Cómo el regreso de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Trump puede afectar a trabajadores extranjeros y a sus empleadores
Si las advertencias de Donald Trump sobre el regreso de su polìtica migratoria de ‘tolerancia cero’ a partir del 20 de enero de 2025 se hacen realidad, tendrán impactarán no solo a los migrantes, sino a miles de empleadores, quienes deberán sortear desafíos importantes.
Los expertos advierten que no solo deben tenerse en cuenta las amenazas lanzadas en los meses previos a los comicios, sino también el contenido del Proyecto 2025, el plan de casi 900 páginas elaborado por decenas de exfuncionarios del primer gobierno de Trump.
Este proyecto, del que Trump ha tratado de desentenderse, propone establecer un nuevo marco de prioridades para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Sugiere que la atención debe enfocarse en la persecución, arresto y deportación de millones de extranjeros indocumentados, cientos de miles de ellos amparados de la deportación bajo programas humanitarios, como DACA y TPS y, simultáneamente, restringir la inmigración legal e investigar miles de solicitudes de naturalización de extranjeros en busca de fraude.
Ante este escenario, los empleadores deben anticipar cambios significativos en las políticas y procedimientos de inmigración al comenzar la nueva istración Trump.
Qué se puede anticipar para el 2025 en temas migratorios
Si se toma en cuenta el primer mandato y la retórica de campaña, se puede anticipar cambios impactantes a la inmigración relacionada con empleo, incluyendo ambos procesos de visas bajo esta categoría: de no inmigrante y de inmigrante.
Además, el análisis de las advertencias, declaraciones e informes conocidos hasta ahora, permiten visualizar que habría, en enero, una aplicación más estricta de la ley de inmigración, efectuando cambios procedimentales y políticas dirigidas a reducir la dependencia de la mano de obra de los inmigrantes, lo que presentará desafíos a empleadores que dependen de la mano de obra extranjera.
En pocas palabras, los empleadores deben desde ya comenzar a prepararse para estos cambios inminentes y revisar lo actuado durante el primer gobierno, cuando se implementó la ‘tolerancia cero’, y elaborar estrategias para navegar dentro del debido proceso migratorio vigente, pero esta vez con más restricciones.
Tal como ocurrió en su primer mandato, se puede anticipar que la nueva istración Trump implementaría restricciones que complicarán la entrada al país para personas con visas. También se puede anticipar que reintroduciría prohibiciones de viaje para ciertos países (como lo hizo en 2017), particularmente aquellos con poblaciones predominantemente musulmana y procedimientos de revisión de seguridad aún más rigurosos para todo extranjero buscando ingreso al país.
Los anáisis sugieren que los empleadores enfrentarían tiempos de espera más largos para visados de trabajo , al igual que un aumento en el escrutinio de revisión de visas, no solamente con el servicio de inmigración (USCIS, por sus siglas en ingles), sino también con las oficinas consulares del Departamento de Estado (DOS), donde veremos verificaciones exhaustivas de antecedentes penales e inmigratorios para cada solicitud o petición presentada.
Cabe señalar que en la actualidad el servicio de inmigración tiene acumulados más de 9.2 millones de formularios de petición de beneficios, y los tiempos de espera para la resolución de casos no se han reducido, como se esperaba durante el gobierno de Joe Biden.
Prohibiciones de viaje durante el gobierno de Trump
A su vez, los países que anteriormente estuvieron sujetos a prohibiciones de viaje podrían enfrentar restricciones similares a las de 2017, lo que afectaría tanto los viajes por razones de empleo como personales, para trabajadores extranjeros que viven en Estados Unidos.
Durante la primera istración de Trump, su gobierno emitió una orden ejecutiva titulada “Comprar Americano, Contratar Americano” (Executive Order 13788, del 8 de abril de 2017) cuyo objetivo era el de reducir la dependencia de mano de obra extranjera, especialmente de trabajadores calificados como los que tienen una visa H-1B, la visa profesional más utilizada para darle ingreso a profesionales con títulos universitarios.
Es muy posible que una nueva orden parecida sea emitida y que se extienda más allá del programa H-1B. Por lo tanto, empleadores que dependen de talento extranjero pueden enfrentar desafíos al patrocinar trabajadores a través de múltiples programas de visas de empleo, incluyendo las visas tipo L, TN, O-1 y P, entre otras.
En el caso de la visa H-1B, el programa otorga una cuota anual de 65,000 visas a extranjeros profesionales y una cupta adicional de 20,000 para extranjeros graduados con un título de maestría en universidades estadounidenses.
Qué se espera a corto plazo de las políticas migratorias de Trump
De acuerdo con la información disponible hasta ahora, la nueva istración Trump llevaría a cabo evaluaciones más estrictas de las funciones laborales de trabajadores con visas de trabajo, sus calificaciones, el cumplimiento salarial por parte del empleador y, cuando sea aplicable, el reclutamiento justificando que no se pudo encontrar a un residente o ciudadano dispuesto, disponible y calificado para el puesto ofrecido al trabajador extranjero.
Dichas evaluaciones, además, pueden llevar a un aumento de los pedidos de evidencia adicional por parte de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de Estados Unidos (USCIS) para verificar que los puestos ofrecidos bajo visas de no inmigrante califican dentro del marco de ley establecida.
En el caso de visas de inmigrante, es probable que surjan demoras en el proceso de revisión y adjudicación, el cual podría ser más riguroso, resultando en tiempos de espera más largos que los ahora existentes, así como mayor documentación requerida para respaldar solicitudes relacionadas a certificaciones laborales y peticiones y solicitudes de residencia permanente basadas en empleo.
Avisos de cancelación de programas en el gobierno de Trump
Tal como ya hemos reportado, el presidente electo y sus nominados a puestos clave para el manejo del sistema migratorio, han indicado la intención de eliminar muchos de los programas creados por la istración Biden a partir del 20 de enero de 2021.
Han indicado que están dispuestos a poner fin a programas tales como DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), ‘ parole humanitario’ y TPS (Estatus de Protección Temporal), los cuales brindan autorización de trabajo (EAD) a unos 2.2 millones de de ciudadanos extranjeros (1.2 millones de titulares de TPS, 560,000 dreamers bajo DACA y 531 beneficiarios del ‘parole humanitario’).
Estos cambios podrían afectar significativamente a las industrias que dependen de estos trabajadores. Además, la eliminación de los programas DACA y TPS cancelaría a su vez la autorización de trabajo a personas cuya autorización de empleo está ligada a esos programas, lo que podría llevar a una escasez de fuerza laboral en industrias que dependen de estos trabajadores.
También es probable que la nueva istración republicana reanude los esfuerzos para rescindir el programa de EAD para H-4, el cual permite a ciertos cónyuges de titulares de visa H-1B trabajar en Estados Unidos.
Si se rescinde este programa, muchos cónyuges de H-1B perderán su autorización de trabajo, lo que podría reducir los ingresos de la unidad familiar y afectar la satisfacción y retención de los trabajadores H-1B. La pérdida de la autorización de empleo para personas con visas tipo H-4 podría hacer que el empleo en el país sea menos atractivo para trabajadores extranjeros profesionales calificados.
A la lista de preocupaciones hay que agregar, adicionalmente, a empleadores se deberán alistarse para un mayor escrutinio de E-, los formularios I-9 que se utilizan para verificar la autorización de empleo de todo empleado, así como las Solicitudes de Condiciones Laborales (LCAs, por sus siglas en ingles) relacionadas a las visas H-1B y sanciones más severas por incumplimiento.
Incluso se puede anticipar un aumento en las auditorías del Departamento de Trabajo (DOL), USCIS y la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Este escrutinio se extenderá al cumplimiento salarial, verificación de elegibilidad de los empleados y el cumplimiento de los requisitos específicos de visa, lo que conllevará un mayor tiempo de procesamiento, alargando las esperas en la población inmigrante que se verá afectada poir estas nuevas regulaciones.
Recomendaciones
El futuro a corto plazo en materia migratoria es incierto para millones de inmigramtes y también empleadores. Primero, los empleadores deben prepararse para demoras en la incorporación de trabajadores extranjeros, especialmente aquellos de países bajo mayor escrutinio, monitoreando posibles restricciones de viaje.
Deben, además, implementar un plan eficaz de fuerza laboral para gestionar cualquier interrupción causada por demoras debido al aumento de restricciones de entrada.
Adicionalmente, deben reevaluar proactivamente las descripciones de puestos para posiciones temporales y permanentes para asegurar que cumplen con los criterios de ocupaciones especializadas y requisitos de certificación laboral. Es crucial mantener documentación detallada que respalde los niveles salariales y las calificaciones laborales para mitigar pedidos de infomacion adicional y minimizar demoras.
Por su parte, los empleadores deben anticipar tiempos de procesamiento más largos para peticiones de visa tanto de no inmigrante como de inmigrante, y prepararse para posibles interrupciones en la planificación de la fuerza laboral.
Dada las políticas anticipadas por la campaña, empleadores con un alto número de trabajadores extranjeros deben de consultar con asesores en inmigración para mantenerse actualizados sobre los cambios y para formular estrategias de cumplimiento. La previsión será clave para gestionar estos desafíos de manera efectiva.
Es altamente recomendable que todo empleador identifique sus empleados que dependen de programas como DACA, ‘parole humanitario’ y TPS para su autorización de trabajo, y deben explorar alternativas lo antes posible. Las empresas también deben prepararse para la posibilidad de brechas repentinas en la fuerza laboral y desarrollar estrategias de retención para los empleados que se verán afectados por estos cambios.
Lo mismo aplica a empleados con autorizaciones relacionadas a la visa H-4. En ese caso valdría la pena implementar estrategias de retención para mantener a los trabajadores H-1B. La comunicación clara con los empleados afectados será necesaria para mitigar los posibles efectos negativos en la moral y la retención.
Es sumamente recomendable presentar extensiones para peticiones pendientes y considerar la actualización al procesamiento con suficiente anticipación a cualquier cambio istrativo. Además, es fundamental explorar opciones alternativas de inmigración a largo plazo antes de que se realicen ajustes en las políticas. Colaborar con asesores de inmigración calificados será clave para gestionar interrupciones en la fuerza laboral, asegurar el cumplimiento y prepararse para los desafíos que están por venir.
Finalmente, empleadores deben realizar auditorías internas para asegurar que toda la documentación de inmigración, incluyendo E-, formularios I-9, y LCAs, esté completa y actualizada. La capacitación regular para los equipos de recursos humanos sobre prácticas de cumplimiento y estrategias efectivas de retención de documentos ayudará a mitigar el riesgo de sanciones. Los empleadores también deben considerar invertir en tecnología para agilizar el proceso de I-9 y mejorar el cumplimiento general con las regulaciones en evolución.
A medida que la istración de Trump inicia su segundo mandato, los empleadores que dependen del talento extranjero deben anticipar desafíos continuos. Para mantenerse en cumplimiento, las empresas deben seguir de cerca los posibles cambios en las políticas, fortalecer sus prácticas de verificación de elegibilidad de empleo — incluyendo la revisión de los formularios I-9 y E-, y la realización de auditorías internas si no se ha realizado una en el último año — y asegurar un trato equitativo tanto para los trabajadores estadounidenses como para los extranjeros.
Por último, empleadores en industrias con una gran dependencia de trabajadores extranjeros, incluyendo los sectores de mano de obra calificada y no calificada, deben adaptar sus estrategias de reclutamiento para navegar el mayor escrutinio y la aplicación de normas.