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Virus del Zika

El miedo que enfrentan las latinoamericanas embarazadas con zika

El testimonio de una colombiana revela la angustia que sienten las mujeres encintas que viven en zonas de transmisión activa del virus. Las peticiones de píldoras abortivas en la región se han disparado, aumentando del 36% al 108%, según un reciente estudio.
2 Jul 2016 – 07:13 PM EDT
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Hasta el presente se sabe que el virus del Zika se puede transmitir de una mujer embarazada al feto y se ha relacionado con un defecto congénito grave del cerebro llamado microcefalia. Crédito: Johan Ordonez / AFP / Getty Images

María Angélica Vargas no quiere pensar en el zika que contrajo hace unos meses. Ni siquiera recuerda la fecha con precisión. No quiere recordar esos días: el sarpullido, los ojos rojos, mucho dolor en las manos y los pies. Un dolor que se prolongó por varias semanas. No quiere pensar en nada de eso porque ahora está embarazada, y siente temor, mucho temor, ante todo lo que podría ocurrir.

"He escuchado sobre varios casos de niños que han nacido con microcefalia y malformaciones, de madres con zika. Yo no quiero traumatizarme, porque sufro de migraña y, si me preocupo, me da", dice la mujer de 29 años, a quien ya se le empieza a notar la barriga.

María Angélica vive en Barranquilla, la ciudad colombiana que se ha visto más afectada por la epidemia. Según el Instituto Nacional de Salud de Colombia, se han registrado más de 4,000 casos de zika en esa ciudad.

Se sabe que el virus del Zika se puede transmitir de una mujer embarazada al feto y se ha relacionado con un defecto congénito grave del cerebro llamado microcefalia. Otros problemas se han detectado entre los fetos y recién nacidos infectados con el virus Zika antes del nacimiento, tales como estructuras cerebrales poco desarrolladas, defectos de los ojos, déficits auditivos y retraso del crecimiento en los niños.

En un estudio publicado esta semana en The Lancet se explica que deben buscarse síntomas anormales en el cerebro mediante ecografías, pues la medición de la circunferencia de la cabeza no es suficiente. Uno de cada cinco bebés examinados presentaba anomalías, aunque el tamaño de su cabeza era normal, hecho que indica que muchos casos afectados pasarían inadvertidos.

María Angélica tiene un embarazo de alto riesgo por varias razones: tuvo zika poco antes de la concepción, antes le practicaron un aborto porque el feto no se había desarrollado bien, sufre de asma, migraña y sobrepeso, y su primera hija nació prematura. Por eso ahora está en un programa de seguimiento para observar la evolución de su embarazo y el desarrollo de su hijo, incluso hasta cuando cumpla un año de edad.

En Barranquilla, desde que comenzó la epidemia en septiembre de 2015, se han reportado más de 1,200 casos de mujeres embarazadas con el virus y 7 casos de microcefalia asociada al zika.

A pesar del riesgo, María Angélica está tranquila. Trata de que la preocupación no la afecte en estos días, y prefiere esperar los resultados de un ecosonograma que le harán pronto: el primero de su control prenatal.

"Todos los médicos me han regañado porque no he debido quedar embarazada tan rápido", revela, un poco apenada. Ella y su marido querían otro hijo, pero no pensaron que llegaría tan rápido.

"No quiero alarmarme ni preocuparme", repite, pero enseguida empieza a llorar.

Píldoras abortivas en auge

La Organización Mundial de la Salud recomienda tomar precauciones a las mujeres embarazadas y explica que la mayoría de las mujeres que viven en las zonas afectadas por el virus darán a luz niños normales. Pero las embarazadas sudamericanas se están enfrentando cara a cara con el miedo.

Las peticiones de píldoras abortivas en algunos países de la región bajo alerta por el virus se han disparado, aumentando del 36% al 108%, según un estudio del New England Journal of Medicine. Se trata de un incremento inédito en comparación con los datos previos a la alerta sobre el virus emitidas por la Organización Panamericana de Salud (OPS).

En muchos de estos países la interrupción del embarazo está extremadamente limitada por la ley, dejando a las mujeres con pocas alternativas.

Una de las opciones que existen para practicar el aborto es Women on Web, una organización no gubernamental que provee medicamentos abortivos fuera de los sistema tradicionales de salud en lugares donde el aborto no es una opción libre. Las solicitudes de píldoras a este sitio se incrementaron significativamente.

En Brasil y Ecuador las solitidudes de píldoras abortivas aumentaron 108%, en comparación a las cifras anteriores a la alerta por el zika. En Venezuela el aumento fue de 93%; Honduras, 76%, Colombia, 39%, mientras que en Costa Rica y El Salvador fue de 36%.

El estudio sugiere que, además de Women on Web, las embarazadas latinoamericanas que desean interrumpir su embarazo por temor al zika podrían estar recurriendo al mercado negro para obtener las píldoras.

Mílitza Zúpan contribuyó con esta historia.

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