Estafadores utilizan número telefónico del gobierno para robar información personal a inmigrantes
Si recibe una llamada telefónica de alguien que se identifica solo como “empleado del servicio de inmigración”, tenga cuidado que se puede tratar de una estafa.
La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) alertó que ha descubierto una nueva modalidad de estafa en la que, desconocidos, “están utilizando el número de teléfono de ayuda del Departamento de Seguridad Nacional (DHS)”.
“Los estafadores se identifican como empleados del servicio de Inmigración, y para ello han alterado su identificador de llamadas (color ID) de modo que parezca que la llamada proviene del número de ayuda del DHS”, explica la agencia.
El número en cuestión es el 1(800) 323-8603.
La USCIS agrega que los estafadores “demandan que la persona provea o verifique información personal de identificación, a menudo diciéndole a ha sido víctima de robo de identidad”.
La estafa surge a 100 días de la instalación del nuevo gobierno y cuando la política de inmigración ha experimentado cambios importantes que tienen en la mira a millones de indocumentados.
“Si usted recibe una llamada en la que se le demanda información o pago, cuelgue inmediatamente”, recomienda la USCIS. Y pide que, una vez cuelgue, “verificar si realmente se trató de una llamada procedente del servicio de inmigración llamando a nuestro Centro Nacional de Ayuda al Cliente al 1(800) 375-5283 y preguntar si necesita hacer algo acerca del estatus de su caso”.
La recomendación va dirigida en particular a los inmigrantes que tienen un caso pendiente con el servicio de inmigración.
La agencia federal también advirtió que dentro del protocolo sus agentes “nunca le amenazarán o le pedirán un pago por teléfono o por medio de correo electrónico”.
“Si necesitamos un pago, le enviaremos una carta con sello oficial solicitándoselo”, puntualizó. “No haga pagos por teléfono a personas que se identifiquen como personal de la USCIS”.
El DHS dijo que está investigando esta nueva modalidad de estafa y recordó al público que DHS OIG nunca usa su línea directa de ayuda a los inmigrantes para ponerse en o con el público.
El pasado 25 de enero el presidente Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas migratorias en las que decretó la presencia indocumentada como una amenaza pública y a la seguridad nacional.
También fijó nuevas prioridades de deportación, acelerar y priorizar los arrestos de individuos con antecedentes criminales, y también las deportaciones.
Si bien hasta el mes de marzo el número de deportados de Trump no superaba las expulsiones ejecutadas por el expresidente Barack Obama en el mismo periodo del año anterior, el discurso antiinmigrante ha puesto a los indocumentados en pie de alerta, un terreno donde la estafa crece alimentada por el miedo.
“La estafa es un problema que existe con demasiada frecuencia en nuestra comunidad inmigrante”, dice Abel Núñez, director ejecutivo del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN). “Usan las llamadas como medio para robar. Y no solo empleando el número del servicio de inmigración, también con el número o a nombre del Servicio de Rentas Internas (IRS)”.
Núñez agregó que “muchas personas no conocen los procesos, no saben cómo operan las agencias federales y caen en la trampa y algunas veces pagan porque se asustan”.
“Que les quede claro que una agencia del gobierno nunca los va a llamar por teléfono para pedirles, por ejemplo, sus datos personales para comprar una tarjeta de regalo (gift card). Cuando se trata de una comunicación oficial durante un caso pendiente, el gobierno le enviara una carta con los sellos oficiales de la agencia”, explicó el dirigente.
“El mejor consejo, si lo llaman y le aparece en el color ID el número de ayuda del DHS, simplemente cuelgue”, concluyó.
