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Llegó el Mes de la Herencia Hispana y algunos nos quieren vender hasta "cocteles aztecas"

Como cada año, Estados Unidos celebra la llamada hispanidad con una avalancha de productos muy "latinos".
Opinión
Laura vive en Nueva York. Se siente periodista entre los blogueros; bloguera entre los periodistas y piensa celebrar este mes con un Otoño azteca.
2016-09-20T16:28:14-04:00
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Una oportunidad dorada para vendernos un montón de cosas sin sentido. Crédito: iStock

Un año más, un Mes de la Herencia Hispana más, un mes entero de fiestas, galas y homenajes que si bien para algunos es una época ideal para reflexionar y exaltar su cultura, para los más vivos (léase: políticos, publicistas y mercadólogos) es una oportunidad dorada para vendernos un montón de cosas sin sentido.

Hace rato que vengo documentando en mi blog esta oleada de sinsentidos, pero todo parece indicar que con cada año que pasa las marcas se vuelven cada vez más creativas en su intento por darnos duro y tupido con sus inventos dizque hispanos. Y hay de todo: desde muñequitos y muñequitas “étnicos”, hasta mensajes políticos condescendientes, piñatas, disfraces para perros, cenas de microondas, camisetas del orgullo hispano y — por supuesto — todo tipo de cocktails y otras vainas bebibles y comestibles.

Superlatinos

Entre mis favoritos del 2016 está un pitch que recibí hace unos días de la gente de Diageo, la gigante de licores cuya marca de vodka Ketel One ha decidido celebrar — por razones que sigo sin entender — el mes de la herencia hispana con dos cocteles “bien latinos”: el Ketel One La Libertad (Freedom) y el Aztec Autumm (Otoño azteca), dos delicias refrescantes que prometen desatar la furia hispana en nuestras papilas gustativas.

¿Y qué las hace tan latinas (o hispanas si así lo prefiren)? El Ketel One La Libertad incluye un chorrito de cachaza y licor de plátano, mientras que el Otoño azteca se prepara a base de sandía y lavanda, porque — como todo mundo sabe — los aztecas no podían embarcarse en sus magníficos rituales sin antes echarse un buen vodka perfumado de lavanda, cachaza y un chorrito de sandía.

(Queda todavía por entender cómo una bebida azteca sirve para celebrar la herencia “hispana”, pero supongo que esa es otra historia).

En fin, que estas delicias latinas llegan a tiempo para disfrutarlas con una buena dosis de sarcasmo, porque a estas alturas ya no nos queda de otra. Y es que solo queda prepararnos para más, porque el Mes de la Herencia Hispana apenas comienza.

Y ustedes: ¿ya tienen su bebida hispana favorita? Mándenme comentarios y sugerencias y brindemos por nuestra hispanidad.

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