Cómo el temor a perder Georgia forzó a Trump a hacer las paces con el gobernador
Apenas principios de agosto, Donald Trump calificaba al gobernador de Georgia, Brian Kemp, como “un gobernador bastante regular” y lo llamaba “pequeño Brian” en una explosión retórica que fue vista con horror por muchos republicanos dentro y fuera del estado, considerado clave en las elecciones de noviembre y en el que Kamala Harris ha descontado la ventaja que el expresidente llevaba cuando Joe Biden era el candidato demócrata.
El expresidente dedicó 10 minutos de un mitin de campaña en Atlanta a criticar Kemp por no apoyar sus falsas teorías de fraude electoral y culpó al gobernador por no impedir que un fiscal de distrito local lo procesara a él y a otros por sus esfuerzos por anular los resultados de las elecciones después de su derrota en 2020.
"Es un mal tipo. Es un tipo desleal. Y es un gobernador muy regular", dijo Trump sobre Kemp, que está en su segundo mandato y ganó la reelección en 2022 después de vencer al rival republicano elegido personalmente por Trump, David Perdue, en las primarias del Partido Republicano.
Trump también criticó a Marty Kemp, que había dicho en abril que escribiría el nombre de su marido en su papeleta de noviembre, algo que algunos operadores republicanos temieron que lo malpusiera con las votantes del estado.
A eso, Kemp respondió con un mensaje en su cuenta en X: "Mi objetivo es ganar este noviembre y salvar a nuestro país de Kamala Harris y los demócratas, no involucrarme en insultos personales mezquinos, atacar a compañeros republicanos o insistir en el pasado. Usted debería hacer lo mismo, señor presidente, y dejar a mi familia fuera de esto".
Pero las cosas han cambiado, al punto que Kemp dijo en una entrevista con Fox News: "Necesitamos enviar a Donald Trump de regreso a la Casa Blanca", ratificando su apoyo a la fórmula republicana. Algo que nunca estuvo en duda, porque, aunque no votó por el hoy candidato presidencial republicano en las primarias de junio, le dio su respaldó una vez obtuvo la nominación.
¿Qué cambió entre Trump y Kemp?
Lo que sí cambió diametralmente fue la posición de Trump, quien, tras la entrevista del gobernador, cambio sus descalificativos por elogios y hasta agradecimiento por "la ayuda y el apoyo" que había recibido de Kemp.
El choque entre ambos líderes republicanos amenazaba con crear una escisión en el Partido Republicano estatal y con potenciales repercusiones en otras contiendas en el país. De allí que algunos pensaran que era necesario una operación de reparación de esa relación urgentemente.
De acuerdo con una nota que publica la agencia de noticias AP, el esfuerzo por hacer las paces entre Trump y Kemp fue una idea puesta en marcha por Lindsey Graham, el senador republicano de Carolina del Sur. Fueron varias semanas de conversaciones con el gobernador y allegados de Trump que finalmente parecen haber dado la razón a Graham quien, asegura que dijo al expresidente: "No vas a ganar Georgia de esta manera”.
Sin embargo, el acercamiento Trump-Kemp puede afectarlo entre independientes y conservadores moderados, que recuerdan cómo en enero de 2021, Trump pidió al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensberger, que “encontrara 11,780 votos” que necesitaba para ganarle a Biden.
Los problemas legales de Trump en Georgia
Esos esfuerzos de Trump por detener el proceso democrático en el estado resultaron en cargos por delitos graves por interferencia electoral contra el expresidente y 17 coacusados, un caso que actualmente espera una decisión sobre esfuerzos republicanos por descalificar a la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis.
Ese se consideraba el caso más grave y comprometedor de los que enfrentaba Trump y que se estancó cuando se descubrió una relación indebida entre Willis y su fiscal principal.
Como en toda operación política, el acercamiento entre Trump y Kemp es una transacción de mutuo beneficio, porque el expresidente puede necesitar el respaldo de la figura republicana más respetada en el estado y su operación en el terreno para la movilización del voto conservador ante lo que promete ser una contienda reñida con Harris.
A su vez, Kemp va a necesitar amigos más allá de las fronteras de Georgia si eventualmente quisiera postularse al Senado, una vez que salga de la gobernación.
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