Enséñale a tu hijo a defenderse con estas cinco herramientas

Cuando mi hijo mayor tenía casi 3 años, en la guardería lo mordieron tres veces en una semana, dos mordidas fueron del mismo niño y la tercera de un compañero diferente. Ahora tiene 9 años y esta semana se quejó de que unos compañeros lo molestan diciendo que está enamorado de una niña y él asegura que no es cierto, lo que acabó en discusión.
Hace unos días mi hija de 5 años se quejó de que un compañero la molesta en el salón cuando está trabajando y en el recreo la persigue.
Lo primero que tuve que aprender es que parte de la convivencia entre niños y niñas se da con ciertas agresiones, ya que los chicos están aprendiendo a manejar sus emociones, algunos tienen más tolerancia que otros a la frustración, pero si a los adultos nos cuesta mucho mantener la calma ante ciertas situaciones, a ellos más.
Así que mientras no puedo controlar lo que otros niños hagan, si puedo enseñarle a mis tres criaturas ciertos métodos de defensa.
1. Espacio Vital (o personal). Enséñale a tus hijos cuál es su espacio vital y cómo protegerlo. Es muy sencillo, dile que estire sus brazos y de una vuelta, ese círculo imaginario es su espacio vital y nadie debe invadirlo.
2. Poder decir No. Es importante que tu hijo pueda decir “No”, “No quiero jugar”, “No me gusta ese juego” “No me molestes”, “No quiero”. Claro, esto implica que a veces a ti te va a decir no a ciertas cosas, algunas pueden ser negociables, otras no, límites físicos. Ya sea su espacio vital invadido o ver correr a otro compañero hacia tu hijo o hija, dile que estire los brazos y diga: no me molestes.
3. Que se sienta escuchado. Es importante que como mamá o papá reconozcas su sentimiento o sus emociones, para que sepa que lo que dice tiene valor.
4. Fortalecer su autoestima. Una buena defensa comienza por saberse seguro de uno mismo, ayúdale a construir una buena imagen propia. Sea niña o niño tu hijo debe saber que es inteligente, que es fuerte, que es valiente, que es gentil. A veces tener que defendernos puede dar mucho miedo, pero sí sabemos que somos valientes es más fácil.
5. Pedir ayuda. Es súper necesario que los niños sepan pedir ayuda cuando sientan que no ya no pueden resolver la situación o simplemente no sepan qué hacer. Y pedir ayuda puede ser decirle a la maestra que alguien lo está molestando o gritar si es necesario.
A ninguna mamá le gusta que agredan o maltraten a sus hijos, pero antes de montar en cólera, es bueno investigar qué pasó, siempre puede haber más de una versión de la misma historia y cuando se trata de niños es mejor no pelearse con la mamá del niño “molestó”, porque no necesariamente es su culpa, simplemente son emociones que no pueden controlar.