Más allá de las histerectomías… Las otras negligencias que también amenazan la vida de los inmigrantes en cárceles de ICE
Los presuntos procedimientos de extirpación de úteros o de trompas de Falopio en inmigrantes detenidas en una cárcel de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en el condado Irwin (Georgia), no son las únicas negligencias contenidas en una denuncia de 28 páginas entregada por un grupo de organizaciones a la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (IGDHS).
El informe, presentado por la organización Project South junto a otros cuatro grupos defensores de los derechos de los inmigrantes, incluye serias acusaciones de negligencia médica, negativa del personal del centro de detención a realizar pruebas de covid-19 a detenidos expuestos a la enfermedad, destrucción de solicitudes para atención médica y hasta fabricación de registros médicos.
Las irregularidades halladas en el centro fueron corroboradas por la enfermera Dawn Wooten, quien además se convirtió en una denunciante protegida y está siendo representada por el Proyecto de Responsabilidad del Gobierno y el Project South.
La queja también incluye relatos de inmigrantes quienes denuncian malos tratos, amenazas y la utilización de protocolos extremos que aumentan los riesgos de contagios por coronavirus, relatos algunos de los cuales son similares a los reportados por Univision Noticias durante la cobertura de la pandemia.
El centro de detención de ICE en Irwin es istrado por la empresa privada LaSalle Correcciones. La empresa refuta “enérgicamente las acusaciones y de cualquier insinuación de que se procedió indebidamente”, dijo The Associated Press poco después de entregada la denuncia.
Bebiendo del inodoro
Uno de los relatos explica que durante una huelga de hambre en protesta para ser liberados y disminuir el riesgo de contagio por covid-19, detenidos fueron llevados a instalaciones de aislamiento. Un testigo dijo: "Un inmigrante de Burkina Faso hizo una huelga de hambre hace aproximadamente un mes durante tres semanas y, según los informes, perdió mucho peso. A menudo, cuando las personas están en huelga de hambre, el centro cierra su fuente de agua”.
La enfermera Wooten confirmó que se trata de una “práctica común para que ICDC (siglas del centro de detención) cierre el agua para aquellos en huelga de hambre. Declaró además que, debido a esta política, un inmigrante detenido estaba “bebiendo del inodoro. Es lo que le quedaba".
A comienzos de abril, dos semanas después de la declaratoria de la pandemia, Univision Noticias reportó el miedo que ya existía en los centros de detención de ICE y que cientos de inmigrantes clamaban al gobierno utilizar alternativas de detención para ponerlos en libertad y escapar de los contagios.
“Estamos pasando por momentos muy difíciles, con mucho temor, mucha preocupación. Estamos viendo en las noticias lo fuerte que está ocurriendo, lo que está pasando afuera. No tenemos condiciones para enfrentarnos a esto que está pasando”, dijo en aquella ocasión Ana, una mujer de 26 años que llevaba detenida varios meses en el centro de detención Basile ubicado en el sur de Louisiana.
En junio Univision Noticias publicó otro reportaje con audios de inmigrantes detenidos en el Centro de Detención La Palma (Arizona), quienes denunciaron que “todos aquí están con tremendo miedo… Ayer me sacaron (de aislamiento), pero el sábado pasado me dieron unas taquicardias, hermano. Empecé a tocar el botón de la emergencia y la enfermera llegó como a los 40 minutos con un mal carácter. ¿Con tres panes, cómo voy a combatir esta enfermedad?”, preguntó.
No hubo respuestas. Los segundos transcurrieron. En el fondo se escuchaban decenas de voces. “A los que se ponen mal los sacan por helicóptero en la madrugada”, cuenta. “Nos dijeron que teníamos que sacrificarnos porque las cosas estaban mal y teníamos que seguir comiendo esa comida. Y que si no comíamos más pan, que nos comiéramos lo otro (el jamón que lleva dentro)”.
Los relatos de aquellas dos ocasiones muestran los mismos niveles de angustia y denuncian hechos similares a los contenidos en la denuncia presentada ante el IGDHS por el Project South junto al Georgia Detention Watch, el Georgia Latino Alliance for Human Rights y el South Georgia Immigrant Network con el manejo de la pandemia.
Historia de la denuncia
La queja entregada el lunes al IGDHS sobre el mal manejo de la pandemia y otros abusos médicos en centros de detención de ICE no es nueva. Fue el resultado de un seguimiento a un informe entregado por el Project South en mayo de 2017 titulado “Justicia Encarcelada”, y otro entregado hace un par de meses referentes a problemas similares hallados en el Richwood Correctional Center, también operado por LaSalle Correcciones, indica el informe.
“El informe de 2017, que es bastante completo, fue el resultado de una investigación de un año e incluyó una sección completa sobre la atención médica de diez personas en el centro de detención Irwin, incluida la atención reproductiva para mujeres”, dijo a Univision Noticias Azadeh Shahshahani, abogada del Project South. “Es decir, la falta de atención prenatal para las mujeres y otros problemas”.
Meses después y tras la revisión de documentos recopilados por los investigadores, “diría que unos meses durante el verano y después de ponernos en o con la denunciante (la enfermera Wooten), fue entonces cuando decidimos presentar una denuncia ante la oficina del IGDHS incluyendo el tema de las histerectomías”, agregó.
Shahshahani dijo además que “desde que se publicó el informe, más personas se han presentado y también sus abogados, quienes han hablado con periodistas, por lo que esperamos que incluso más personas se hablen ahora. El informe al IGDHS ha abierto una avenida para que la gente denuncie esto”.
A la pregunta respecto a por qué se mantiene en el anonimato a las 17 mujeres que aseguran haber sido sometidas a prácticas de histerectomía y también al resto de inmigrantes que denuncian graves anomalías médicas en el manejo de la pandemia, Shahshahani respondió que “la razón por la que no se nombra a las mujeres en los informes es porque no quieren que enfrenten represalias. Y en términos de evidencia, hemos hablado con las mujeres detenidas y nuestro denunciante (la enfermera Wooten) corroboró las denuncias”.
La abogada dijo además que tras la entrega del informe “varias personas se han presentado, incluso abogados con clientes detenidas en Irwin” con quejas similares.
Una de las 17 mujeres que denuncia haber sido víctima de procedimientos ginecológicos sin conocimiento adecuadamente informado es Pauline Binam, de 30 años y de origen camerunés, quien había el jueves fue puesta en un avión de regreso a su país, pero la deportación fue suspendida a último momento por la intervención de un grupo de representantes demócratas y organizaciones proinmigrantes.
“Estaba a punto de ser deportada, pero hubo una protesta masiva y su deportación se detuvo por ahora”, dijo Shahshahani. “A ella le quitaron las trompas de Falopio” (salpingectomía), confirmó.
ICE dijo a Univision Noticias que la mujer tenía antecedentes por hurto, que iba a ser deportada tras concluir su debido proceso migratorio y que no fue deportada porque la aerolínea “no le permitió” abordar el vuelo”.
En cuanto a la intervención ginecológica practicada en el centro de detención de Irwin, la agencia dijo que no proporciona informes médicos de detenidos y aseguró que “por respeto al proceso de asuntos pendientes ante la IGDHS, no comenta prematuramente sobre las denuncias reportadas” y que, además, “tiene la intención de cooperar plenamente con cualquier investigación resultante”.
Dos días antes la dependencia había dicho que "acusaciones anónimas, no probadas, hechas sin ningún detalle específico que verifique los hechos, deben tratarse con el escepticismo apropiado que merecen”.
“Esto no tiene nombre”
Abogados consultados por Univision Noticias coindicen en que la denuncia hecha por el Project South es “grave” y esperan que los resultados de las investigaciones que llevan a cabo la oficina del IGDHS y el Congreso avancen y entreguen resultados “pronto”.
“Esto, me parece que no existe ya el estado de derecho y que todo el mundo actúa ya ilegalmente”, dice Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California, en San Diego. “El daño en perjuicio de esas personas, de estos inmigrantes, como que ellos no tienen derechos, no tienen protección. Es la idea que tienen de aquellos que los han deshumanizado. Ah, son ilegales, ellos no cuentan como personas”, agrega.
“Es algo que este gobierno es responsable de que se les trate de esta manera a los inmigrantes”, agrega. ”Si estas acusaciones resultan ser verdaderas, pues esto no tiene nombre”.
Velásquez dijo además que “se trata de una situación que duele verlo y preguntarnos hasta donde vamos a llegar, a quien se va a castigar. De haber sido un país que cuidaba a los inmigrantes, ahora somos el peor. Y eso es muy triste. Es la nueva mentalidad y se avalan (los que cometen estos actos) con la manera en que se expresa Trump en contra de los inmigrantes desde cuando dijo que provenían de unos ‘agujeros de mierda’”.
El término lo empleó para referirse a inmigrantes protegidos por un Estatus de Protección Temporal (TPS), entre ellos Honduras, Nicaragua, Haití y El Salvador, entre otros.
Para Receba Sánchez-Roig, quien fungió durante 15 años como fiscal de inmigración en el Departamento de Justicia y ahora ejerce en Miami (Florida), la cárcel de ICE en Irwin “ha tenido varios problemas de negligencia médica en el pasado”. Entre los fallos, cita la no realización de pruebas de covid-19 a los detenidos “y confinamiento junto a otros internos sin saber si tenían el virus”, una de las varias denuncias contenidas en el informe del Project South.
“Los centros de detención privados a menudo hacen lo que desean. De hecho, he experimentado las diferencias de trato entre una instalación de ICE pública y una privada cuando voy a la corte”, agrega. “Aunque ICE siempre explica que ningún tratamiento médico se le hace a un inmigrante sin el consentimiento escrito de los mismos, he visto en muchos casos que el consentimiento está en inglés, los oficiales no les explican lo contenido en el documento a los detenidos y muy a menudo, cuando se supone que debe traducirse al español, la traducción es inferior, resultando en que el individuo no entienda”, apuntó.
En Los Ángeles, California, el Abogado Alex Gálvez dice que el centro de detención de Irwin, en Georgia, “es un lugar donde uno entra no sabiendo cómo va a salir. La vida de indocumentado en ese lugar no tiene el mismo valor que en otro centro de detención de ICE”.