Este político piensa que las mujeres son más débiles, menos inteligentes y deben ganar menos

Menos de 24 horas ha tardado el Parlamento Europeo en abrir una investigación contra un eurodiputado que, sin rubor, afirmó en una sesión que "la mujeres deben ganar menos que los hombres" porque "son más débiles, son más pequeñas y son menos inteligentes".
El autor de esta frase es el eurodiputado Janusz Korwin-Mikke, quien para apoyar su conclusión lanzó varias preguntas a sus colegas eurodiputados. "¿Sabe usted qué papel ocupaban las mujeres en las Olimpiadas griegas? La primera mujer, ya se lo digo yo, ocupó el puesto 800. ¿Sabe usted cuántas mujeres hay entre los primeros cien jugadores de ajedrez? Se lo diré: ninguna".
Sus declaraciones se produjeron dentro de un debate en la institución europea sobre la brecha salarias que existe entre hombres y mujeres, que en Europa se sitúa en el 16% de media.
Las palabras machistas de Korwin-Mikke inmediatamente provocaron la repulsa de sus compañeros y quejas por toda Europa. Al poco de pronunciar estas frases, se presentaron varias denuncias en su contra dentro de la institución europea y el presidente de la Eurocámara anunció que se habriría una investigación por sus "comentarios sexistas".
Un pasado de comentarios racistas, machistas y xenófobos
Nacido hace 74 años en Polonia, Korwin-Mikke es bien conocido entre sus colegas europeos por sus declaraciones inapropiadas y racistas. En el pasado, el político de extrema derecha y defensor de la pena de muerte, ha sido sancionado por sus polémicos comentarios.
Llegó al Parlamento Europeo en 2014, luego de conseguir el 7.2% de los votos en su país. Lo más preocupante fue que entre los jóvenes arrasó: un 28.5% de los polacos que tienen entre 18 y 25 años se decantó por él en las urnas.
En junio de 2016, el Parlamento Europeo lo suspendió durante cinco días de su actividad y le retiró sus dietas durante otros 10, lo que supuso para él una pérdida de unos 3,000 euros. La razón de la sanción fue por haber comparado a los inmigrantes que llegan a suelo europeo con "excrementos".
Pero esta no era la primera vez que se destacó por su comportamiento poco ejemplar. En octubre de 2015 no tuvo reparo en entrar al Parlamento levantando su brazo al estilo fascista. El año anterior se despachó afirmando que los jóvenes sin trabajo eran como "negros".
Sus posiciones extremas le han llevado a calificar a los refugiados como "basura humana", a cuestionar las denuncias por violación y a afirmar que las mujeres no deberían tener derecho a votar porque están menos preparadas que los hombres.
Este miércoles, al menos, sus comentarios sobre las mujeres no quedaron sin respuesta. Además de la apertura de una investigación que podría traducirse en sanciones que van "desde una reprimenda a una multa con suspensión temporal", la eurodiputada española Iratxe García, del Partido Socialista, le respondió que "yo aquí vengo a defender a las mujeres europeas de hombres como usted".