Pence no aceptó ser parte de un plan para desconocer en el Congreso el triunfo de Biden
El vicepresidente utilizarlo a él para revertir los resultados de las elecciones presidenciales, informaron los abogados de este grupo que, tras el fracaso en atraer al vicepresidente, presentaron una demanda en su contra con la que esperan forzarlo legalmente a hacer lo que le piden: desconocer los resultados certificados de los estados en los que la campaña de Donald Trump asegura sin pruebas que hubo fraude electoral.
El representante de Texas, Louie Gohmert y los electores republicanos de Arizona que habrían representado a Trump en el Colegio Electoral si este hubiera ganado el estado, presentaron una demanda contra Pence este lunes con la que buscaban darle poderes al vicepresidente para determinar qué electores presidenciales contará el Congreso a la hora de certificar los resultados electorales.
Esta iniciativa legal sin precedentes, básicamente le pide a una corte federal de Texas que otorgue al vicepresidente la autoridad para anular los resultados en esos estados clave que ganó Biden el próximo 6 de enero y que el Senado solo cuente a los electores que van a votar por Trump.
El grupo republicano ó antes a Pence buscando su apoyo en este intento legal, pero las conversaciones no llegaron a ningún acuerdo, según revelaron nuevos documentos judiciales hechos públicos este martes, por lo cual se presentó la demanda.
"En la teleconferencia, el abogado de los demandantes hizo un intento significativo de resolver los problemas legales subyacentes mediante un acuerdo, incluido el aviso al abogado del vicepresidente de que los demandantes tenían la intención de buscar una medida cautelar inmediata en caso de que las partes no estuvieran de acuerdo", dijeron los abogados del grupo republicano en una presentación en la que buscaban fijar el fallo del caso para el 4 de enero, apenas dos días antes de la reunión protocolar en el Senado para recibir la certificación de las elecciones.
El caso está en manos del juez Jeremy Kernodle, del distrito este de Texas, quien fue desginado a su cargo por el presidente Trump.
La noche del martes, Kernodle acordó conceder parcialmente una solicitud de establecer un cronograma acelerado y pidió a Pence que emitiera una respuesta a la demanda antes del 31 de diciembre a las 5 pm y que Gohmert emitiera una respuesta a Pence antes del 1 de enero a las 9 am, pero no aceptó celebrar una audiencia y dijo que no se programaría ninguna "sin más aviso del tribunal", informó el medio Politico.
El juez también ordenó a Gohmert y a sus compañeros demandantes que enviaran inmediatamente una copia de la orden a un abogado de Pence, al Departamento de Justicia y al fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Texas.
¿Qué hará Mike Pence ese día?
Esta decisión del vicepresidente Mike Pence, que hasta ahora ha sido uno de los hombres más leales a Trump, marca una clara e importante ruptura con los empeños de su jefe de revertir los resultados electorales a toda costa.
Hasta el momento el vicepresidente no ha hecho ningún comentario sobre qué hará el día de la certificación, que ocurrirá el próximo 6 de enero; pero la pasada semana dijo en un mitin: “Vamos a seguir luchando hasta que se cuente cada voto legal. Vamos a ganar Georgia, vamos a salvar a Estados Unidos”, mientras la multitud gritaba: "Detengan el robo".
Pero el rol de Pence en este proceso es más bien simbólico, como responsable de supervisar la sesión conjunta durante la cual el Congreso certifica al nuevo ocupante de la Casa Blanca.
Este papel se rige por una ley federal de 1887 conocida como Ley de Conteo Electoral, que según los demandantes establece reglas que limitan de manera inconstitucional el poder del vicepresidente para determinar los resultados.
El vicepresidente tampoco ha comentado públicamente sobre los llamados de Trump para revertir los resultados del proceso electoral y quedarse en la Casa Blanca.
Estos esfuerzos, que buscan influir en la certificación final del Colegio Electoral en el Senado, son la última esperanza de Trump y su séquito de algunos asistentes y congresistas republicanos después de sufrir derrota tras derrota en diferentes cortes con demandas y peticiones que buscaban impugnar resultados y que han sido rechazadas, incluso por jueces nombrados en su cargo por el propio Trump.