de septiembre. Agregó que el tema de la conversación entre Trump y Zelensky es " único y sin precedentes" en comparación con otros casos de informantes que conoce. Crédito: Alex Wong/Getty Images
Kurt Volker, ex enviado especial de Estados Unidos para Ucrania. Dimitió el pasado viernes después de conocerse la queja del denunciante anónimo, en la que se le menciona como el funcionario que se reunió con el gobierno ucraniano, tras la llamada de Trump, para indicarles cómo gestionar las peticiones del presidente estadounidense. Republicano experto en relaciones internacionales, fue ado en julio de 2017 por el ex secretario de Estado Rex Tillerson para ocupar ese cargo, entre cuyas tareas principales estaba la de mantener el flujo de la ayuda militar y económica de Washington a Ucrania. Se desempeña como director ejecutivo del Instituto McCain. Crédito: Valentyn Ogirenko/REUTERS
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes. Anunció el inicio formal de la investigación de juicio político a Trump, algo que puede o no conducir a un impeachment. Una mayoría de los demócratas en la cámara baja apoyan el proceso: ellos actuarían como la parte acusadora en un eventual juicio político. El senado, de mayoría republicana, actuaría como jurado, supervisado por el juez principal de la Corte Suprema. Crédito: J. Scott Applewhite/AP