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Rafael Caro

Caro Quintero fue traicionado por sus familiares: la caída del último capo de la 'vieja guardia'

Han surgido nuevos detalles de la captura del llamado ‘Narco de Narcos’, quien habría sido delatado por de su familia y de su organización criminal, según un reporte periodístico.
Publicado 25 Jul 2022 – 09:10 PM EDT | Actualizado 25 Jul 2022 – 09:10 PM EDT
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Sabían qué caminos de la sierra recorría el narcotraficante Rafael Caro Quintero para visitar a sus novias, que se transportaba en motos, que lo cuidaban pistoleros que rotaban cada semana y que su vía favorita de escape era correr a cerros donde no pudieran descender helicópteros militares.

Fueron algunos familiares del propio Caro Quintero y de su grupo criminal quienes revelaron esos detalles a un equipo de la DEA que fue formado en 2015 con la única misión de capturar al llamado ‘Narco de Narcos’, de acuerdo con un reporte del diario Washington Post.

Hubo 12 intentos para ponerlo bajo custodia desde que fue liberado de una prisión mexicana en 2013 por una falla procesal. En todos participaron efectivos de la Marina, la única entidad mexicana en la cual confía la DEA. Funcionarios estadounidenses dijeron al mismo medio que filtraciones de oficiales de alto nivel en el gobierno de México habrían ayudado a que Caro Quintero escapara una y otra vez.

“La DEA lo ubicó a través de sus servicios de inteligencia y a través del pago de dinero a informantes, del narcotráfico que operan en la zona de la sierra del ‘Triángulo Dorado’. Porque también hay otra cosa que ite la DEA: recientemente quienes protegían a Caro Quintero le bajaron la seguridad y por eso lo ubicaron”, dijo el periodista y experto en narcotráfico Jesús Esquivel citando fuentes de la agencia antinarcóticos, en una entrevista con el medio Expansión Política.

Hay varios encausamientos por crimen organizado y tráfico de narcóticos en contra de Caro Quintero en cortes federales de EEUU. Pero en el Distrito Central de California radica el caso que significó el derrumbe de su imperio: el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en Guadalajara, México, en 1985.

Se alega que fue una venganza porque Camarena se infiltró en el Cartel de Guadalajara y dirigió el operativo que destruyó un inmenso sembradío de marihuana en Chihuahua. Cinco sicarios, incluyendo un policía, lo interceptaron afuera del consulado de EEUU en Guadalajara cuando se dirigía a un desayuno con su esposa. Lo llevaron a una residencia donde lo interrogaron y golpearon sin piedad, mientras un médico le brindaba asistencia para mantenerlo con vida, describe la acusación.

“El caso de Rafael Caro Quintero es la gran venganza de la DEA por haber asesinado a uno de ellos, por eso lo traían en la mira en tantos años”, explicó Esquivel, autor del libro ‘La CIA, Camarena y Caro Quintero’.

Una vez que el ‘Narco de Narcos’ se volvió un fugitivo, el Departamento de Justicia giró una orden de captura con fines de extradición, alegando que había sido capaz de formar su propia organización con sede en Caborca, en el estado fronterizo de Sonora. También ofreció una recompensa de 20 millones de dólares, la más alta jamás impuesta sobre un narco.

“Una vez que sale de prisión y se va a la sierra, porque a él le gusta vivir en la sierra, el gobierno de Estados Unidos inicia la presión sobre la presidencia de (Enrique) Peña Nieto para la recaptura”, señala Esquivel.

El presidente Andrés Manuel López Obrador negó hace unos días que la DEA haya participado de alguna manera en el operativo de captura, lo cual desmintió lo que aseguraron tanto el procurador general de EEUU Merrick B. Garland, como la titular de la DEA Anne Milgram.

“Nuestro increíble equipo de la DEA en México trabajó junto con las autoridades mexicanas”, describía Milgram en un mensaje dirigido a sus agentes antinarcóticos y que fue retirado de su portal de internet tras las declaraciones de López Obrador.

“La peor pesadilla” de Caro Quintero

El traslado de Caro Quintero a una prisión de EEUU sería el acabose del último capo de la ‘vieja guardia’: sus antiguos socios Ernesto Fonseca y Miguel Ángel Félix Gallardo son ancianos enfermos que cumplen largas condenas por el caso Camarena. Alias ‘Don Neto’, de 91 años, logró que en 2016 lo pusieran bajo custodia domiciliaria. A Félix Gallardo, de 76 años, le negaron ese privilegio y sigue en la cárcel.

Otros narcos de aquella época ni siquiera están vivos: el colombiano Pablo Escobar fue abatido en un enfrentamiento con las autoridades en 1993; Amado Carrillo Fuentes, alias ‘El Señor de los Cielos’ y exjefe del Cartel de Juárez, perdió la vida en una clínica mexicana tratando de cambiar su aspecto en 1997; y Gilberto Rodríguez Orejuela falleció en una prisión de Carolina del Norte hace un mes.

Mientras que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien era un traficante de bajo nivel en la época dorada de Caro Quintero, purga una condena a cadena perpetua en la prisión ADX Florence, en Colorado.

La periodista Anabel Hernández, quien entrevistó a Caro Quintero en 2016 y 2018, dijo a Milenio que la llevaron a la sierra para hablar con el entonces fugitivo más buscado de la DEA.

“Él me recibió ahí en el ‘Triángulo Dorado’, en esa misma zona donde… fue detenido. Fue en ese ‘Triángulo Dorado’ donde siempre se escondió”, indicó la autora del libro ‘Los Señores del Narco’.

Según Hernández, el capo tenía intenciones de entregarse “porque tenía un gravísimo problema de salud con la próstata”, pero no quería que lo enviaran a EEUU.

“Era evidente que para este hombre la peor pesadilla era que fuera detenido de nueva cuenta y extraditado a Estados Unidos”, señaló la periodista al mismo medio.

Frente a una cámara, Caro Quintero insistió que no tuvo participación en la muerte de Camarena, más allá de haber estado en la residencia donde lo tenían cautivo. Le dijo a Hernández que escribía un libro para contar “la verdad de lo que sucedió”, pero no le quiso anticipar un solo detalle. “Lo voy a contar más adelante”, le respondió con una sonrisa, recordó Hernández.

Por lo pronto, un juez federal mexicano le puso un freno a la entrega inmediata del traficante a EEUU, al declararse incompetente para resolver el juicio de amparo, un procedimiento legal que revisa los casos de procesados penalmente en México. Este elemento, sumado a otros que pueda presentar su defensa en las siguientes semanas, podría retrasar su extradición, incluso por meses.

‘El Número Uno’, como también le apodan, se encuentra en la prisión de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, de la cual escapó ‘El Chapo’ por un túnel en 2015. Expertos dudan que tenga el poder para hacer lo mismo. Caro Quintero lo intentó a finales de los años ochenta en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, pero las autoridades descubrieron su plan.

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