Inmigrantes que piden asilo deberán esperar en contenedores de carga en la frontera de Hungría

El parlamento de Hungría votó abrumadoramente a favor de medidas que obligarán a todos aquellos que llegan al país pidiendo asilo -especialmente quienes huyen de Medio Oriente- permanecer en campos de detención en su frontera sur en contenedores de carga adaptados para el caso.
Según el primer ministro Viktor Orbán, las medidas han sido diseñadas "para salvar a Europa" de lo que denominó el "caballo de Troya del terrorismo", al referirse a la masiva ola de refugiados que está llegando a través de Turquía, principalmente quienes huyen de la cruenta guerra civil en Siria, pero que en algunos casos se trata de combatientes de Estado islámico.
La medida contó con la férrea oposición de organizaciones defensoras de derechos humanos y de algunos parlamentarios socialistas, sin embargo fue aprobada cómodamente con 138 votos a favor, seis en contra y 22 abstenciones.
La medida permite a las autoridades ver cada caso vía videoconferencia entre los jueces de asilo y los solicitantes desde los campos de detención.
Según las actuales leyes, los refugiados pueden permanecer hasta cuatro semanas si son detenidos en una franja de cinco millas de la frontera. Con la nueva norma se elimina el periodo de tiempo.
Los menores sí serán protegidos
La única excepción es si se trata de menores de 14 años que viajan solos. En ese caso, son entregados a los servisios de protección de menores.
Cientos de miles de migrantes atravesaron en 2015 la frontera húngara intentando llegar a Alemania y otros países con programas de refugiados más fllexibles en el momento más crítico de la ola de refugiados proveniente de Siria. Según la nueva norma, los solicitantes de asilo tendrán la libertad de abandonar los campos de detención si desisten en su solicitud de asilo, pero en tales casos deberán regresar a Serbia o Croacia, países que experimentan situaciones similares.
La ley entrará en vigor la semana entrante y los solicitantes de asilo deberán someterse a un fichaje con huellas digitales y fotografías o de lo contrario serán expulsados por no cooperar.
Se estima que en 2015 casi 400,000 personas cruzaron ilegalmente la frontera de Hungría y de ellos unos 177,000 pidieron asilo. Sin embargo, sólo 5,000 esperaron que la solicitud fuera aprobada o rechazada.
"La presión sobre las fronteras de Hungría no cesará en los próximos años debido a que millones de personas están preparadas para partir en busca de una vida mejor. La tormenta no ha acabado", dijo el premier húngaro.