Demanda contra Bolthouse Farms por peligrosos niveles de químicos tóxicos en sus batidos
La nueva demanda colectiva, presentada en Nueva York, alega que lejos de elaborar el jugo de forma completamente natural, como asegura en sus campañas publicitarias, el fabricante estadounidense Bolthouse Farms engañó a sus clientes ya que Green Goddess contiene PFAS tóxicos.
Los uniformes escolares, entre otros miles de productos de consumo que resisten al agua, las manchas y el calor. Están relacionados con el cáncer, las complicaciones fetales, las enfermedades hepáticas y renales, los trastornos autoinmunitarios y otros problemas de salud graves.
Se considera que el agua es la principal vía de exposición, pero los investigadores han descubierto recientemente que los alimentos contaminados suponen un riesgo mayor de lo que se pensaba. Aun así, la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA en inglés) ha tomado pocas medidas para hacer frente a la contaminación de los alimentos.
"Cuando la FDA flaquea, los bufetes de abogados que están ahí fuera van a proteger a sus clientes porque la FDA no se ocupa de ello", dijo en declaraciones a The Guardian Tom Neltner, del Fondo de Defensa Medioambiental, una organización sin ánimo de lucro que presiona a la agencia para que adopte medidas más contundentes sobre los PFAS.
Los mismos abogados presentaron semanas antes una demanda similar contra Coca-Cola por la presencia de PFAS en algunas de sus bebidas.
Aunque el envase de Bolthouse afirma que el batido está hecho de "jugo de fruta 100%", la demanda afirma que los PFAS son "una categoría de sustancias químicas sintéticas que son, por definición, artificiales".
“El demandado es muy consciente del deseo de los consumidores de evitar productos químicos potencialmente nocivos, que es exactamente la razón por la que ha emprendido una campaña de marketing agresiva y uniforme destinada a convencer a los consumidores de que el producto está libre de ingredientes artificiales como PFAS", dice la demanda.
De dónde prodecen los químicos tóxicos PFAS
No está claro cómo llegaron las sustancias químicas a la bebida, y es muy poco probable que se añadieran intencionadamente. Una posibilidad, según dijeron los investigadores de a The Guardian, es que estén en la fruta, contaminada por pesticidas o agua.
También es posible que el agua añadida a la bebida estuviera contaminada. Por último, es concebible que las sustancias químicas se añadieran al envase de plástico. "Simplemente no lo sabemos, pero Bolthouse debería analizar sus productos", dijo Neltner.
Los demandantes confían en que su acción impulse leyes más estrictas para regular la presencia de estos tóxicos, y ayude a hacer más conocidos los riesgos sobre los PFAS. La demanda también hace hincapié en la amplia campaña publicitaria de Bolthouse, a la que acusa de "realizar esfuerzos de marketing generalizados para convencer a los consumidores de que el producto es una bebida sana y natural". Bolthouse también afirma que el batido está libre de "numerosos ingredientes cuestionables", como conservantes artificiales, colorantes y saborizantes.