Poco oxígeno, mucha agua y gran distancia: por qué sacar a los niños de la cueva en Tailandia es una "misión brutal"
Este domingo fueron sacados los primeros cuatro niños del grupo de 12, que junto a su entrenador, llevaban más de dos semanas atrapados en una profunda galería de la caverna en Tailandia.
El grupo quedó completamente aislado y sin posibilidades de salir por sus propios medios debido a que en esta época está inundada en amplios sectores debido a las copiosas luvias de la temporada del monzón. Las operaciones de rescate son tan cmplejas y peligrosas que el jueves uno de los buzos que participaba en la operación falleció.

Niños atrapados
Altitud:
1,250 m
Entrada
de agua
Cueva
Tham Luang
650 m
Cueva
450 m
TAILANDIA
Entrada de
los niños
500 m
Mae Sai
0.25 mi
Lluvia monzónica
Lluvia monzónica
1,250 m
800
metros
Entrada
de agua
650 m
Niños
atrapados
450 m
Entrada de
los niños
Zona en la que
encontraron a los niños
Pendiente inclinada
(45 grados).
Pasajes sumergidos
de unos 10 metros.
2 millas (3.2 km) aproximadas

Niños atrapados
Altitud:
1,250 m
Entrada
de agua
Cueva
Tham Luang
650 m
450 m
TAILANDIA
Entrada de
los niños
500 m
Mae Sai
0.25 mi
Lluvia monzónica
Lluvia monzónica
1,250 m
800
metros
Entrada
de agua
650 m
Niños atrapados
450 m
Entrada de
los niños
Zona en la que
encontraron a los niños
Pendiente inclinada
(45 grados).
Pasajes sumergidos
de unos 10 metros.
2 millas (3.2 km) aproximadas

Niños atrapados
Altitud:
1,250 m
Entrada
de agua
Cueva
Tham Luang
650 m
TAILANDIA
450 m
Entrada de
los niños
500 m
Mae Sai
0.25 mi
Lluvia monzónica
Lluvia monzónica
1,250 m
800
metros
Entrada
de agua
650 m
Niños atrapados
450 m
Entrada de los niños
Zona en la que
encontraron a
los niños
Pendiente inclinada
(45 grados).
Pasajes sumergidos
de unos 10 metros.
2 millas (3.2 km) aproximadas

Niños atrapados
Altitud:
1,250 m
Entrada
de agua
Cueva
Tham Luang
Cueva
650 m
TAILANDIA
450 m
Entrada de
los niños
500 m
Mae Sai
0.25 mi
Lluvia monzónica
Lluvia monzónica
1,250 m
800
metros
Entrada
de agua
650 m
Niños atrapados
450 m
Entrada de los niños
Pendiente inclinada
(45 grados).
Zona en la que
encontraron a los niños
Pasajes sumergidos
de unos 10 metros.
2 millas (3.2 km) aproximadas
A continuación te presentamos los principales aspectos que hacen de este rescate una tarea sobrehumana y, según dicen sus protagonistas, "brutal".
Se acaba el oxígeno
La cámara de aire donde quedaron atrapados los 12 jóvenes y su entrenador se está quedando sin oxígeno. El vicealmirante del comando SEAL de la armada tailandesa, Apakorn Yoo-kongkaew, indicó el viernes que los niveles de oxígeno en el lugar donde está el grupo descendió a 15%, un porcentaje que un médico tailandés que colabora en las tareas de rescate asegura que es sumamente peligroso por los serios riesgos de que los atrapados allí sufran de hipoxia, es decir, falta de aire respirable, la misma condición cuando se está a grandes alturas como cuando se escala el Monte Everest.
Los especialistas dicen que esto es tan grave que es igualmente peligroso dejarlos allí hasta que las aguas desciendan que intentar sacarlos. una operación que está en curso y que tomará días.
Mientras sacan al grupo restante, solo se permite la presencia de hasta 10 rescatistas a la vez con los jóvenes atrapados para evitar que los niveles de CO2 aumenten y disminuya la cantidad, ya baja, de oxígeno.
Las corrientes y el agua turbia
Un buzo belga que vive en Tailandia y que ha nadado en las aguas de la caverna asegura que las corrientes que generan las aguas son tan peligrosas como las que se experimentan en el río Colorado, en Arizona. Ben Reymenants, quien además participó en la búsqueda que halló a los jóvenes, dijo al diario The New York Times que cuando estuvo en las labores de rescate la corriente era fuerte y el agua completamente arenosa, por lo que es doblemente peligrosa, ya que no solo hay condiciones de oscuridad completa, sino que además el agua es turbia, por lo que ni una linterna ayuda.
"Literalmente te tienes que empujar contracorriente una mano a la vez en visibilidad cero", dijo el buzo al diario neoyorquino. "No puedes leer tu profundímetro, no puedes leer cuánto tiempo tienes buceando, prácticamente estás como volando a ciegas en una dirección que no conoces". La situación se asemeja a una tormenta de nieve, el viento empujándote y caminando sin saber hacia dónde vas.
Una de las razones por las que se cree que murió el buzo este viernes intentando llevar oxígeno a la caverna, es que no pudo leer sus marcadores y que por ello uno de sus tanques quedó sin aire y sufrió de hipoxia sin darse cuenta.
Bill Whitehouse, vicepresidente del Consejo Británico de Rescate en Cavernas, cuyo grupo trabaja en las labores en Tailandia, dijo a Univision Noticias que para llegar al lugar donde están los menores hay que atravesar casi una milla de segmentos inundados, el 50% de ellos completamente bajo el agua, sin espacios de aire. Agregó que pese a que se ha estado achicando agua hacia fuera de la cueva, es muy difícil determinar si esto ha ayudado, ya que la cueva se nutre de diferentes fuentes de agua.
Este aspecto -la gran presencia de agua en la caverna- convierte en una tarea cotrarreloj la operación de rescate. Las lluvias del mozón no han llegado en toda su magnitud y si eso ocurre cualquier cosa descrita hasta ahora hay que multiplicarla por 10 en lo que se refiere a la dificultad que hay que sumar.
Distancia y tiempo
Los niños están a casi tres millas (4.8 kms) de la entrada de la cueva. Hay que invertir seis horas para llegar a ellos y otras seis para salir. La dificultad está en que largos segmentos de la cueva están bajo el agua y cuando no es así, los rescatistas deben escalar grandes rocas para luego volver a sumergirse en el agua, y en algunos casos, atravesar pasadizos muy estrechos que requieren quitarse el tanque de oxígeno de la espalda porque de lo contrario no se pueden cruzar.
Por ello es necesario que el rescatista sea multidisciplinario y tenga amplios conocimientos de buceo en cavernas y de escalada de roca. El hecho de que haya unos 110 buzos trabajando dice mucho de la cantidad de horas que hay que invertir en idas y venidas para llevar suministros, suplir de tanques con oxígeno y hacer el cableado para establecer comunicación permanente con el grupo.
El vicealmirante Arpakorn lo resumió en pocas palabras: "Hay muchos pasadizos hacia arriba y hacia abajo. Podemos decirles que esta misión es brutal".