Por qué activistas temen que en el verano se multiplicarán las muertes de migrantes en la frontera entre EEUU y México
El 11 de marzo ocho migrantes dos inmigrantes muertos y otros 10 en estado grave por sofocación en un vagón de ferrocarril. Y el domingo, una tragedia similar se registró en Eagle , Texas, donde bomberos hallaron el cuerpo de otro inmigrante junto a otros tres que fueron trasladados a un centro médico.
Todavía no llega el verano y las altas temperaturas ya están cobrando las primeras víctimas por el calor en la frontera entre estados Unidos y México. En medio de las tres tragedias, activistas advierten que mientras el sistema y la ley no cambien, los indocumentados seguirán muriéndose en el esfuerzo por alcanzar el sueño americano, un viaje que cada día se convierte en una pesadilla interminable.
“Creo que sí tenemos que señalar a uno (un responsable de esta situación), (sería) al Congreso de Estados Unidos, que no ha articulado una modernización de las leyes de inmigración, que no han modificado de forma significativa las leyes a favor de una inmigración ordenada, que otorgue expectativas ciertas a las poblaciones que tienen ciudadanos que quieren venir a nuestro país y puedan hacerlo de manera ordenada”, dice a Univision Noticias Juan José Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento por los Derechos Plenos en Los Ángeles, California.
“Ahora tienen que arriesgar sus vidas cada vez más por venir. Y cada vez hay más restricciones. Mientras tanto, esta tragedia se viene repitiendo desde hace décadas y nadie repara un sistema roto que genera este tipo de sufrimientos”, agrega.
Fuentes demócratas del Congreso que hablaron con Univision Noticias señalaron que las tragedias que se registraron en la frontera se deben a la “falta de un acuerdo con los republicanos para avanzar en un proceso de discusión seria de reforma migratoria”.
Los republicanos, por su parte, indican que, mientras el gobierno mantenga su política migratoria de fronteras abiertas, “estas tragedias seguirán produciéndose”.
Defensores de los migrantes consideran que en las últimas décadas las medidas de control fronterizo han estado alejando cada vez más a los indocumentados de los puertos de entrada hacia zonas inhóspitas. Y, en muchos casos, cuando suceden tragedias, la ayuda llega demasiado tarde.
“Las medidas que se toman los gobiernos, de uno y otro partido (demócrata y republicano) son para endurecer los caminos de entrada y tener una inmigración ordenada”, precisa Gutiérrez. “Se fuerza a las personas a que tomen medidas cada vez más desperadas para ingresar, como el que vinos en Texas este fin de semana. Nos parte el corazón”.
El activista consideró, además, que “cada año el número de muertes en la frontera se está incrementando y seguirá ocurriendo hasta que el Congreso no asuma la responsabilidad que le corresponda para atender esta crisis. Y también evite dejando todo en manos del presidente, porque el mandatario, sin presupuesto y sin una ley de inmigración moderna, no puede arreglar este problema”.
Univision Noticias preguntó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) sobre los planes activos para evitar este tipo de muertes en la frontera, pero no hubo respuesta inmediata.
Texas también tiene la culpa
Organizaciones proinmigrantes basadas en Texas también culpan al operativo Lone Star lanzado por el gobernador Greg Abbott para frenar la inmigración indocumentada y enfrentarse con la política migratoria del presidente Joe Biden.
“Le daría la responsabilidad de estas muertes (las del fin de semana) al gobernador Abbott y a la operación Lone Star que lanzó hace un par de años”, dice Rogelio Núñez, director ejecutivo de Casa Proyecto Libertad, en Harlingen, sur de Texas.
El activista advierte que las políticas del estado restringen más la entrada al país y han entorpecido programas legales válidos como el asilo. “Y ahora tenemos encima la amenaza de aprobación de dos propuestas en la legislatura estatal, la (iniciativa) HB 20 y la (iniciativa) HB 7”.
“Si pasan, entrenarán a la comunidad civil y le darán la fuerza de arrestar a quienes ellos crean que son ilegales (proyecto de ley HB 20). Y la HB 7 creará tribunales para enjuiciarlos y deportarlos. Son medidas extremas graves cuando podría haber soluciones más humanitarias”, señala.
Núñez dice además que “la inmigración es parte la cultura histórica de Estados Unidos que no se va a detener. Este país siempre va a necesitar trabajadores inmigrantes. Por eso hay que modernizar el sistema”.
Univision Noticias se comunicó con el gobierno de Texas para buscar sus comentarios sobre estos señalamientos, pero no tuve respuesta inmediata.
Sin embargo, la oficina del gobernador de Texas ha responsabilizado con anterioridad la situación actual a lo que denomina la política de 'fronteras abiertas' de Biden.
Abbott, a su vez, es un firme defensor de la ‘tolerancia cero’ del expresidente Donald Trump y cuestiona la política migratoria actual, basada en el respeto al debido proceso autorizado por el Congreso.
El sábado, durante un evento ante el Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Abbott dijo que seguirá adelante con el operativo Lone Star “para aumentar la seguridad a lo largo de la frontera entre Texas y México”, y que los esfuerzos llevados a cabo hasta ahora “están ayudando a frenar el contrabando de drogas y personas, entre otros problemas”.
“Hay muchos responsables”
Para Teodoro Aguiluz, director ejecutivo del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) en Houston, Texas, “en esta tragedia hay una combinación de responsabilidades. Y una de ellas es la política migratoria de Texas, que es demasiado cruel. Pero la situación que está pasando, las muertes de este mes, ya ha ocurrido en otros años, siempre ha habido desgracias y el gobierno federal no hace mucho por evitarlas”.
“Pensamos que mientras no se atiendan las raíces de la inmigración, esto va a continuar. No se están atendiendo las causas que dan origen a lo que sucede en Centroamérica, las causas que motivan la inmigración hacia Estados Unidos”, agrega.
El principal argumento señalado por el gobierno de Biden para detener el flujo de inmigrantes en la frontera sur es identificar las causas que motivan a miles cada día abandonar sus hogares y emprender el peligroso viaje hacia el norte de México y pedir asilo en la frontera sur de estados Unidos.
En este esfuerzo se han invertido cientos de dólares y el pasado 6 de febrero la Casa Blanca anunció otros $950 millones que serán destinados a “comunidades desatendidas donde el financiamiento puede tener los mayores impactos de desarrollo y reducción de la migración”, dijo la oficina de la vicepresidenta Kamala Harris.
Pero Aguiluz dice que la política de Estados Unidos hacia estos países “no se toma en serio, que quedan en el aire y la gente sigue viniendo, sigue huyendo, sigue muriendo”.
También señaló que “los gobiernos de nuestros países tienen mucho que ver en esta tragedia por sus políticas de desatención. Y la gente, al verse en situación de crisis, la única alternativa que tienen es una esperanza nueva dejando todo atrás y viajando hacia el norte en busca de un mejor futuro”.
Un viaje plagado de mentiras
Enrique Morones, director ejecutivo de la organización Los Ángeles de la Frontera, grupo que desde 1996 instala estaciones de agua en el desierto entre los dos países, opina que “hay varios factores” que provocan la muerte de inmigrantes en la frontera.
Por una parte, asegura, “está la información que reciben los migrantes, lo que les dice el pollero (coyote), quien les jura que todo es seguro con ellos, que van a llegar sanos y salvos a su destino, que no se preocupen”.
“Lo que pasa es que, cuando se acercan a la frontera y cruzan, se sorprenden cuando ven a otras personas, cientos como ellos que los hacinan en camiones y vagones de ferrocarril y se asustan. O en botes, como ocurrió hace poco frente a San Diego”.
“Lo que hay que entender es que el migrante viene desesperado, quiere salir de su país porque tiene necesidades y nadie les hace caso. Y al mismo tiempo tienen información incorrecta respecto al viaje y mucha ilusión de cruzar. Y que cuando lo hagan que les ira bien, pero desconocen los peligros, las restricciones y las nuevas políticas en la frontera”.
“Estados Unidos ha manipulado la situación en la frontera. Ya no hay ley que les permita entrar y esperar, y las leyes de asilo no están haciendo caso y las están regulando en extremo”, precisa el activista. “Ellos no saben todo eso, pero le creen al pollero. Todo esto es culpa de todos y es muy triste lo que está pasando. Están jugando con la vida de estas personas”.
“No confíe en el coyote”
A la pregunta qué consejo da a los inmigrantes que están al otro lado de la frontera o aguardan en sus países una oportunidad para hacer el viaje al sur de Estados Unidos, Morones aconseja:
· No confíen en los polleros;
· No se arriesguen cruzando el desierto en el verano, les afectará el calor;
· No se meta dentro de trailers llenos de gente;
· Tampoco se meta en vagones de ferrocarril atestados;
· Si pueden, vayan a un país donde posiblemente les den asilo.
Morones dijo además que “se oye poco de las muertes, pero no se oye nada de los que quedan muy enfermos. Son miles que se quedan abandonados en alguna parte. Por eso, no arriesguen sus vidas en meterse en un camión. Es fácil decirlo, pero yo he visto muchas muertes”.