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¿Qué pasará cuando la caravana llegue a la frontera de EEUU tras los cambios migratorios de Trump?

Los expertos recomiendan que, al llegar a la frontera, los migrantes se presenten directamente a las autoridades fronterizas estadounidenses para pedir claramente asilo político. Algunos "pueden estar detenidos durante todo el proceso" y "la mayoría de estas personas no calificarán para la protección de asilo" debido a los cambios implementados por el gobierno.
22 Oct 2018 – 12:18 PM EDT
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Las amenazas lanzadas en los últimos días contra la caravana de migrantes por el presidente lo hicieron la semana pasada en el cruce fronterizo entre Tecún Umán (Guatemala) y Tapachula (México)? ¿Serán arrestados, encarcelados y deportados?

Las dudas crecen con el pasar de las horas. Este lunes, Trump escribió el siguiente mensaje: “Lamentablemente, parece que la policía y los militares de México no pueden detener la Caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Delincuentes y desconocidos de Oriente Medio están mezclados. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que se trata de una Emergencia Nacional. ¡Deben cambiar las leyes!”.


El domingo, el mandatario escribió otra amenaza donde adelanta cuál será su política respecto a la caravana. Explicó:

“Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar el ataque de extranjeros al cruzar nuestra frontera sur. Las personas deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen EEUU los rechazará. ¡Los tribunales están pidiendo a Estados Unidos que hagan cosas que no son factibles!".

El 16 de octubre, Trump anticipó que quienes ingresen ilegalmente al país serán arrestados y detenidos antes de ser deportado a su país, esto como parte de su política de ‘tolerancia cero’.

“¡Cualquier persona que ingrese ilegalmente a los Estados Unidos será arrestada y detenida, antes de ser devuelta a su país!”

Sin garantías

“Con este gobierno de Trump uno nunca sabe qué les va a pasar a estas personas de la caravana si llegan a la frontera sur de nuestro país”, dice Bárbara Hines, exprofesora de la Clínica Legal de la facultad de leyes de la Universidad de Texas, en Austin. “Ojalá que no suceda lo mismo que vimos en México, que la gente forzó la entrada. Lo importante es que todo se haga en orden y con respeto de ambas partes”, agregó.

“Si llegan, igual tienen el derecho de solicitar asilo, pero tengo miedo por toda la retórica de Trump y su política migratoria. Vamos a enfrentar una situación grave en la frontera, eso es seguro”, precisó.

Los temores de Hines, sin embargo, van más allá del derecho a pedir asilo. “No hay garantías de nada porque se trata de una cantidad muy grande de personas que están huyendo. Antes hubo litigio porque los números eran menores, e incluso así los agentes fronterizos le decían a la gente que no había cupo y los migrantes debían esperar turnos en el lado mexicano. Pero ahora con estos miles de refugiados viniendo, uno puede imaginar el caos que van a enfrentar o que vamos a ver”.

Ante un escenario anticipado por los hechos, Hines dice: "Creo que todo es posible, sobre todo la separación de familias. El presidente ha advertido que quiere encarcelar a todas las familias. Tengo miedo de la política migratoria de Trump. Nadie sabe hasta dónde él va a llegar, porque hemos visto que no hay límites en su afán por detener la inmigración indocumentada”.

“Tiempos de extremismo”

Las amenazas de militarizar la frontera también preocupan y, por eso, se teme que una acción de este tipo afecte o frene el debido proceso migratorio.

“El presidente Trump ha dicho que está dispuesto a usar la fuerza militar de Estados Unidos para controlar o poner un alto al flujo de inmigrantes que tienen intenciones de cruzar la frontera norteamericana”, dice Rebeca Sánchez-Roig, una abogada de inmigración que ejerce en Miami, Florida. “Pienso que los inmigrantes de la caravana, con estas advertencias, se están arriesgando a ser detenidos en los centros de detención de inmigración por un período largo y, si tienen hijos, ellos pueden ser detenidos también”, agrega.

Sánchez-Roig, quien fue fiscal de inmigración durante 15 años, dijo además que “tristemente estamos viviendo, en tiempos de extremismo y temor, miedos falsamente impulsados por el gobierno de Trump quien asegura que todos los inmigrantes, principalmente los latinos, son criminales que vienen a hacerle daño a Estados Unidos”.

“Me temo que este extremismo dará lugar a violencia y a la muerte de muchos inmigrantes. También es preocupante la posibilidad de que grupos extremistas de ciudadanos estadounidenses piensen que hay una invasión de ‘criminales’ en el país basándose en los falsos comentarios de Trump, y que intenten defender la frontera ellos mismos, dando de nuevo lugar a la muerte de personas inocentes, sean estos estadounidenses o inmigrantes”, indicó Sánchez-Roig.

En cuanto a las amenazas de Trump de suspender las ayudas a los países de Centroamérica y México, la abogada dijo que “eso puede resultar en la unión de más grupos de ciudadanos de esos países para formar nuevas caravanas”, situación que agravará aún más el éxodo que se está registrando desde hace algún tiempo.

A la pregunta respecto a qué hacer una vez lleguen a la frontera sur entre México y Estados Unidos, Sánchez-Roig recomendó el “presentarse directo a las autoridades fronterizas estadounidenses y pedir claramente asilo político. Es importante que entiendan que pueden estar detenidos durante todo el proceso y que, la mayoría de estas personas no calificarán para la protección de asilo debido a los cambios que el fiscal general Jeff Sessions ha hecho en la ley”.

“Sujetos a deportación expedita”

El proceso de asilo en la frontera puede resultar traumático y los abogados recomiendan estar “debidamente preparados” para garantizar buenos resultados una vez finalice el debido procedimiento.

“El proceso normal indica que estas personas que se presentan al puerto de entrada, sin documentos, están sujetos a deportación expedita, rápida. Les toman fotos, huellas y los deportan con un castigo de no poder regresar en un período de cinco años”, explica Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California, en San Diego.

“La excepción es para aquellos que piden asilo”, agrega. “Es en ese instante, cuando están cruzando, que deben procesarlo. El trámite deben llevarlo a cabo ese mismo día, o bien, el agente le dará una fecha y hora para que se presente nuevamente” debido al atasco por la cantidad de personas que están llegando a la frontera.

Velásquez añade que “lo que es importante es cuando un caso de asilo se inicia en el puerto de entrada, primero lo ve un agente de miedo creíble. Si prueba que el miedo (de que puede perder la vida si lo deportan) es real, su caso es referido a un juez y la persona está oficialmente en un juicio de deportación”.

“Este proceso es obligatorio”, previene. “Ahora, si el agente determina que no hay o no se estableció miedo creíble, de todas maneras, enviará el caso a la corte de inmigración para que sea un juez quien revise los antecedentes, pero con la decisión previa del agente. Aquí aumenta el riesgo de que el asilo sea denegado y la persona siga detenida”.

“El panorama es muy incierto para estas personas”, puntualiza Velásquez. “Lo más importante y difícil es que los refugiados tengan la cantidad de dinero suficiente para pagar la fianza. Y entender que, si no tiene los recursos, serán detenidos por meses o quizás años en algunos casos, porque las cortes de inmigración están atascadas con más de 740,000 casos acumulados”.

La semana pasada Trump usó su cuenta de la red social Twitter para advertir que detendrá “todos los pagos a estos países que parecen no tener casi control sobre su población”. Además, dijo: “En los términos más enérgicos pediré a México que detenga este ataque y si no puede hacerlo, ¡llamaré a los militares de EEUU y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!”.

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