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Universidades

Padre e hija estudian juntos el mismo doctorado y reciben su diploma en la misma ceremonia

Simón Ramos y su hija, Rossi, decidieron estudiar juntos y se apoyaron en las buenas y en las malas, sobre todo cuando el hijo de la mujer enfermó de cáncer.
21 Jun 2016 – 05:28 PM EDT
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Rossi Ramos y su papá, Simón. Crédito: Nova Southeastern University

Matemáticas, economía, istración de empresas, planificación: Durante 74 años Simón Ramos ha ido acumulando estudios en todos estos campos, pero la semana pasada obtuvo el más gratificante.

Un doctorado en Educación que estudió junto a su hija Rossi, y que ambos recibieron en una ceremonia en la Nova Southeastern University (NSU) de Davie (sur de Florida), el mismo fin de semana del Día de los Padres.

"Me siento súper orgullosa de que mi papá y yo pudimos hacer el doctorado juntos, y qué gran regalo poderle dar esto a mi papi", dijo Rossi, de 42 años de edad, durante la ceremonia de graduación el viernes pasado en Davie.

Simón, de 74 años de edad, es profesor de matemáticas del Hillsborough Community College en Tampa.

Contó que llegó de Venezuela junto a su esposa, Rossi y otros dos hijos a Tampa hace 32 años, "más que todo por razones de educar a los niños y darles la oportunidad de que tuvieran el mundo abierto". Un cuarto hijo nació en Estados Unidos.

En este país les inculcó a Rossi y a los chicos que para ellos era "sagrado" estudiar, como hicieron con él sus padres en su natal Güiria, en el estado venezolano Sucre, cuando era pequeño.

"Mi papá y mi mamá lo que hicieron fue inculcarnos que llegáramos a donde ellos no habían llegado. Ninguno de ellos fue universitario pero ninguno de ellos perdonó que nos quedáramos en el camino", cuenta Simón.

Sus padres "hicieron todos los sacrificios posibles porque yo fuera a la universidad, porque me viniera de Güiria, porque me fuera a Caracas a estudiar, que ir a Caracas era lo máximo, a la Universidad Central de Venezuela (UCV), y así fue", explica.

Simón estudió en la UCV, se desempeñó como asistente de profesor de matemáticas y se graduó de Economía.

Rossi, por su parte, heredó la vena estudiosa de su padre y obtuvo su bachillerato en Marketing de la Universidad del Sur de Florida, y una Maestría en istración de Empresas de la Universidad de Tampa.

No sabe de quién fue primero la idea de estudiar un doctorado juntos, si de ella o de su padre.

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Padre e hija se graduaron juntos de la universidad

"Fue algo mutuo. Yo siempre supe que quería un doctorado. El año que empecé fue más por mi papá. Él se acababa de graduar de NSU en el Master de Matemáticas, y me acuerdo que nos dijo 'bueno, la próxima eres tú'", cuenta Rossi.

"En un abrir y cerrar de ojos nos dimos cuenta de que que ya nos estábamos yendo a la orientación del doctorado para ver si nos gustaba y antes de que nos diéramos cuenta ya nos estábamos inscribiendo", agregó.

La mujer cuenta que tener a su padre junto a ella fue un estímulo adicional para estudiar.

"Él me entusiasmó mucho porque él me dijo: 'Si tú lo haces yo voy contigo'. Qué mejor que tener a alguien que yo sé que me iba a dar más bien apoyo...sobre todo en la vida que uno ya tenía, vida familiar, esposa, dueña de casa, todo eso, ya trabajando a tiempo completo, es un sacrificio", narra la nueva doctora en Educación.

Su padre explica que durante el programa de doctorado ambos iban juntos a las conferencias e incluso lograron que se les asignaran las mismas asesoras.

"Hubo una comunidad de los dos, padre e hija, que nos unió, que nos compenetró más, y que nos permitió hacerlo como más divertido", opinó Simón.

Durante el transcurso de los estudios al hijo único de Rossi, de dos años de edad, se le diagnosticó cáncer, y cuenta que tener a su padre cerca fue fundamental para no dejar los estudios a pesar de la crisis familiar.

"Fue una cosa que duró más de un año y medio más o menos. Estar en hospitales día y noche, yo trabajaba a tiempo completo y ahí se me complicó un poco más, se me puso peor la tarea, pero pudimos un semestre con el apoyo que tuvimos el uno para el otro. Pudimos sacar la carrera poco a poco, pero no dejarla", cuenta Rossi.

Por fortuna "hace menos de un mes le hicieron los últimos exámenes (a su hijo) y salió todo bien y ya pues fue declarado libre de cáncer".

Rossi trabajaba en la empresa IBM y dejó el empleo para estudiar, y ahora, con su doctorado en Educación, quiere buscar trabajo en su campo o en la academia.

Simón, por su parte, aún no piensa en jubilarse, seguirá enseñando matemáticas, aunque cada vez menos horas, y dice que le interesa seguir estudiando una vieja pasión, la teología.

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