Poderoso empresario hondureño busca una salida "compasiva" de su prisión en Miami debido al coronavirus

Yani Rosenthal, un exlegislador hondureño de 54 años que postuló dos veces a la presidencia y purga condena en una cárcel federal de Miami por lavado de dinero, argumentando que su salud corre peligro en medio de la pandemia del coronavirus.
El otrora político se declaró culpable en 2017 de un cargo de lavado de dinero en Estados Unidos y recibió una sentencia sustancialmente reducida de tres años después de pagar una multa de $2.5 millones.
Quien fuera uno de los empresarios más poderosos y mejor conectado políticamente en Honduras comenzó a cumplir su condena hace dos años en la prisión federal de Miami. Actualmente su puesta en libertad está programada para el 8 de agosto de 2020.
Pero su abogado pidió este viernes una liberación anticipada en una corte federal en Nueva York, citando una ley que permite que los "prisioneros con menores niveles de riesgo y menores necesidades" puedan ser confinados en sus casas por hasta seis meses.
"Mantener al Sr. Rosenthal en prisión por unos meses más no hará una diferencia marginal en el efecto disuasorio de su castigo, ya que sopesa el grave riesgo para su salud y bienestar si permanece confinado", escribió su abogado, Michael Díaz, a la corte.
"La combinación del brote de covid-19, las condiciones médicas del Sr. Rosenthal, su mayor susceptibilidad a una enfermedad mortal transmisible que puede matarlo en la cárcel (en oposición a su aislamiento en su hogar en Honduras) y el hecho de que el Sr. Rosenthal le quedan menos de cuatro meses en su sentencia, presenta una razón extraordinaria y convincente que justifica una reducción de la condena al tiempo cumplido ", agregó el abogado.
Su primo, Yankel Rosenthal, exministro de Inversiones, también fue condenado a cárcel en Estados Unidos en 2018 por su participación en actos ilícitos con la famosa banda de narcotraficantes 'Los Cachiros'. Regresó a Honduras en febrero después de completar su condena de dos años.
Rosenthal niega haber estado involucrado a sabiendas en el lavado de dinero de drogas, y señala que el negocio de empaque de carne de su familia se enredó accidentalmente en las operaciones ganaderas de Los Cachiros.
Y, en 2015, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a tres de la familia Rosenthal y su negocio familiar, Grupo Continental, con sede en San Pedro Sula, por ser presuntos traficantes de 'narcóticos especialmente designados'.
Rosenthal es uno de una larga lista de políticos, policías y empresarios hondureños acusados de ayudar a narcotraficantes en los últimos años, incluido otro exlegislador, Tony Hernández, hermano del actual presidente Juan Orlando Hernández.
El exlegislador tampoco es el primer preso condenado en buscar la liberación compasiva de la prisión por cargos relacionados con drogas. El extraficante del cartel de Medellín Fabio Ochoa, de 62 años, busca su liberación anticipada después de cumplir más de 21 años en la cárcel.
Asimismo, un juez en Miami rechazó la semana pasada la petición de liberación anticipada de otro traficante colombiano, Gilberto Rodríguez Orejuela, de 81 años, el exlíder del Cartel de Cali.
"No es elegible"
Según documentos judiciales, las autoridades penitenciarias inicialmente negaron la solicitud diciendo que Rosenthal no cumple con los criterios para la detención domiciliaria de covid-19 en Estados Unidos, ya que es un ciudadano extranjero que enfrenta deportación.
Rosenthal actualmente sufre de sinusitis crónica y dermatitis atópica, según Díaz, que causa congestión nasal, inflamación de la piel y fatiga.
Debido a su edad y condición médica, "si el Sr. Rosenthal contrae el covid-19, su vida está en peligro porque su sistema inmunológico no está en condiciones óptimas, y cualquier infección respiratoria relacionada con covid-19 podría desestabilizarlo", afirmó Díaz.
"Las personas encarceladas viven muy cerca unas de otras y tienen poco a desinfectantes de manos, no pueden lavárselas con frecuencia ni seguir otras medidas de seguridad recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés), como permanecer a una distancia de seis pies", explicó a la corte.
"Además, las cárceles pueden hacer que el covid-19 se propague como un incendio forestal y la introducción de un solo portador del virus (a menudo las personas que son asintomáticas) podría afectar a todas las demás personas dentro de una instalación", agregó.
Díaz también argumentó que Rosenthal era un preso modelo. Según el rabino de la prisión, Menachem M. Katz, este mostró "remordimiento completo" tras las rejas y "se había esforzado constantemente por alcanzar niveles más altos en un esfuerzo por vivir una vida más espiritual".
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