Un 'Pacto por la Naturaleza', destinado a detener y revertir la pérdida de biodiversidad, comprometerá a los países del G7 a reducir casi a la mitad sus emisiones de carbono para 2030 e incluye el fin de las ayudas gubernamentales a los combustibles fósiles en el extranjero y la eliminación progresiva de automóviles de gasolina y diésel, entre otros.