Trump no se conforma con poner obstáculos al asilo e insiste al Congreso que cambie la ley
El presidente Donald Trump celebró este domingo los avances conseguidos en la última semana en la frontera con México, encaminados a revertir la crisis humanitaria que se vive con miles de migrantes que huyeron de sus países (principalmente de El Salvador, Guatemala, Honduras y México) a causa de la violencia y la pobreza, y vienen en busca de asilo.
“Gran progreso en la frontera, ¡pero los demócratas en el Congreso deben cambiar las leyes de inmigración para que todas sean buenas! Poner fin a las lagunas y mucho más”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Los cambios aplaudidos por Trump se implementaron el martes con una regla provisional de asilo que obliga a los migrantes a pedirlo en un tercer país y esperar la respuesta a esa solicitud antes de hacerlo en Estados Unidos.
Activistas mexicanos advirtieron el viernes a Univision Noticias que la medida deja desprotegidos a los miles de refugiados que viajan rumbo al norte, porque no hay garantías de seguridad en México. Además, debido a la acumulación de casos y el poco personal “los casos pueden demorar años”, dijo Soraya Vásquez, de la organización Families Belong Together, en Tijuana.
El objetivo de Trump
El blanco no es sólo contener la actual oleada de migrantes, que en lo que va del año ha establecido récords. Trump busca modificar la totalidad de la Ley de Asilo, vigente desde 1980, y todas aquellas protecciones judiciales adicionales que amparan a los menores del tráfico humano y de los abusos del gobierno.
Entre esas medidas se incluyen el Acuerdo Judicial Flores de 1997 y la Ley TVPRA de 2008, que el gobierno tilda de “lagunas” o “vacíos” legales porque frenan los arrestos y las deportaciones masivas en la frontera, parte esencial de la política de tolerancia cero.
El Acuerdo Flores, entre otras exigencias, prohíbe la privación de libertad de menores después de 20 días de haber sido detenidos en la frontera, ordena habilitar centros de detención adecuados, atención debida por tratarse de menores y garantizar que los detenidos conocerán y ejercerán sus derechos, entre ellos contar con asesoría legal para defender sus casos de asilo en las cortes de inmigración.
A pesar de la vigencia de varios fallos judiciales que obligan al gobierno a cumplir estos acuerdos, las autoridades migratorias continúan implementando restricciones al asilo en la frontera bajo el amparo, esta vez, de una norma temporal adoptada por Trump bajo el argumento de la seguridad nacional.
El congreso no cede
El pedido para eliminar los “vacíos” legales (loopholes) no es nuevo. Trump ha presionado desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 para quitarlos, pero el Congreso, que durante los dos años de su gobierno estuvo controlado por los republicanos, no estuvo de acuerdo con su política.
Pero Trump responsabiliza de su fracaso a los demócratas y en ninguno de sus ataques menciona que la bancada republicana, en ambas cámaras, no consideró -ni tiene en su agenda- incluir sus exigencias.
Para cambiar las denominadas “lagunas” legales, en la Cámara de Representantes se requieren 218 votos y los republicanos solo tienen 198. En el senado se necesitan 60 votos y los republicanos tienen 53.
“Sin acuerdo bipartidista no habrá debate ni voto”, dijo una fuente republicana que pidió no revelar su nombre. “Ha habido diversas conversaciones en torno a proyectos similares, pero no hay posibilidad de un arreglo, porque el presidente ni los demócratas están dispuestos a ceder en sus posturas”, agregó.
Los demócratas insisten en que mientras el presidente siga ignorando la legalización de indocumentados que viven en el país, “no habrá debate ni voto”, precisó a Univision Noticias la oficina de la presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, demócrata por California..
La lista de ataques
La falta de acuerdos entre ambos partidos y la Casa Blanca no solo le atan las manos al gobierno para continuar con su política migratoria, sino que deja a los 11 millones de extranjeros sin estatus legal de permanencia en el limbo, bajo la amenaza constante de redadas y deportaciones.
A su vez, la inacción del Congreso le permite a Trump, a golpe de memorandos y acciones ejecutivas, seguir cambiando la interpretación de la Ley de Asilo para restar oportunidades a miles de refugiados que pidan la protección del gobierno por vías legales disponibles.
“Lo que estamos viendo ahora es que el gobierno, usando otro método, quieren decir que no califican porque pasaron por otro país. Pero la ley dice que no importa cómo llegan a Estados Unidos, igual pueden calificar para pedir asilo”, dice Matt Adams, director legal del Northwest Immigrant Rights Project en Seattle, Washington.
La siguiente es la lista de las medidas que el presidente Trump ha dictado e implementado para restringir la política de asilo en la frontera.
Mira también