La fiscalía acusó al expresidente de recibir 35 millones de dólares de la empresa Odebrecht a cambio de adjudicar a la constructora brasileña, señalada por casos similares de corrupción en varios países de América Latina, una licitación pública para construir 404 millas de la llamada carretera Interoceánica, que une Brasil con el sur de Perú.