Érika, de 24 años, cruzó la frontera de EEUU con ocho meses de gestación tras ser detenida por la Patrulla Fronteriza, luego fue trasladada a un hospital de Arizona donde dio a luz, ya que su bebé no tenía líquido y "podía morir". La joven guatemalteca narró en exclusiva la odisea que vivió, pues iba a ser deportada, pero la gobernadora Katie Hobbs intercedió. Puedes ver: El antes y el después de la ‘Puerta 36’, lugar por donde miles de migrantes cruzaban la frontera de EEUU.