Virginia y Nueva Jersey, el termómetro para medir cómo serán las elecciones de mitad de período del 2022
Este martes 2 de noviembre faltará exactamente un año para los comicios de mitad de período con los que se renovará la configuración del Congreso estadounidense.
Es el mismo día en que los gurús electorales sacarán su bola de cristal para interpretar los resultados que arrojen Virginia y Nueva Jersey, los dos estados que siempre tienen sus elecciones de gobernadores al año siguiente de las presidenciales, en lo que se conoce en el léxico político estadounidense como elecciones 'off year' (literalmete, 'fuera de año') porque no coinciden con los comicios generales.
Terry McAuliffe, quien ahora busca retomar la silla que ocupó entre 2014 y 2018, cuando tuvo que dejarla porque la constitución del estado no permite mandatos consecutivos. Su adversario es el republicano Glenn Youngkin, quien se propone volver a teñir el estado de rojo.
Este año hay que tener en cuenta los cambios que Virginia hizo en su ley electoral para facilitar el voto por correo y anticipado, y ayudar a las personas con discapacidades. La opción ha demostrado ser muy popular entre los votantes.
Desde mediados de septiembre y hasta el domingo 31 de octubre, se habían remitido más de 1,142,000 votos, de acuerdo con datos del Departamento Electoral del estado. Se trata de uno de los períodos de voto anticipado más largos en el país.
“Cuanto más se dé a las urnas, mejor, sin importar a qué partido propicia. Creo que la clase obrera es la principal beneficiada del cambio de políticas para mejorar el a las urnas”, dijo a Univision Noticias Will Ragland, director senior del progresista centro de estudios Center for American Progress Action Fund.
Y aunque las encuestas en el estado muestran una contienda técnicamente empatada entre McAuliffe y Youngkin, Ragland considera que Virginia debe observarse con cuidado a la hora de hacer pronósticos electorales porque “tiene sus propias peculiaridades y recientemente pasó a ser demócrata”.
“En 2017, Ralph Northam (actual gobernador de Virginia) y Ed Gillespie se estaban batiendo en una contienda muy ajustada, de acuerdo con los sondeos una semana antes de las elecciones. Ralph Northam acabó ganando por nueve puntos porcentuales. Por lo tanto, yo miraría con cuidado las encuestas”, señaló Ragland.
El comportamiento histórico de las elecciones a mitad de período
Pero más allá de quién se quede con la silla del gobernador, Virginia y Nueva Jersey son tradicionalmente vistos como barómetros para proyectar los resultados que demócratas y republicanos pueden aspirar a obtener en las elecciones de mitad de período del 2022, para las que el partido gobernante siempre asiste con una desventaja marcada por la historia.
“Habitualmente, el partido que ostenta la presidencia, especialmente en momentos en que la Cámara (de Representantes) y el Senado están liderados por un mismo partido, suele perder terreno”,
Por algún motivo, los ciudadanos suelen confiar su voto a la oposición en los comicios de medio mandato y el partido gobernante casi siempre acaba perdiendo congresistas en la Cámara de Representantes, que, a diferencia del Senado, renueva todos sus escaños en esa cita.
Así ha sido en 17 de las 19 elecciones de este tipo que se han celebrado desde la II Guerra Mundial.
Ese patrón se repite en los comicios a gobernador -la mayoría se dan el mismo año que hay elecciones de medio mandato-. En este caso, el partido del presidente ha visto reducido su número de gobernadores en 16 de las 19 citas a las urnas.
En los últimos tiempos, Virginia y Nueva Jersey han mostrado ser también una antesala a esos comicios con resultados equivalentes.
Después de las elecciones de 2002, en el país había 20 gobernadores que representaban a estados que el partido de la oposición ganó. Actualmente, solo hay diez, de los cuales cuatro son demócratas y seis republicanos.
¿Qué pasa si Biden y los demócratas pierden Virginia?
Este año, la gestión de la pandemia, la de acuerdo con el seguimiento que hace Univision Noticias.
La creciente impopularidad de Biden probablemente ha influido en lo poco que se ha involucrado en las campañas de los candidatos demócratas a la gobernación. En el caso del de Virginia, solo ha aparecido junto a McAuliffe en campaña en dos ocasiones. La última de ellas, el pasado martes.
Si los demócratas pierden Virginia, será la primera vez que eso ocurra luego de los republicanos perdieron el control del estado en 2009 al año siguiente de que Barack Obama se instalara en la Casa Banca.
En 2020 Biden ganó Virginia con 54% de los votos, 10 puntos más que el aspirante a la reelección Donald Trump. Desde la primera elección de Obama, en 2008, ningún demócrata ha perdido en el estado, que hasta entonces era considerado territorio republicano.
En el caso de Nueva Jersey, la última vez que un republicano ganó ese estado en una presidenciales fue George H.W. Bush en las elecciones de 1984. En 2020 Biden se llevó el estado con una diferencia de 16 puntos ante Trump (57% vs. 41%).
Pero cuando se trata de elecciones para gobernador, Nueva Jersey suele tener un comportamiento más pendular y cambia con frecuencia entre republicanos y demócratas. Actualmente el gobernador Phil Murphy, demócrata, busca la reelección ante el republicano Jack Ciattarelli. Las encuestas en el sitio especializado RealClearPolitics dan una cómoda venta a Murphy.
Los resultados que dejen las elecciones de este martes también serán escudriñados por muchos para lanzar teorías y hacer cálculos de cara a las presidenciales de 2024.