La inédita declaración de emergencia en la ciudad de EEUU con la mayor cantidad de personas sin hogar
Skid Row es el barrio que ninguna ciudad del mundo quisiera tener.
Está en el centro de Los Ángeles, California, y lo integran varias cuadras en las que deambulan miles de personas sin hogar. Allí se palpa el severo problema de salud pública generado por el consumo de drogas en Estados Unidos.
El elevadísimo costo de vida en una ciudad donde el pago promedio por el alquiler de un apartamento es de 2,700 dólares mensuales, se volvió otra causa de la indigencia.
Este tema fue central en la reñida contienda por la alcaldía angelina, que en noviembre ganó la primera mujer afroamericana: Karen Bass. La excongresista demócrata obtuvo el 54.8% de los votos.
Este lunes, en su primer día al frente del segundo municipio más grande de EEUU, Bass tomó al toro por los cuernos: declaró estado de emergencia por la problemática de los desamparados.
“Este es un asunto de vida o muerte y así lo tratará mi gobierno”, tuiteó la alcaldesa.
Con esta medida, explicó, su oficina tratará de “desbloquear todas las herramientas y autoridades a nuestra disposición” para buscar soluciones de manera urgente.
“Mi declaración de emergencia reconocerá la gravedad de nuestra crisis y abrirá nuevos caminos para maximizar nuestra capacidad de trasladar urgentemente a las personas a una vivienda y hacerlo para siempre”, declaró el domingo, al tomar posesión del cargo.
La tarde de este martes, el Ayuntamiento ratificó dicha estrategia, que planea sumar al gobierno federal.
41,980 personas sin techo
Dos istraciones locales anteriores, también demócratas y que fueron lideradas por descendientes de inmigrantes mexicanos, no pudieron con el enorme paquete.
Esto fue lo que le heredaron: hay 41,980 personas sin hogar en la ciudad, 1.7% más que en 2020.
En el condado son más de 69,000, 4.1% más que hace dos años, según un reporte que en septiembre publicó la Autoridad para los Servicios de Desamparados en Los Ángeles (LAHSA).
Las autoridades celebran que se desaceleró este crecimiento: entre 2018 y 2020, el municipio experimentó un aumento del 32% y el condado del 25.9%, señaló la dependencia.
LAHSA dice que la situación podría empeorar en los próximos meses, ya que las moratorios de desalojos, la ayuda financiera que entregaron la Casa Blanca y el estado, y otras iniciativas, habían aminorado el problema durante la pandemia. Pero varias de esas políticas ya expiraron o están a punto de ello.
“Las protecciones para inquilinos y la asistencia para el alquiler ayudaron a las personas a permanecer en sus hogares”, dijo Molly Rysman, codirectora ejecutiva interina de LAHSA, en un comunicado.
“Pero ahora nuestra comunidad está en una posición precaria. Si estas políticas terminan es muy posible que los futuros conteos de personas sin hogar muestren aumentos significativos. Necesitamos que esas importantes políticas continúen”, pidió el funcionario.
En su juramentación en el cargo, Bass delineó parte de su proyecto: unificar las iniciativas de los cuatro niveles de gobierno y del sector privado, e incluir programas de salud mental y abuso de sustancias.
La alcaldesa invitó a los gobernantes de las otras 87 ciudades que conforman el condado de Los Ángeles a sumarse a su plan. En la práctica, ella necesitará de una amplia coalición de funcionarios y grupos comunitarios para promulgar planes amplios que refuercen los programas de servicios sociales.
“Si nos unimos y nos enfocamos en soluciones en lugar de limitar por jurisdicción; en unirnos en lugar de señalar con el dedo; si solo nos enfocamos en llevar a las personas a un hogar, atender sus necesidades de manera integral y trasladarlas a viviendas permanentes con una forma de pagar sus cuentas de servicios públicos, salvaremos vidas y salvaremos a nuestra ciudad”, dijo Bass el domingo.
Durante los últimos cinco años, las autoridades locales han logrado darles vivienda a 84,000 indigentes, suficientes para llenar cuatro veces el estadio del equipo Los Angeles Football Club (LAFC). Pero eso no fue suficiente.
Esta ciudad se ha visto sacudida por un aumento en la falta de vivienda, delitos violentos posteriores a la pandemia, el deterioro de su infraestructura, la inflación, tensiones raciales y un incremento en muertes por drogas sintéticas, incluyendo las de niños. Son otros retos que le esperan a la nueva alcaldesa.