La anorexia también es un problema del metabolismo y no solo psiquiátrico

El estudio internacional, en el que han participado científicos de más de cien países, identifica ocho mutaciones genéticas vinculadas a la anorexia nerviosa y sugiere que, al menos en parte, es un trastorno metabólico y no puramente psiquiátrico, como se pensaba hasta ahora. Este hallazgo podría ser clave a la hora de mejorar el tratamiento de un desorden con la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades psiquiátricas.
Según el estudio, la base genética de la anorexia nerviosa se solapa con rasgos metabólicos (incluido glucémicos), lípidos (grasas) y antropométricos (medición corporal), y esto es independiente de los efectos genéticos que influyen en el índice de masa corporal. De la misma manera, las variables genéticas implicadas en la anorexia nerviosa se asocian con otros trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.
Pero también, según este trabajo, estos aspectos genéticos influyen en la actividad física, lo que podría explicar la tendencia de las personas con esta enfermedad a presentar una elevada hiperactividad.
Enfermedad potencialmente mortal
La anorexia nerviosa, que afecta a entre el 1% y el 2% de las mujeres y entre el 0,2% y el 0,4% de los hombres, es una enfermedad grave que puede ser potencialmente mortal, recuerda en una nota de prensa el King's College de Londres, en Reino Unido, que señala que sus síntomas pueden incluir un peso corporal peligrosamente bajo, un miedo intenso a aumentar de peso y una imagen corporal distorsionada.
"Las anomalías metabólicas observadas en pacientes con anorexia nerviosa se atribuyen con mayor frecuencia a la inanición, pero nuestro estudio muestra que las diferencias metabólicas también pueden contribuir al desarrollo del trastorno", confirma Gerome Breen, autor del estudio. "Nuestros análisis indican que los factores metabólicos pueden jugar un papel casi tan importante como los efectos puramente psiquiátricos", agrega este investigador del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres.
El cambio de paradigma puede dar lugar a otras alternativas terapéuticas para luchar de forma más eficaz contrala enfermedad. Hoy por hoy, uno de cada cuatro afectados muestra resistencia al tratamiento, mientras que un 65% tiene tendencia a la recaída.
Los médicos han considerado durante mucho tiempo que el ambiente familiar es un factor importante en la anorexia, y han señalado que el perfeccionismo, entre otros rasgos, podría ser un detonante. Pero este trabajo parece indicar que la relación causa-efecto es la inversa.
“Las familias de las personas con anorexia tienden a tener un alto grado de perfeccionismo, pero creemos que estamos tomando la relación causa y efecto de forma equivocada. No es el perfeccionismo lo que está causando la anorexia, es la tendencia hacia tener anorexia lo que está causando el creciente perfeccionismo”, dijo Breen en declaraciones a The Guardian. “Lo que creemos es que el ambiente familiar y la genética interactúan”.
El estudio, publicado en la revista Nature Genetics, analiza el genoma de cerca de 17,000 pacientes con anorexia nerviosa y más de 55,500 personas sanas (el grupo de control). Los ocho genes identificados en la investigación explican solamente una pequeña fracción de los casos de anorexia. Como ocurre con muchas otras dolencias, probablemente hay cientos o incluso miles de genes que hacen que se incremente el riesgo de padecer este problema.