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Salud y Mujer

La mortalidad materna en EEUU: por qué las afroamericanas mueren cuatro veces más que las blancas

El documental de Fusion Death by Delivery analiza las causas de las disparidades en el número de muertes de mujeres negras debido a complicaciones durante el embarazo, el parto o el posparto.
14 Mar 2017 – 11:57 AM EDT
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Las afroamericanas sufren de racismo estructural y, en muchos casos, de maltrato. Especialmente si acuden a hospitales públicos y no tienen seguro. Crédito: Fusion

“Si los números se invirtieran y las mujeres blancas estuvieran muriendo como están muriendo las afroamericanas, habría fondos políticos para atacar este problema”. Con esas palabras, la consejera senior del Center for Reproductive Rights Katrina Anderson llama la atención sobre la injusticia y las enormes desventajas que enfrentan las madres negras de Estados Unidos, quienes tienen cuatro veces más posibilidades de morir que las blancas por complicaciones con el embarazo, mientras o después de dar a luz. Aunque se trata de un asunto complejo, para muchos expertos la causa principal podría resumirse en una palabra: racismo.

Lo mismo opinan otros de los especialistas entrevistados por la reportera Nelufar Hedayat para el documental de Fusion The Naked Truth: Death by Delivery, que investiga las experiencias y dificultades que enfrentan las madres de color al momento de recibir a servicios de salud en estados como Georgia (el de peor desempeño en índices de mortalidad materna) y Nueva York.

Que un embarazo o un parto desemboque en la muerte no solo es un indicador de pobreza, sino también de desigualdad de género e injusticia social. Estados Unidos posee uno de los índices de mortalidad materna más altos de los países desarrollados. Los números han aumentado desde 1987: los datos más recientes de los CDC indican que en el país se registran unas 17 muertes relacionadas con el embarazo por cada 100,000 nacimientos.

Enfermas antes de salir embarazadas

El documental le pone rostro a las devastadoras cifras. Cuenta la historia de Gale, por ejemplo, una madre afroamericana de Georgia de 42 años con dos niños y a la espera del tercero. Su casa está ubicada a una hora del centro de salud más cercano en Augusta. “No sé qué voy a hacer si tengo una emergencia. Es muy preocupante. No hay nada que puedan hacer por mí aquí”, asegura la mujer que sufre de diabetes gestacional, problemas de peso y presión alta. Lo que hace que su embarazo sea de alto riesgo.

Su caso ejemplifica cómo el racismo estructural afecta a las mujeres de color: no solo se trata de las complicaciones que experimentan durante el embarazo o al momento de dar a luz, ni las limitaciones para acceder a servicios de salud de calidad. También tienen más posibilidad de vivir en una comunidad pobre, con menos servicios, menos recursos y menos a la comida sana y al ejercicio: a todos aquellos factores que son críticos para tener una vida saludable.

“Las injusticias les afectan incluso antes de salir embarazadas. Si ya eres víctima de racismo y sufres de estrés crónico, trauma y otros problemas de salud, disminuye enormemente la posibilidad de tener un embarazo saludable”, explicó a Univision Noticias la doctora Deborah Kaplan, comisionada asistente del Departamento de Salud de Nueva York, un estado donde las mujeres reciben mucha más ayuda que en Georgia.

Los datos muestran que las afroamericanas —independientemente de su salario o educación— tienen un peor desempeño que las blancas. Donde viven y trabajan impacta directamente sus embarazos: esos mismos factores provocan las muertes. Grupos de activistas como Black Mamas Matter Alliance aconsejan sobre cómo prevenir que mueran más madres afroamericanas y coinciden al afirmar que la raíz de todo es el racismo: “Las mujeres negras son tratadas diferente por el color de su piel. Muchas no conocen sus derechos y sufren maltratos, especialmente si acuden a hospitales públicos y no tienen seguro. Y también sufren de sexismo: son negras y son mujeres. No hay descanso de esas circunstancias”, explica en el documental la doctora Fleda Jackson, psicólogo e investigadora.

El caso NYC

En la ciudad de Nueva York, específicamente, la probabilidad de morir de una mujer afroamericana por alguna complicación con el embarazo o el parto es aún mayor que la media del país: 12 veces más que una blanca en el período entre 2006 y 2010. “Tenemos una ciudad muy segregada y eso no pasó de la noche a la mañana. Es el resultado de años y años de políticas para excluir y oprimir a las mujeres de color en general”, señala Kaplan a Univision Noticias.

“Debemos tomar en cuenta los asuntos que más las afectan: los hogares, la comida, la seguridad de sus calles, la violencia a la que se exponen que puede afectar su salud y aumentar la probabilidad de enfermedades crónicas y el estrés que impide que tengan un embarazo saludable”, agrega. Un reporte del Departamento de Salud del estado de Nueva York encontró que incluso las negras más educadas (que han ido a la universidad) muestran un peor desempeño que las blancas que no han accedido a la secundaria.

“EEUU es el único país con una economía avanzada donde ha aumentado la mortalidad materna en la última década. No vemos esto como un problema de recursos, sino de dónde se están invirtiendo. No se está ayudando a las mujeres más pobres”, apunta Katrina Anderson del Center for Reproductive Rights.

Para afrontar la crisis, la ciudad de Nueva York ha formado un comité de revisión con médicos, es, residentes y líderes de las comunidades para determinar qué hacer entre todos. “A través de nuestro programa ‘Healthy start’ nos estamos enfocando en los vecindarios que tienen índices más altos índices de mortalidad materna en el norte y el centro de Brooklyn. También apoyamos los programas de cuidado prenatal que ayudan a reducir el nacimiento de prematuros. Hay que hablar de esta injusticia. Tenemos una gran oportunidad de hacer la diferencia”.

El documental fue transmitido a través de Periscope y puede verse aquí.

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