Seis cosas que debes saber sobre los tiroteos masivos en Estados Unidos

Estados Unidos ha sufrido otro tiroteo masivo, esta vez junto al Mandalay Bay Resort and Casino en Las Vegas, Nevada. Es el tiroteo masivo más letal en la historia de EEUU, según informes.
Como criminólogo, he examinado las investigaciones recientes para tratar de refutar algunos de los errores más comunes que oigo que en los debates que surgen cada vez que se produce un tiroteo masivo. He aquí los datos más importantes sobre algunos estudios recientes sobre tiroteos masivos para ayudarle a identificar la desinformación cuando la escuche.
#1: Más armas no brindan más seguridad
Un estudio que realicé sobre los tiroteos masivos reveló que aunque este fenómeno no se limita a EEUU –también ocurrieron tiroteos masivos en otros 25 países ricos entre 1983 y 2013–, el número de tiroteos masivos en EEUU supera al de cualquier otro país incluido en el estudio durante el mismo período de tiempo.
Estados Unidos tuvo 78 tiroteos masivos en 30 años. El mayor número de tiroteos masivos experimentado fuera de EEUU fue en Alemania, donde se produjeron siete tiroteos.
En los otros 24 países industrializados juntos ocurrieron 41 tiroteos masivos. En otras palabras, Estados Unidos tuvo casi el doble del número de tiroteos masivos que todos los otros 24 países combinados en el mismo periodo de 30 años.
Otra conclusión importante es que los tiroteos masivos y las tasas de propiedad de armas están altamente correlacionados. Cuanto más personas tengan armas, más susceptible es un país a sufrir tiroteos masivos. Esta asociación sigue siendo elevada, incluso cuando el número de incidentes en EEUU se elimina del análisis.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha encontrado resultados similares, lo cual establece que los países con niveles más altos de propiedad de armas de fuego también tienen mayores tasas de homicidios con armas de fuego.
Mi estudio también muestra una fuerte correlación entre las víctimas de tiroteos masivos y las tasas de muerte por armas de fuego en general. Sin embargo, en este último análisis, la relación parece estar impulsada principalmente por el elevado número de muertes por armas de fuego en EEUU. La relación desaparece cuando se elimina a EEUU del análisis.
#2: Los tiroteos son cada vez más frecuentes
Un estudio reciente publicado por el Centro de Investigación de Control de Lesiones de Harvard muestra que la frecuencia de los tiroteos masivos ha ido aumentando con el tiempo. Los investigadores midieron el aumento calculando el tiempo transcurrido entre cada tiroteo masivo. Según la investigación, el tiempo que separa las incidencias de tiroteos masivos pasó de un promedio de 200 días durante el período de 1983 a 2011 a 64 días desde el año 2011.
Lo que también es alarmante de los tiroteos masivos es el hecho de que esta tendencia creciente se está moviendo en la dirección opuesta a la de las tasas de homicidio intencional en general en EEUU, la cual disminuyó casi 50% desde 1993, y en Europa, donde los homicidios intencionales disminuyeron en un 40% entre 2003 y 2013.
#3: Restringir las ventas sí sirve
Gracias a la segunda enmienda, EEUU tiene leyes permisivas de concesión de licencias para armas de fuego en contraste con la mayoría de los otros países desarrollados, que tienen leyes restrictivas.
Según un trabajo fundamental realizado por los criminólogos George Newton y Franklin Zimring, las leyes permisivas de concesión de licencias para armas de fuego derivan en un sistema en el que todos, excepto grupos de personas a quienes se les prohíbe específicamente, pueden adquirir armas de fuego. En un sistema como éste, un individuo no tiene que justificar la compra de un arma; por el contrario, la autoridad que da el permiso es la encargada de ofrecer las pruebas para negar las posibilidades de adquisición de armas.
Por el contrario, las leyes restrictivas de concesión de licencias para armas de fuego derivan en un sistema en el que los individuos que quieren comprar armas de fuego deben demostrarle a la autoridad otorgante que tienen razones válidas para obtener un arma –como utilizarla en un campo de tiro o ir de caza– y deben demostrar su 'buena conducta'.
Qué tipo de ley de armas de fuego se aprueba tiene impactos importantes. Los países con leyes restrictivas de concesión de licencias para armas de fuego muestran menos muertes por armas de fuego y una menor tasa de propiedad de armas.
#4: La verificación de antecedentes también sirve
En las verificaciones de antecedentes más estrictas que se realizan en los países desarrollados, los ciudadanos están obligados a capacitarse para el manejo de armas de fuego, obtener una licencia de caza o proporcionar pruebas de estar afiliados a un campo de tiro.
Los individuos deben demostrar que no pertenecen a ningún 'grupo prohibido', como enfermos mentales, delincuentes, niños o personas con alto riesgo de cometer delitos violentos, como personas que han amenazado la vida de otros.
Esta es la conclusión: con estas restricciones, a la mayoría de los estadounidenses que han cometido tiroteos masivos (conocidos como tiradores activos) se les habría negado la compra de un arma de fuego.
#5: No todos los tiroteos masivos son terrorismo
A veces los periodistas describen los tiroteos masivos como una forma de terrorismo doméstico. Esta conexión puede ser engañosa.
No hay duda de que los tiroteos masivos son 'aterradores' y 'aterrorizan' a las comunidades donde han ocurrido. Sin embargo, no todos los tiradores activos involucrados en tiroteos masivos tienen un mensaje o causa política, parte de la definición de 'terrorismo'.
Por ejemplo, el tiroteo en la iglesia de Charleston, Carolina del Sur, en junio de 2015 fue un crimen de odio, pero el gobierno federal no lo consideró un acto terrorista.
La mayoría de los tiradores activos se relacionan con problemas de salud mental, intimidación y empleados descontentos. Los tiradores activos pueden estar motivados por una serie de motivaciones personales o políticas, generalmente no relacionadas con debilitar la legitimidad del gobierno. Las motivaciones frecuentes son la venganza o el afán de poder.
#6: Las comparaciones históricas pueden ser imperfectas
A partir de 2008, el FBI utilizó una definición estrecha de los tiroteos masivos. Limitaron los tiroteos masivos a los casos en que una persona –o en circunstancias excepcionales, más de una– "asesina a cuatro o más personas en un solo incidente (sin incluir al tirador), normalmente en una sola ubicación".
En 2013, el FBI cambió su definición, distanciándose de los 'tiroteos masivos' en favor de definir a un 'tirador activo' como 'un individuo activamente involucrado en el asesinato o intento de asesinato de personas en un área poblada y confinada'. Este cambio significa que la agencia ahora incluye incidentes en los que mueren menos de cuatro personas, pero en los que hay varios heridos, como este tiroteo de 2014 en Nueva Orleans.
Este cambio en la definición impactó directamente el número de casos incluidos en los estudios y afectó la comparabilidad de los estudios realizados antes y después de 2013.
Algunos investigadores de los tiroteos masivos, como el criminólogo James Alan Fox de la Northeastern University, incluso han incorporado en sus estudios varios tipos de homicidios múltiples que no pueden definirse como tiroteos masivos: por ejemplo, el familicidio (una forma de violencia doméstica) y los asesinatos entre pandillas. En el caso del familicidio, las víctimas son exclusivamente de la familia y no transeúntes al azar.
Los asesinatos entre pandillas suelen ser delitos con fines de lucro o castigo por bandas rivales o porque un miembro de la pandilla es un informante. Tales homicidios no se incluyen en el análisis de los tiroteos masivos.
Para resumir: más armas no significa más seguridad y aunque no todos los tiroteos masivos son terrorismo, todos los tipos de tiroteos son cada vez más frecuentes. Restringir las ventas sí evita más muertes, y la verificación de antecedentes, también.

Nota del Editor: Este artículo fue actualizado el 2 de octubre de 2017. Fue publicado originalmente el 3 de diciembre de 2015.

*Frederic Lemieux es profesor de Práctica y Director de la Facultad de Máster en Inteligencia Aplicada de la Universidad de Georgetown