El FBI investiga la desaparición de una mujer y su bebé de 2 semanas
Nadie sabe qué pudo pasar con Heidi Broussard y su bebé de dos semanas de nacida, Margot. Ambas fueron vistas por última vez el pasado jueves, cuando la madre dejaba a su hijo de 6 años en su escuela a las 7:30 de la mañana. Las autoridades creen que ambas regresaron al complejo de apartamentos en el que viven, pero a partir de ahí se termina su rastro.
El Departamento de Policía de Austin emitió un alerta en sus redes sociales pidiendo ayuda a la comunidad. En una nota que compartieron el viernes, describen a Heidi como una mujer blanca, de 33 años, unas 150 libras y cabello largo, oscuro, pero con reflejos. La niña apenas había nacido el 26 de noviembre y pesa poco más de 7 libras.
"El caso es único. No tenemos una persona de interés en este momento (...) Todo es posible en este punto", dijo este martes en una breve rueda de prensa el detective de ese cuerpo, Brad Herries, que está a cargo de la investigación.
Herries explicó que han indagado incesantemente, consultado a vecinos, a la propia familia, a los compañeros de trabajo de la madre e incluso a excompañeros. Y el resultado sobre nuevos datos ha sido el mismo: ninguno. Por eso, aseguró, "hemos pedido ayuda al FBI".
La respuesta del FBI no tardó, y el buró puso a disposición su Unidad de Secuestros a Niños, aunque Herries dijo que eso no implica que ya consideren como un hecho que ambas fueron raptadas. "Exploramos todas las vías y posibilidades que podamos", precisó.
Shane Carey, novio de Heidi, dijo a la afiliada de NBC en Austin que cuando llegó a la casa tras buscar a su hijo de 6 años en la escuela, encontró el auto estacionado pero ninguna de las dos estaba en el apartamento y nada parecía estar fuera de lugar en la vivienda. A las 7:30pm de ese día, cuando Heidi no volvió, él decidió reportar la desaparición de ambas a la policía.
Este martes, los periodistas insistieron a Herries sobre la posibilidad de que en la familia existieran antecedentes de violencia doméstica. El detective se negó a responder al alegar que se trata de una investigación en curso.
Ante la falta de pistas, a Herries solo le quedó continuar pidiéndole a la comunidad que e al 911, a la Policía de Austin o a su policía local en caso de que vean a la madre y su hija.