null: nullpx

Prueba del Buick Cascada 2017, contra el reloj y disfrutando de un largo viaje nocturno

250 millas en la oscuridad de las interestatales de la Florida constituyeron una reveladora prueba para el convertible compacto de Buick.
22 Feb 2017 – 04:44 PM EST
Comparte
Cargando Video...

En esta oportunidad tuve la oportunidad de evaluar a su más reciente miembro en EEUU. El Buick Cascada explora el segmento de los cupés convertibles, compitiendo con productos como el BMW Serie-2, Audi A3 y el Mercedes-Benz Clase-CLA.

Mi experiencia de manejo fue larga. Conduje desde Miami hasta Daytona para vivir la edición 2017 de las tradicionales 24 horas de Daytona.

La distancia aproximada del viaje es de 250 millas (400 kilómetros) y ocurre principalmente sobre grandes autopistas que dictan un límite de velocidad máximo de 70 mph (112 km/h). El cálculo inicial arrojo un tiempo aproximado de viaje de 5 horas.

Mi plan original contemplaba salir de Miami a las 3:30 pm, llegando a Daytona entre las 8:00 y 8:30 de la noche. A esa hora, podría atender a la cena organizada por Mercedes-AMG, quienes fueron los que me invitaron a la carrera.

Como es común, aparecieron algunos asuntos durante el día que no pude dejar de atender y por ello, tuve que retrasar mi salida hasta las 6:30pm. Siendo viernes, el tráfico no tuvo misericordia pero el Cascada respondió bastante bien navegando entre la congestión a paso acelerado.

Una vez fuera de Miami las autopistas estuvieron menos congestionadas y pude comprobar que el nivel de ruido dentro de la cabina era menor al que esperaba. Los que captaron mi atención en varios momentos fueron los crujidos en la estructura del techo de lona.

La posición de manejo es bastante aceptable para viajes largos. Los asientos son amplios y cómodos, además sus ajustes presentan suficientes opciones para cualquiera. Por otro lado, el volante puede ser ajustado vertical y telescópicamente mejorando aún más la hospitalidad para conductor.

El de instrumentos es claro, pero su pantalla TFT se ve anticuada y los materiales utilizados sobre este –y en otros lugares de la cabina- no ofrecen la calidad que este auto merece.

En cuanto a la pantalla táctil central no completamente intuitiva. Existe una especie de “joystic” para controlarlo, pero resulta un poco confuso.

Por momentos sentía la visibilidad posterior limitada por su pequeño vidrio central. Por otro lado los espejos exteriores cumplían bien su trabajo minimizando los puntos ciegos.

El sistema de advertencia de colisión frontal me dejó saber con más frecuencia de la que debería itir que me estaba aproximando a un auto demasiado rápido. En mi apuro por llegar a tiempo a la cena adelante a muchos y el sistema anduvo bastante ocupado durante el viaje.

Manejar de noche es una de mis actividades favoritas lo vengo haciendo desde que tengo uso de razón. Cuando niño era pasajero con mi padre al volante y de adulto casi siempre yo conduje, por lo que considero tener suficiente experiencia para viajar tranquilo.

Una de las variables que monitoreo constantemente durante este tipo de viaje es a mi cansancio que actúa como una manta invisible que cae sobre uno y que lo relaja profundamente en pocos minutos. Dejar de atenderla es extremadamente peligra y por eso es importante tener elemento que mantenga la atención activa y el sistema de sonido cumplió con esa función.

Su capacidad de wifi/hotspot me permitió andar conectado todo el tiempo escuchando música a través de Pandora o radio satelital como parte del sistema.

La luz ambiental es roja en la cabina y esta le da un carácter particular a su ambiente. Después de haber vivido este tipo tratamiento en otros vehículos de marcas competidoras, veo que Buick andan un poco atrasado en este punto.

En cuanto a su motor, la única opción es el de 4 cilindros turbo cargado de 1.6 litros. Es capaz de producir 200 caballos de potencia y 221 libras-pie de torque. Su transmisión automática de 6 velocidades, transfiere la potencia exclusivamente a las ruedas delanteras.

Las cifras oficiales indican que este ofrece cifras de consumo de combustible de entre 20 millas por galón en la ciudad y 27 en la autopista. En mi experiencia esto se tradujo en 1 tanque de combustible consumido en la etapa de ida y otro en la etapa de vuelta.

Si estas en el mercado por un convertible, debes saber que el precio base del Buick Verano arranca en $33,990 y puede aproximarse peligrosamente a los $40,000 con todas las opciones disponibles.

Lamentablemente no conseguí asistir a la cena, pero llegue seguro a mi destino y pude disfrutar una espectaculares –y gélidas- 24 horas de Daytona. Además, pude vivir la experiencia de manejar al Cascada sobre la histórica playa y con el techo escondido, un recuerdo que nunca olvidaré.

Loading
Cargando galería
Comparte
RELACIONADOS:Lujo