Gobernador de Oklahoma firma ley que prohíbe completamente el aborto

El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, firmó este martes el proyecto de ley que hace ilegal realizarse un aborto en el estado en cualquier etapa del embarazo y lo penaliza con prisión.
La decisión del gobernador se suma a iniciativas similares en estados liderados por republicanos en todo el país: buscan restringir el al aborto en momentos en que la Corte Suprema evalúa el destino del fallo Roe v. Wade, que lo legalizó en 1973.
"Le prometí a los habitantes de Oklahoma que firmaría todos los proyectos de ley provida que lleguen a mi escritorio y eso es lo que estamos haciendo hoy”, dijo Stitt rodeado de políticos, líderes religiosos y activistas antiaborto que portaban un cartel con el mensaje "la vida es un derecho humano".
“Queremos que Oklahoma sea el estado más provida del país. Queremos prohibir el aborto en el estado de Oklahoma”.
El alto funcionario dijo que firmó la ley “en apoyo a la protección de las vidas de los niños no nacidos en Oklahoma”.
Los legisladores de Oklahoma habían votado hace días y tras un corto debate a favor de la ley SB 612, que ilegaliza el aborto en el estado y lo convierte en un delito con penas de hasta 10 años de prisión y multas de 100,000 dólares.
La ley de Oklahoma solo plantea una excepción: que la vida de la madre esté en peligro. Fue aprobada por los legisladores estatales la semana pasada pese a que decenas de personas pedían frenarla frente al Capitolio de Oklahoma.
Si no es frenada en las cortes, la ley entrará en vigor en verano. Se espera que proveedores de abortos en el estado, representados por Planned Parenthood Federation of America y el Center for Reproductive Rights, impugnen impugnen la decisión.
Es uno de los siete proyectos que los legisladores estatales están promoviendo sobre este tema. Cerraría la puerta a cientos de mujeres no solo de Oklahoma sino de estados como Texas, que viajan para tener cuidados de salud desde que fue aprobada una ley que prohíbe el procedimiento tan pronto como a las seis semanas de embarazo.
Tamya Cox-Touré, directora ejecutiva de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), aseguró la semana pasada que casi la mitad de las pacientes que atienden en Oklahoma provienen de Texas. "Estos proyectos de ley dañinos son un recordatorio alarmante de que los días del al aborto legal y seguro podrían estar contados".
Un estudio de la Universidad de Texas asegura que desde que se puso en efecto en septiembre de 2021, la ley SB 8 de Texas ha forzado a cerca de 1,400 mujeres a salir del estado cada mes para poder acceder al aborto. Entre ellas, 45% iban a cualquiera de los cuatro centros que operan en Oklahoma. Antes de que se aplicara, entre septiembre y diciembre de 2019, 514 salían del estado; después, entre septiembre y diembre de 2021, el número escaló hasta 5,574.
Con la ley de Oklahoma ahora las mujeres de este estado y las de Texas tendrán que viajar a Arkansas o Nuevo México, donde empieza a sentirse el colapso en sus centros de aborto al punto de que las citas se consiguen para entre dos y cuatro semanas.
Myfy Jensen-Fellows, directora de abogacía de Trust Women, que tiene una clínica en ese estado, considera que lejos de acabar con el aborto, leyes como la de Oklahoma "lo que harán es empujar a las personas más hacia los márgenes, obligar a las personas a continuar embarazos que ponen su salud en riesgo, o asumir riesgos importantes y buscar cuidados de aborto donde los puedan encontrar".
El futuro de esta ley va a depender de la decisión que la Corte Suprema tome sobre el caso del proyecto de Mississippi, que podría revertir la histórica sentencia de Roe Vs. Wade —que estableció el derecho al aborto en Estados Unidos— y limitar el aborto en el país hasta la semana 15.
Lo que pasa en Oklahoma no es un caso aislado. Está ocurriendo en al menos 29 estados republicanos más, según registros de organizaciones. La semana pasada, el Idaho, la Legislatura aprobó el mes pasado una ley antiaborto moldeada a semejanza de la de Texas, que prohíbe el aborto después de las seis semanas de embarazo.
Como respuesta al avance de leyes antiaborto en Estados Unidos, los demócratas han dicho que harán contrapeso con proyectos para abrir sus puertas ante la pérdida de espacios. En California, por ejemplo, los legisladores están considerando catalogar al estado como "santuario" para aquellas mujeres que tengan que viajar cientos de millas desde otros estados en búsqueda de servicios de salud reproductiva.
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