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Machismo

La llegada de la primera mujer a una alcaldía de Utah provoca la renuncia de 15 empleados

"Mi religión me enseña que no debo seguir a una mujer en el liderazgo público o familiar", alegó uno de los funcionarios que renunció a su cargo tras la llegada a la alcaldía de Hildale de Donia Jessop. Por primera vez en más de un siglo, una persona que no pertenece a la secta fundamentalista mormona está al frente de la ciudad.
9 Mar 2018 – 03:09 PM EST
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Donia Jessop en una foto de archivo durante la campaña para la alcaldía. Crédito: Rick Bowmer / AP

Donia Jessop lleva tiempo yendo contra corriente. La nueva alcaldesa de Hildale, una ciudad en la frontera entre Utah y Arizona donde hasta ahora ostentaba el poder una secta fundamentalista mormona que ella dejó hace años, se convirtió en noviembre en la primera mujer elegida para ese puesto y también en la primera que no pertenecía a ese grupo religioso que practica la poligamia.

Y eso ha provocado un terremoto político en la alcaldía: seis de los siete trabajadores municipales y nueve de distintos comités de la ciudad renunciaron a sus cargos, y al menos uno de ellos alegó motivos religiosos. Según le confirmó la alcaldesa a la agencia AP, todos los funcionarios que dimitieron pertenecían a la Iglesia fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS, por sus siglas en inglés).

"Llegó el momento en el que tuve que elegir entre mi religión y la participación en el gobierno municipal y elegí mi religión", escribió Jacob N. Jessop, el jefe del comité de servicios públicos en una carta firmada el pasado 25 de enero, el mismo mes en el que la alcaldesa juró su cargo. "Mi religión me enseña que no debo seguir a una mujer en el liderazgo público o familiar", afirmó entonces.

La agencia AP, que también tuvo a la carta de renuncia, indica que Jacob Jessop también alegó que su religión le impedía trabajar con alguien que no es miembro de su iglesia y que debía alejarse de los apóstatas, en referencia a la renuncia a la religión mormona por parte de la alcaldesa.

El exfuncionario que renunció y el marido de la alcaldesa Jessop son familiares lejanos y comparten ese apellido común en la ciudad fronteriza de unas 3,000 personas.

Buena parte del resto de los funcionarios alegaron en sus cartas de renuncia que les habían surgido nuevas oportunidades laborales como motivo para dejar sus puestos.

Fin al control ejercido por más de un siglo

La alcaldesa asegura que les pidió a cada uno de los del consejo municipal que renunciaron que se quedaran, pero dice entender su posición: "Es más fácil lidiar con esto porque no es algo personal, sólo están siguiendo sus creencias", dijo la alcaldesa según el portal KSL.


Hasta la llegada de Jessop al poder municipal, de la iglesia fundamentalista mormona habían estado al frente de Hildale y de la ciudad hermana de Colorado City, en Arizona, por más de 100 años.

Además de la alcaldesa, otros tres del consejo municipal que salieron elegidos de los comicios de noviembre no pertenecían al grupo polígamo, lo que demuestra un cambio demográfico en la zona.

En 2016, un jurado determinó que Hildale y Colorado City violaron los derechos constitucionales de los residentes que no son creyentes mormones de la iglesia fundamentalista al negarles sistemáticamente alojamiento, agua y protección policial.

La alcaldesa Jessop dejó esa secta mormona hace años tras conocerse las denuncias de abusos sexules a Warren Jeffs, el antiguo líder de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días que también fue condenado por arreglar matrimonios entre menores de edad de su secta.

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