Biden y López Obrador abordan la crisis migratoria en la frontera en una "cordial" conversación telefónica
El presidente de EEUU, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sostuvieron el martes una conversación telefónica en momentos en que un alto número de migrantes venezolanos llegan a la frontera entre México y Estados Unidos.
"Tuvimos una cordial conversación con el presidente Joe Biden sobre migración, seguridad y cooperación para el desarrollo. Me confirmó que visitará México para participar en la Cumbre de América del Norte", que se realizará en diciembre, dijo López Obrador en Twitter sin ofrecer más detalles de la llamada.
México será en diciembre el anfitrión de la Cumbre de Líderes de América del Norte, conocida popularmente como la "cumbre de los tres amigos" y reúne a los presidentes de Canadá, EEUU y México.
La Casa Blanca señaló en un comunicado que los presidentes discutieron "las labores conjuntas de gestión migratoria, incluyendo las acciones para reducir el número de individuos que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, y para expandir los recursos legales como una alternativa a la migración irregular".
Además, trataron cuestiones de cooperación en seguridad, incluyendo los esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de fentanilo y nuevas herramientas legales para perseguir a los traficantes, así como su compromiso de cooperación económica.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, añadió en su cuenta en la red social que “fue una conversación muy afectuosa y cercana”.
La controversia por la política energética
La conversación entre los dos líderes se produce en medio de la controversia por la política energética mexicana en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En julio, EEUU y Canadá presentaron quejas contra la reforma energética de López Obrador con el argumento de que favorece a las empresas mexicanas en detrimento de las extranjeras.
Esas quejas iniciaron un proceso de consultas que podría llevar a que Estados Unidos escale el proceso y pida la intervención de un de controversia dentro del T-MEC.
En el marco de esa proceso, López Obrador dijo la semana pasada que Washington había decidido no seguir con las consultas; pero el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, contradijo este lunes al mandatario mexicano y aseguró que esas consultas siguen en curso.
El programa migratorio para venezolanos
Por otro lado, el gobierno de Biden anunció la semana pasada un nuevo programa que dará estatus legal por dos años a los venezolanos que lleguen por avión; pero llegó a un acuerdo con México para deportar a territorio mexicano a aquellos venezolanos que intenten ingresar a pie por la frontera.
Esa nueva política de expulsiones ya ha empezado a implementarse y está provocando inquietud en localidades fronterizas de México, donde los albergues de migrantes ya están saturados, además de haber pillado por sorpresa a los venezolanos que estaban viajando al norte a través de la peligrosa selva del Darién.
Las expulsiones se están llevando a cabo bajo el Título 42, una normativa de salud pública impuesta al inicio de la pandemia y heredada de la istración del expresidente Donald Trump (2017-2021).
De acuerdo con las restricciones del Título 42, el gobierno de Biden no ite a los venezolanos que crucen la frontera a pie o nadando. Cualquier venezolano que ingrese ilegalmente a México o Panamá también es inelegible para entrar en Estados Unidos según los términos de la nueva oferta.
El gobierno de Biden recurre al Título 42 pese a que había rechazado muchas de las medidas de Trump dirigidas a evitar el flujo de migrantes hacia el país. El gobierno de Biden incluso había concretado un acuerdo para enviar a los venezolanos a México, que ya había aceptado recibir a los migrantes expulsados en virtud del Título 42 que fueran de Guatemala, Honduras o El Salvador.
En tanto, los abogados del Departamento de Justicia continúan con su apelación a una decisión judicial que ha mantenido en vigor el Título 42. Se oponen a los fiscales generales de más de 20 estados, quienes han argumentado que la medida “es la única válvula de seguridad que evita que las desastrosas políticas de control fronterizo de este gobierno se vuelvan una verdadera catástrofe”.
Durante agosto, los venezolanos rebasaron a los guatemaltecos y los hondureños para convertirse en la segunda nacionalidad con más detenciones en la frontera de Estados Unidos, sólo detrás de los mexicanos.