Así fue el final de Vencer la Culpa: Manuela vivió un verdadero milagro de amor
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Con Gabriela de la Garza, Claudia Martin, María Sorté y Romina Poza como protagonistas, la telenovela Vencer la Culpa llegó a su gran final. Después de todos los misterios que fueron resolviendo, Manuela, Paloma, Amanda y Yaneli dieron los últimos pasos para saber su destino.
A continuación te presentamos los momentos cumbre del episodio de desenlace.
Manuela se salva de morir en Vencer la Culpa
El pasado no quería dejar en paz a Manuela. Fidelia, quien la acusaba de asesinar a su esposo, se presentó en su vida para vengarse. La villana tomó como rehén a Julieta y amenazó con quitarle la vida. Ahí, la propia Julieta fue la encargada de desmentirla, pues contó que la escuchó confesar que ella fue la verdadera asesina de su marido y que culpó a la psicóloga.
En medio de la tensión, Leandro y Manuela se abalanzaron sobre la atacante para desarmarla. Manuela se unió a él y tras un duro forcejeo la pistola se detonó. Las miradas se llenaron de terror y la angustia recorría cada rostro.
Finalmente, Manuela resultó herida de muerte y traslada de emergencia al hospital, mientras Fidelia era detenida. ¿Pero realmente quién había jalado el gatillo del arma? La respuesta solamente la tenía Leandro.
Sumida en un coma profundo, Manuela luchaba por regresar mientras sus seres queridos la animaban con sus oraciones. Pablo no se apartó de su amada ni un momento a la vez que Julieta rogaba porque pudiera quedarse con ella.
Cuando todas las esperanzas parecían haberse desvanecido, la fe resurgió con más fuerza. Mientras Pablo la veía con mucho amor, ella abrió los ojos para llenar de luz a todos. Contenta por la nueva oportunidad en su vida, Manuela regresó junto a Julieta y su mamá para abrazarlas con todo su amor.
Paloma y Franco no dejaron escapar el amor en Vencer la Culpa
Sus corazones no se dieron por vencidos aunque todo indicaba que terminarían separados. Paloma estaba decidida a emprender un viaje para continuar con su carrera profesional, pero Franco intentaría que sus vidas no se separaran.
Siguiendo el llamado del amor, el publicista corrió con todas las fuerzas al aeropuerto para tratar de alcanzar a su amada. Para su mala suerte, el avión ya había partido con destino a Europa. Sin embargo, una sorpresa lo aguardaba.
Sintiéndose derrotado, Franco escuchó la voz de Paloma muy cerca de él y de inmediato comprobó que no era una alucinación. Ella dio marcha atrás a sus planes por un momento y decidió no abordar el avión para darle una nueva oportunidad al amor.
Así, reemprendieron su aventura juntos y decididos a cumplir sus sueños profesionales y personales de la mano.
Leandro pagó sus maldades en Vencer la Culpa
Él se creía el dueño de todos los destinos y con un poder inalterable. No obstante, todo el castillo que Leandro construyó a base de trampas y engaños se desmoronó en un abrir y cerrar de ojos.
Luego de ser el verdadero responsable del disparo que Manuela recibió, Julieta rechazó irse a vivir con él sabiendo de todo lo que era capaz. Pero ese desdén no sería el único castigo para el abogado.
Su exesposa lo denunció por haberla encerrado en contra de su voluntad en una clínica psiquiátrica. Creyendo que saldría bien librado de las acusaciones, su mamá Amanda se encargó de encararlo por cada una de sus tropelías. Decepcionada se paró frente a él con la policía a su lado para que se llevaran a su hijo.
El abogado terminó sus días en la cárcel sin que nadie pudiera socorrerlo. Además, cargó en su alma la culpa de haberle disparado de Manuela, la mujer que un día dijo amar.
La crueldad de Carmina fue castigada en Vencer la Culpa
Su obsesión por Pablo la llevó a cometer locuras y atentar contra la salud de su propio hijo. Carmina no estaba dispuesta a perder a su exmarido y usó la enfermedad de Pablito para retenerlo a su lado. Así, desobedeció las indicaciones de los doctores y solamente le suministraba un té.
Lamentablemente, el pequeño fue agravando ante la falta de un serio tratamiento médico y fue necesario que su hermana Dulce le donara uno de sus riñones. Sabedor de todo el daño que su propia madre le hizo a su hijo, Pablo decidió que su expareja pagara su crimen.
Con pruebas y testimonios, el empresario denunció a Carmina y logró que fuera encerrada en la cárcel por un par de años.