El 1 de abril entró en vigor una ley en California que ordenaba un aumento al salario mínimo de $20 para trabajadores de comidas rápidas. La medida causó controversia, pues muchos temían una reducción laboral o incluso perder su empleo. Sin embargo, dos análisis financieros sorprenden a economistas, pues se reveló que no hubo un impacto negativo tras esta norma. Un experto explica qué ocurrió. No olvides ver: 7-Eleven cerrará más de 400 tiendas próximamente: estas son las razones.