"Fue muy hábil y táctico": la policía elogia al "héroe" civil que abatió al atacante en Indiana
Elisjsha Dicken paseaba el domingo con su novia por el centro comercial Greenwood Park, en Greenwood, Indiana, cerca de las 06:00 pm cuando escuchó las primeras detonaciones. Probablemente no sabía que en pocos minutos iba a asumir un papel protagónico y convertirse en un "héroe" que detuvo la que pudo haber sido una nueva matanza masiva en Estados Unidos.
En el patio de comidas del centro comercial un hombre armado con un rifle disparaba a discreción mientras la gente corría a guarecerse de la lluvia de balas.
Dicken, de 22 años, residente del vecino condado Bartholomew, portaba legalmente una pistola oculta en ese momento. Visualizó al atacante y lo enfrentó "desde una distancia considerable", explicó este lunes en una conferencia de prensa jefe de policía de Greenwood, Jim Ison.
Aunque carecía de formación policial o militar, el joven mostró movimientos "competentes" y "tácticamente acertados" al disparar al agresor y abatirlo.
"Fue muy hábil en eso, muy táctico, y, mientras se movía para acercarse al sospechoso, también estaba haciendo señas para que la gente saliera detrás de él", aseveró Ison.
Al cesar el tiroteo, Dicken se entregó al personal de seguridad del centro comercial y cooperó con la policía.
El atacante disparó 24 veces y quién lo abatió hizo solo 10 tiros
Tres víctimas, todas latinas, murieron en el tiroteo: Pedro Pineda, de 56, y Rosa Miriam Rivera de Pineda, de 37, que eran marido y mujer; y Víctor Gómez, 30 años.
La cancillería de El Salvador confirmó en la noche del lunes que los Pineda eran de nacionalidad salvadoreña. Ambos "laboraban en el rubro de la construcción" y tenían más de 15 años de residir en Estados Unidos, indicó la cancillería en un comunicado.
Las tres víctimas fueron abatidas por el atacante que ha sido identificado como Jonathan Douglas Sapirman, de 20 años.
Según la policía, Sapirman disparó 24 veces en dos minutos. Dicken disparó 10 veces, matando al pistolero cuando intentaba retirarse a un baño del centro comercial donde había pasado una hora aparentemente preparándose para el ataque.
Sapirman utilizó un rifle estilo AR-15 durante el tiroteo y que los investigadores encontraron otro en el baño. También encontraron una pistola que llevaba una funda en la cintura y tenía varios cargadores que contenían más de 100 cartuchos.
Ison no duda en que probablemente se habría cobrado muchas más vidas si no fuera por las acciones "heroicas" de Dicken.
En un exhorto a la moderación de los medios de comunicación, el jefe policial manifestó que ahora Dicken necesita "espacio y tiempo para procesar lo que ha pasado".
Aunque las autoridades dijeron que Dicken estaba legalmente armado, el centro comercial prohíbe a las personas llevar armas en su propiedad. El centro comercial emitió un comunicado el lunes diciendo que lamenta las víctimas y elogiando las "acciones heroicas" de Dicken. No mencionó su política de prohibición de armas.
Todavía se desconocen las razones del tiroteo
Ison dijo que todavía están investigando el hecho y no había un motivo claro para el tiroteo.
No había indicios de que el atacante fuera violento o inestable, según dijeron sus familiares a la policía, pero había recibido recientemente una notificación de desahucio y había renunciado a un puesto en un almacén en mayo.
Ison mencionó que el agresor había tenido encuentros previos con la policía local, incluso por una pelea en la escuela.
Dicken se ha convertido rápidamente en una causa para los defensores de las armas, que alegan que los civiles armados son la mejor defensa contra los tiroteos masivos.
Desde el 1 de julio, la ley de Indiana permite que cualquier persona mayor de 18 años porte un arma de fuego en público, con algunas excepciones, como tener una condena por un delito grave, enfrentar una orden de restricción o tener una enfermedad mental peligrosa según lo determine un tribunal.
Este último ataque ocurrió un par de semanas después de que un hombre armado abriera fuego en un desfile del 4 de julio en Highland Park, un suburbio de Chicago que dejó siete muertos y al menos tres docenas de heridos.
Otras dos grandes masacres ocurrieron en mayo: 19 niños y dos maestros fueron asesinados en una escuela primaria en Texas.
