Bajo Trump los casos acumulados en la Corte de Inmigración aumentaron 137.9%
La cantidad de casos acumulados en la Corte de Inmigración (EOIR) alcanza niveles nunca vistos. Cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, heredó del gobierno de Barack Obama un atasco de 542,411 casos, pero cuatro años más tarde le dejó a Joe Biden un problema de grandes proporciones.
La tercera semana de enero el número de casos acumulados era de 1,290,766 expedientes pendientes de ser resueltos por los jueces de inmigración, un incremento del 137.9%, de acuerdo con datos del Centro de Información y de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, en Nueva York.
La Corte de Inmigración (EOIR) reporta que al término del primer trimestre del año fiscal 2021 (octubre-diciembre de 2020) el número de casos acumulados era de 1,277,152.
La ola no para
Abogados consultados por Univision Noticias dijeron estar alarmados por el problema y advirtieron que la crisis heredada por el gobierno de Joe Biden “es grave”.
“Las demoras impactan en la mayoría de los casos, sobre todo en los que ya llevaban tiempo en la cola y no eran prioritarios para el gobierno”, dice Lilia Velásquez, una abogada de inmigración y profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.
“Estamos viendo cómo la cola sigue aumentando y no baja el número de personas que aguarda que sui caso en el tribunal avance y sea resuelto”, agrega.
Velásquez dice que tiene varios clientes que “llevan tres o cuatro años esperando y todavía no tienen su primera audiencia. No vemos luz al final del túnel porque los casos no están avanzando, sino por el contrario en los últimos cuatro años se han agregado más a la fila”.
El informe
El TRAC señala en el reporte que Trump se marchó de la Casa Blanca dejándole a Biden “casi dos veces y media” el nivel de casos acumulados en la Corte de Inmigración de cuando asumió el cargo “hace apenas cuatro años”.
“Incluso si el nuevo gobierno detuviera la aplicación de la ley de inmigración por completo, aún se necesitaría más que todo el primer mandato del presidente electo Biden en el cargo, asumiendo las tasas de finalización de casos pre-pandémicos, para que se completen los casos que ahora están en la fila”, añade.
El estudio indica además que “la espera promedio para una fecha de audiencia es ahora de 1,642 días o 54 meses”. Y para la mitad de quienes están en la cola “su espera será de al menos 1,425 días o 47 meses”, indica.
“Y para el 5% de los casos que han estado más tiempo en la fila, la espera ahora es de al menos 3,558 días (117 meses); es decir casi diez años”, advierte.
“La pandemia vino a empeorar todo”, dice Velásquez. “Muchos jueces no están trabajando, hay tribunales cerrados por el covid el clima del invierno tampoco ayuda. Y aunque el gobierno ponga más jueces, no creo que la solución llegue pronto. Muchos clientes que han esperado tres o más años por lo menos necesitarán otros dos de cola para que sus casos lleguen a las manos de un juez”, advirtió.
“Tolerancia cero”
La política migratoria de ‘tolerancia cero’ ha sido la principal causa del enorme atasco. “La istración Trump mantuvo un ritmo constante al retratar a la mayoría de los inmigrantes como delincuentes que representan un riesgo para la seguridad pública”, dice el TRAC.
“Casi todos los que se encuentran en el actual atraso de la Corte (98.2%) solo han sido acusados por el gobierno de violaciones puramente migratorias. Y solo el 1.3% de las personas con casos pendientes en la corte involucran una presunta actividad criminal que constituye motivo de deportación según la Ley de Inmigración y Naturalización (INA)”, señala.
El reporte añade que el terrorismo “o algún tipo de cargo de seguridad nacional también son extremadamente raros” entre los procesos que atiende la Corte de Inmigración. “Solo 17 de las 1,290,766 personas en el actual atraso de la corte involucran una presunta violación por terrorismo. Se alega que otros 79 han cometido una violación de la seguridad nacional, como la comisión de actos de tortura o ejecuciones extrajudiciales en el extranjero, la pertenencia a un partido totalitario o el intento de evadir las leyes que prohíben la exportación de productos, tecnología u otra información sensible de Estados Unidos”, explica.
Sistema en crisis
“Es algo exagerado que el gobierno hizo de detener a todo individuo no importando el nivel de delito o falta que haya cometido”, dice Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas (Texas).
“Lo hicieron para mostrar mano dura. Pero con esta estrategia ahogó todo el sistema gubernamental, porque no tenía capacidad para actuar y procesar a estas personas”, indicó.
“Los nuevos factores de discreción influyeron en los casos”, agrego, en referencia a que desde un inicio del anterior gobierno la Casa Blanca decretó que la permanencia indocumentada constituía una amenaza a la seguridad nacional y pública de Estados Unidos.
Barrón dijo además que, “creo que Biden ayudará a encontrar una solución al problema al ampliar la discrecionalidad de los jueces, quienes podrán cerrar casos o, bajo su criterio, otorgar más residencias. Y que los abogados del gobierno también tendrán la facultad de cerrar ciertos casos. Eso ayudará a descongestionar los tribunales de inmigración”.
En similares términos comentó Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix (Arizona). “La cola afecta principalmente los casos viejos que no representaban una prioridad para el gobierno”.
“Ahora le tocará al gobierno de turno reponer el sistema, modernizarlo y hacer que las cosas funcionen”, indicó.
Tiempos de espera
De acuerdo con el informe del TRAC, los tiempos de espera variaron sustancialmente en todo el país debido a la cantidad y complejidad de los casos pendientes en comparación con los jueces disponibles que escuchan casos en cada tribunal.
La Asociación Nacional de Jueces de Inmigración (NAIJ) dice que hay al menos 500 jueces de los 248 que se estima había en enero de 2017.
“Entre los 35 tribunales con al menos 10,000 casos pendientes, el tiempo de espera promedio más largo (2,324 días o un 42% más alto que el promedio nacional) se encontró en el Tribunal de Inmigración de Denver (Colorado), revela el informe.
“En segundo lugar se ubica la Corte de Inmigración de Nueva Orleans (Louisiana), donde los casos pendientes habían estado esperando en promedio 2,120 días. A esto le siguió la Corte de Inmigración de Arlington (Virginia) con un promedio de 1,899 días de espera hasta que se programaron las audiencias”, señala.
El estudio dice además que “actualmente hay personas de más de 200 países con casos pendientes ante la EOIR”. De estos, “casi una cuarta parte son originarios de Guatemala”.
En segundo lugar, se ubican inmigrantes procedentes de Honduras y en tercer lugar de México.