El último macho de rinoceronte blanco del norte está muerto: ya solo queda su esperma para salvar a la subespecie
A sus 45 años este martes murió Sudán, el último rinoceronte blanco del norte macho en el mundo. La muerte fue anunciada este martes por sus guardianes después de semanas de luchar contra una infección que deterioraba la salud del animal.
Hacía tiempo que, debido a su avanzada edad, sufría complicaciones de salud que paulatinamente deterioraban su cuerpo. Un tratamiento con antibióticos había parecido ayudar al rinoceronte a recuperarse pero luego su estado continuó agravándose hasta el punto en que el cuerpo veterinario que lo cuidaba, tras 24 horas de empeorar significativamente, decidió practicarle la eutanasia.
Ahora sólo quedan con vida dos hembras de esta subespecie, la hija y nieta del macho muerte, que habitan la misma reserva donde se hallaba Sudán. Estas dos sobrevivientes son incapaces de concebir crías: una de ellas es estéril y la otra “no es físicamente capaz de llevar un ternero a término completo, pero la última palabra para la continuidad de la especie no está dicha.
Científicos conservacionistas a cargo del cuidado de los rinocerontes ya han recolectado el material genético (esperma) tanto del fallecido Sudán como de las dos hembras para poder eventualmente utilizarlos para su reproducción artificial.
Segun Steve Ngulu, veterinario que estuvo a cargo de Sudán, al parecer la única opción que se tiene para tener un bebé rinoceronte blanco puro del norte es recuperar o recolectar óvulos de las hembras (algo que nunca se ha hecho y puede poner en peligro a las únicas hembras de esa especie) y logran su unión de forma asistida con el esperma de Sudán.
Los intentos por rescatar a esta especie llevan tiempo y no ha faltado la creatividad en la apuesta. Hace aproximadamente un año incluso se creó una cuenta en la red social Tinder para recaudar fondos.
Con un perfil chistoso como si buscara pareja, deslizar hacia la derecha permitía hacer una donación para avanzar en el desarrollo de técnicas exitosa que permita su reproducción in vitro.
Sudán no solo fue el último ejemplar macho de su especie sino también es considerado por sus cuidadores un gran embajador para la conservación de su especie. Tras ser rescatado en los años setenta y trasladado a la reserva, este ejemplar ha sido la cara de muchas campañas de concientización para la protección de esta y demás especies de rinocerontes que también peligran.
Richard Vigne, el CEO de la reserva Ol Pejeta a cargo de Sudán y las hembras expresó en comunicado de prensa: “Estamos entristecidos por la muerte de Sudán. Ha sido un gran embajador para su especie y será recordado por el trabajo que hizo a escala global para concientizar sobre el escenario que enfrentan no solo los rinocerontes pero también miles de otras especies que enfrentan la extinción como resultado de las actividades humanas insostenibles. Algún día ojalá su fallecimiento sea visto como un momento seminal para los conservacionistas alrededor del mundo”.