Trump quiere poner a su aliado Kash Patel frente al FBI: qué puede pasar ahora
El sorpresivo anuncio del presidente electo, Donald Trump, de que nominará a Kash Patel como director del FBI allana el camino a nuevas turbulencias en la agencia que se supone proteja a Estados Unidos e investigue los crímenes federales.
Patel, un aliado de Trump con planes de hacer cambios profundos en esa agencia, tiene un perfil completamente distinto al del actual director, Christopher Wray, quien ha abrazado una consigna de "mantener la calma y trabajar con dureza".
Con su selección, el próximo presidente republicano también parece poner nuevamente a prueba su capacidad para que el Senado haga lo que él quiere al posiblemente confirmar a uno de los nominados más polémicos hasta el momento.
Qué sucederá con el director del FBI si Trump sigue adelante con la nominación de Kash Patel
Wray fue designado director del FBI por Trump en 2017 y técnicamente le restan todavía tres años de un período de 10. Los jefes del FBI suelen pasar una década en el cargo en un esfuerzo para que la agencia federal opere sin interferencias ni presiones políticas.
Los presidentes habitualmente, pero no siempre, mantienen al director que está en funciones cuando asumen el poder. Así lo hizo con Wray el actual presidente, Joe Biden.
Pero también se dan casos en los que se espera que directores del FBI se ciñan a lo que quiere el mandatario. De hecho, Wray fue nominado después de que Trump echó a James Comey, el jefe del FBI que heredó cuando llegó al poder por primera vez.
El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, dijo este domingo que la istración del actual presidente se había "ceñido a la norma de larga data de que los directores del FBI cumplan con su período completo, porque el director del FBI es una figura única en el sistema de gobernanza estadounidense".
Sullivan, en una entrevista con el programa Meet the Press destacó que el propio Trump nombró a Wray y que "Joe Biden no lo despidió. Confió en él para ejecutar las responsabilidades de un director del FBI y le permitió servir durante todo su mandato (...) Así es como abordamos las cosas y nos gustaría garantizar que el FBI siga siendo una institución independiente, aislada de la política".
El anuncio de Trump en la práctica significa que Wray puede renunciar al puesto, como parece ser el deseo de Trump, o esperar a que lo echen cuando Trump asuma en enero. Sea cual sea el escenario, la elección de un sucesor es una indicación clara de que los días de Wray en el cargo están contados. Si Wray se va antes de que Patel sea confirmado, posiblemente se llene la posición de director en funciones con el actual subdirector de la agencia.
En un comunicado, el FBI dijo el sábado que "cada día, los hombres y mujeres del FBI continúan trabajando para proteger a los estadounidenses de una creciente gama de amenazas. El foco del director Wray siguen siendo los hombres y mujeres del FBI, las personas con las que trabajamos y las personas para las que trabajamos".
¿El Senado confirmará a Kash Patel como director del FBI en el nuevo gobierno de Trump?
Puede que los republicanos hayan ganado el control del Senado, pero eso no garantiza la confirmación de Patel.
No hay duda de que a algunos legisladores les gustaría renovar radicalmente al FBI, tal como desea Trump. Particularmente después de las investigaciones federales que resultaron en dos acusaciones en contra del presidente electo y porque comparten la percepción de Trump de que las agencias federales fueron usadas como un "arma" en contra de los conservadores.
Pero Patel posiblemente afronte dudas durante las audiencias de confimación por sus planes de sacar del gobierno a supuestos "conspiradores" en contra de Trump y sus declaraciones de que cerrará las oficinas centrales del FBI y enviará a los trabajadores de la agencia a "cazar criminales" a través del país.
Y si bien Trump puede querer que aliados suyos tomen represalias contra personas que consideran adversarios, esa perspectiva posiblemente se tope con la renuencia de senadores que creen que el FBI y el Departamento de Justicia deben operar libres de cualquier injerencia política y no llevar adelante una agenda persona del presidente.
Pareciendo presagiar la tumultuosa confirmación que se avecina, el senador Chris Coons, demócrata por Delaware, escribió en sus redes sociales este sábado que "Kash Patel será otra prueba al poder del Senado para asesorar y consentir. Patel necesita demostrar al comité Judicial del Senado que tiene la formación apropiada y que, a pesar de sus declaraciones previas, pondrá la seguridad pública nacional por encima de una agenda política centrada en la venganza".
¿Puede Kash Patel hacer lo que ha dicho si llegara a ser confirmado como jefe del FBI?
Patel ha dado polémicas declaraciones sobre sus planes para el gobierno federal, pero buena parte de esas propuestas deben ser acogidas por funcionarios y posiblemente afronten una resistencia significativa de parte de ellos. Su propuesta de reducir el alcance y la autoridad del FBI contrasta fuertemente con la postura que tradicionalmente han adoptado líderes del buró, quienes han pedido más fondos, no menos.
Patel ha hablado de limpiar el gobierno de presuntos "conspiradores" en contra de Trump y de ir "tras personas en los medios que han mentido a los ciudadanos sobre personas que ayudaron a Joe Biden a amañar las elecciones presidenciales". De esto no ha habido evidencia y ha sido desestimado por altos funcionarios del Departamento de Justicia.
De acuerdo con las normas del propio FBI, las investigaciones criminales no pueden sustentarse en especulación ni arbitrariedad, sino que deben tener un propósito autorizado para detectar o interrumpir actividad criminal. Y, si bien es el FBI quien investiga, la responsabilidad de presentar cargos federales o de iniciar una demanda en nombre del gobierno recae en el Departamento de Justicia.
Otra propuesta de Patel de frenar la filtración de información por parte de funcionarios a los medios es una indicación de que quiere que el Departamento de Justicia abandone su actual política de prohibir la incautación de los registros telefónicos de los periodistas en investigaciones que se hayan filtrado a la prensa. Se trata de una política implementada por el fiscal general Merrick Garland tras la polémica que se generó cuando se supo que fiscales federales habían obtenido permiso (subpoenas) para pedir los registros telefónicos de periodistas.
Y sobre lo de cerrar las oficinas centrales del FBI para que sus trabajadores se vayan a las calles a "cazar criminales", no queda claro si fue una declaración exagerada en un intento por ilustrar su enojo con el llamado "Estado profundo" o si realmente llegaría al cargo con el ánimo de poner ese esfuerzo en marcha.
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