"Necesitamos ayuda": Haití sigue sumando muertos, heridos y desplazados por el terremoto
En el hospital semidestruido de Les Cayes, en el suroeste de Haití, más de 250 pacientes esperan bajo un sol abrasador en un patio para ser atendidos por el único médico cirujano, que dice que sus suministros médicos prácticamente se han agotado tras el terremoto que sacudió la isla el sábado y ya suma cientos de heridos y muertos.
La única sala de operaciones es un contenedor de transporte reconvertido. Las grietas en las paredes inhabilitaron dos quirófanos.
Demasiado asustados para volver a sus casas, muchos residentes locales durmieron a la intemperie durante el fin de semana. Mientras, las réplicas seguían sacudiendo a la tercera ciudad provincia más grande de terremoto de magnitud 7.2..
La Dirección de Protección Civil de Haití elevó el lunes a 1,419 el número de muertos a causa del terremoto del sábado, y a 6,000 el de los heridos, muchos de los cuales han tenido que esperar a ser atendidos bajo el abrasador calor o incluso en la pista de un aeropuerto.
Podría haber sido peor, ya que se produjo a las 8:29 am, cuando mucha gente estaba fuera haciendo mercado en las zonas rurales de Haití. Pero ahora los residentes se preparan ante la posibilidad de inundaciones por la llegada de la depresión tropical Grace, cuya trayectoria pasa sobre la zona más afectada por el sismo.
Destruidos, una vez más
El terremoto del sábado también dejó al menos 5,700 heridos, y se estima que otras 30,000 personas han sido desplazadas por la destrucción de sus viviendas. También se vieron afectados hospitales, escuelas, oficinas e iglesias.
Mientras tanto, los trabajadores siguieron el lunes levantando escombros y en busca de sobrevivientes en los edificios derrumbados. Emplean maquinaria pesada, palas y picos.
"Estamos completamente destruidos una vez más", dijo el pastor Serge Azaine quien, como muchos haitianos, se lamentó de la desgracia del país tras el huracán Matthew que azotó el suroeste en 2016, y el terremoto de 2010 que devastó la capital dejando a unas 200,000 personas muertas.
La casa del pastor Azaine y su pequeña iglesia, el Tabernáculo de la Gracia, se derrumbaron y varias personas quedaron heridas. "No hay agua ni comida, la gente se va a morir de hambre", dijo en un mensaje de texto, explicando que él, su familia y algunos feligreses salvaron pocas pertenencias y ahora están en un campo de fútbol cercano, donde duermen.
"Necesitamos su comida, sus oraciones, su dinero, su agua, toda su ayuda", añadió.
"El número de muertos va a ser mucho mayor", dijo el ex primer ministro haitiano Laurent Lamothe. "Todavía hay muchos pueblos costeros a los que los equipos de búsqueda y rescate no han tenido ".
El potente terremoto del sábado es el cuarto que sacude a Haití desde 1751. Esto por su ubicación cerca de la intersección de dos placas tectónicas que forman la corteza terrestre. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), una importante falla entre esas placas, conocida como Jardín de Enriquillo-Plantain, atraviesa la península de Tiburón, al suroeste de Haití.
El terremoto de Haití "se sintió ampliamente en toda la región, incluyendo toda La Española (Haití y República Dominicana) y las islas de Jamaica, Cuba y Puerto Rico, con estimaciones de más de un millón de personas expuestas a niveles de sacudidas muy fuertes o severas," dijo el USGS.
Puente aéreo, carreteras inseguras
Algunos heridos esperan en colchones de espuma un vuelo de socorro en la pista del aeropuerto de Les Cayes. Los trabajadores médicos de toda la región se apresuraron a ayudar cuando los hospitales de Les Cayes empezaron a quedarse sin espacio para realizar cirugías.
Una organización benéfica estadounidense, Healthy Equity International, está trasladando en avionetas y helicópteros de la ONU a los pacientes con peores heridas. Van a la capital, Puerto Príncipe, o al hospital de San Bonifacio, a unas dos horas en coche de Les Cayes.
"Estamos dotando de personal y aumentando nuestra capacidad", dijo Conor Shapiro, presidente de Health Equity International, con sede en Boston. "En Les Cayes están desbordados. Es más de lo que cualquier pueblo debería tener que pasar", dijo a Univision Noticias.
Inobert Pierre, pediatra haitiano del hospital San Bonifacio, visitó el domingo dos centros médicos en Les Cayes, uno con unos 200 pacientes y el otro con unos 90. "Muchos de los pacientes tienen heridas abiertas y han estado expuestos a elementos no muy limpios. Prevemos muchas infecciones", dijo Pierre.
Algunos pacientes son llevados en ambulancia a San Bonifacio para ser operados en ambulancias, pero solo podían transportar a cuatro a la vez.
Las carreteras inseguras de Haití complican las tareas de ayuda, algunas con grandes grietas a causa del terremoto y otras bloqueadas por pandilleros y residentes ansiosos por conseguir sus donaciones.
Ayuda de EEUU
La cadena de suministro de ayuda para el terremoto está empezando a moverse por parte del gobierno de Estados Unidos, Naciones Unidas, y luego grupos privados como Direct Relief, una organización de ayuda humanitaria en California, suministrando hospitales en la zona impactado. Direct Relief dijo a Univision que tiene 6.1 millones de dólares de ayuda por un total de 115.000 libras, están en Haití o se están dirigiendo allí ahora.
Las autoridades locales y los grupos de ayuda esperan intensificar sus esfuerzos esta semana. El Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, ha declarado el estado de emergencia durante un mes para todo el país y ha dicho que los convoyes de primeros auxilios organizados por el gobierno han empezado a trasladar la ayuda a las zonas en las que las ciudades han quedado destruidas y los hospitales están desbordados.
El fin de semana, Estados Unidos envió un equipo de 65 personas, cuatro perros y 52,000 libras de herramientas y equipos para unirse a un equipo de respuesta a la catástrofe de la USAID que ya estaba sobre el terreno. El Comando Sur, el mando militar estadounidense para América Latina y el Caribe, está enviando ocho helicópteros, incluidos tres grandes CH-47 'Chinooks' de transporte.
Tregua
Los funcionarios locales negociaron el fin de semana con las bandas que bloquean las afueras del sur de la capital para permitir el paso de dos convoyes humanitarios al día, según informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. La agencia dijo que la zona ha quedado "prácticamente inaccesible" durante los últimos dos meses debido a los bloqueos de las carreteras y a los problemas de seguridad.
La portavoz de la agencia, Anna Jefferys, dijo que el primer convoy pasó el domingo con personal del gobierno y de la ONU. Añadió que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU planea enviar suministros de alimentos a través de camiones el martes.
No puede llegar lo suficientemente pronto para los damnificados en Les Cayes. Con heridas en el pecho, el abdomen y el brazo tras el derrumbe del techo de la tienda en la que trabajaba, Jennie Auguste estaba tumbada el domingo en un endeble colchón de espuma, esperando un vuelo de socorro en la pista del aeropuerto de Les Cayes.
"No ha habido nada. Ninguna ayuda, nada del gobierno", Bertrande, la hermana de Auguste, dijo a AP.