El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron un nuevo acuerdo de paz
El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC han anunciado que alcanzaron un nuevo acuerdo de paz, que incluye las aportaciones de los sectores contrarios al pacto inicial que fue rechazado por los colombianos en un plebiscito el 2 de octubre, tras ser firmado en septiembre.
El comunicado de las partes, leído en La Habana, reza: "Atendiendo el clamor de los colombianos ( ...) y su anhelo de paz y reconciliación hemos alcanzado un Nuevo Acuerdo final para la terminación del conflicto armado, que integra cambios, precisiones y aportes de los más ". La capital cubana ha fungido como sede de los diálogos de paz durante los últimos cuatro años, mientras Noruega también ha participado como garante.
"La construcción de una paz estable y duradera, objetivo al que responde este nuevo Acuerdo –continúa-, debe ser el compromiso común de todos los colombianos que contribuya a superar la polarización y que recoja todas las expresiones políticas y sociales”.
Quienes lo firmaron invitan "a toda Colombia y a la comunidad internacional, siempre solidaria en la búsqueda de la reconciliación, a respaldar" el nuevo pacto "y su pronta implementación para dejar en el pasado la tragedia de la guerra", ya que "la paz no da más espera".
Aunque el acuerdo completo tardará algunos días en estar disponible, las modificaciones y nuevos elementos estarán disponibles a finales del sábado en el sitio web www.mesadeconversaciones.com.co, aunque el acuerdo completo aún tardará unos días en estar disponible.
Este nuevo documento se logró tras nueve días de intensas reuniones. Fue firmado por los jefes negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, y la guerrilla, Iván Márquez (alias de Luciano Arango).
Márquez indicó que han pasado "intensas semanas de interlocución (...) Para fortuna de los colombianos la paz sigue su marcha irrefrenable".
Por su parte, De La Calle destacó que había elementos de precisión sobre las sanciones y la aplicación de la justicia a los actores de la guerra, aunque los detalles se darán a conocer más adelante. "Estamos convencidos de que este acuerdo muestra caminos que son viables y posibles".
El funcionario también explicó que habrá modificaciones al texto en cuestiones de género, y de la misma manera se especificó que no se afectará a la propiedad privada, uno de los temores principales entre los detractores del primer acuerdo.
Previamente este mismo sábado, el expresidente Álvaro Uribe, que lideró la oposición al acuerdo pasado, le pidió a su sucesor que ese nuevo acuerdo fuera presentado a la oposición y a las víctimas del conflicto antes de darlo como definitivo.
"He pedido al presidente de la República que los textos que anuncian de La Habana no tengan alcance definitivo, que sean puestos en conocimiento de los voceros del 'no' y de las víctimas, quienes los estudiarán en breve tiempo y expondrán cualquier observación o solicitud de modificación en nueva reunión con el equipo negociador del Gobierno", indicó.
La falta de acuerdos
Horas después de la firma, el presidente Santos dirigió una alocución donde dio las gracias a quienes contribuyeron a ampliar el acuerdo, aunque subrayó que el único punto donde no hubo acuerdos fue en “que los jefes guerrilleros no pudieran ser elegidos" para cargos públicos.
"Yo entiendo que este es el sentir de muchos ciudadanos. En la mesa de La Habana los negociadores del Gobierno insistieron mucho en ese punto para responder a esa preocupación", señaló el gobernante, pero añadió que las FARC tienen "un origen político" y su intención para el futuro "es poder hacer política sin armas".
Uno de los éxitos que resaltó del nuevo acuerdo de paz es que "las FARC entregaran sus bienes y la plata que tengan disponible para reparar las víctimas (…) En el nuevo acuerdo, las FARC tendrán que declarar y entregar todos sus bienes, so pena de perder los beneficios, y se usarán para reparar a las víctimas".
Las palabras de John Kerry
Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, felicitó al presidente de Colombia por el nuevo acuerdo y consideró que tras más de medio siglo de conflicto armado ningún pacto podrá satisfacer a todas las partes por completo.
"Después de 52 años de guerra, ningún acuerdo de paz puede satisfacer a todos en detalle. Pero este acuerdo constituye un importante paso adelante en el camino de Colombia hacia una paz justa y duradera", consideró Kerry en un comunicado.
En tanto, la principal asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, aseguró que "este progreso es el testamento del compromiso mostrado por todas las partes, incluidos aquellos que no apoyaron los acuerdos originales, con el fin de acabar este conflicto de 52 años y construir una paz estable y duradera".
En un comunicado, Rice resaltó "lo difíciles y complicadas que han sido las negociaciones", consideró que las nuevas provisiones incluidas en el acuerdo de paz son un "importante paso adelante", y coincidió con Kerry en que esas novedades "no satisfarán necesariamente a todo el mundo".
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