Foto de niño sirio ahogado en el Mediterráneo muestra el drama de refugiados en el 2015
Aylan Kurdi tenía tres años de edad cuando encontró la muerte en una playa del Mediterráneo mientras intentaba llegar a Europa huyendo de la guerra en Siria. Su cuerpo sin vida fue retratado a principios de septiembre por la fotógrafa turca Nilufer Demir. Plasmaba en su cámara imágenes de migrantes paquistaníes cerca de la localidad de Bodrum, en el suroeste de Turquía.
La foto dio la vuelta al mundo. Causó “horror” y espantó a millones de personas, pero la crisis no se detuvo. Es más, los pronósticos advierten que en el 2016 entre 3 y 4 millones de migrantes sirios buscarán refugio, un país que hace poco más de cuatro años libra una cruenta guerra civil.
Junto al pequeño Aylan fueron hallados los cuerpos de Galip, su hermano de cinco años, y de Rehan, su padre. Viajaban en una embarcación desde Turquía a Grecia junto a otras 12 personas, entre ellos Abdullah, su padre. El se quedó solo y decidió regresar a Siria porque ya no tenía razones para salvar su vida.
"Asumí el timón, pero las olas eran tan altas que el barco volcó. Abracé a mi mujer y mis niños y me di cuenta de que estaban muertos", dijo en una entrevista con la agencia The Associated Press al día siguiente de la tragedia.
"Mis niños fueron los más bellos y maravillosos del mundo. Lo único que quiero hacer ahora es sentarme en la tumba de mis niños y mi mujer", agregó en medio del llanto.
La familia de Aylan contó que Abdulah y Rehan habían solicitado asilo en Canadá en junio, ya que tenían parientes en el país, pero la petición les fue denegada.
Uno entre millones
La historia del pequeño Aylan es una de tantas que se sucedieron en el 2015, considerada como la mayor oleada de migrantes que se registra en el Medio Oriente y en Europa en décadas. Y fue la gráfica de Nilufer la que le dio rostro a la tragedia.
"Tenía que tomar esa foto y no lo dudé", dijo la fotógrafa. "Lo único que podía hacer era que el mundo escuchara su grito", comentó la fotógrafa.
El grito de Aylan, sin embargo, pasa como un suspiro en un mundo que cada día se divide más en el debate sobre qué hacer con los refugiados.
El pasado 18 de diciembre un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) confirmó un aumento mundial sin precedente de desplazamiento forzado en el primer semestre del año que se marcha, el cual podría superar por primera vez los 60 millones de personas.
El informe advierte, además, que en el 2015 es probable que se superen todos los récords anteriores de desplazamiento forzoso mundial; que en el periodo de enero a junio el número de refugiados superó los 20 millones por primera vez desde 1992, mientras que las solicitudes de asilo (muy cerca de 1 millón) aumentaron un 78% en relación al mismo periodo del año anterior. Y que los desplazados internos llegaron hacia mitad de año a los 34 millones, es decir 2 millones más que en el 2014.
El informe de ACNUR subraya que factores como alrededor de 1 millón de personas que han cruzado el Mediterráneo como refugiados y migrantes en lo que va del año 2015, y los conflictos en Siria así como en otros lugares, continúan generando asombrosos niveles de sufrimiento humano.
"El desplazamiento forzado está afectando profundamente a nuestros tiempos”, Antonio Guterres, director de ACNUR. Agregó que el desplazamiento “toca las vidas de millones de nuestros semejantes -tanto los obligados a huir y los que les proporcionan refugio y protección” (…) ”Nunca ha estado en juego la gran necesidad de tolerancia, compasión y solidaridad con las personas que lo han perdido todo", sostuvo.
Crisis mundial
Más allá de mostrar el drama de la crisis de refugiados en Europa, la fotografía del cuerpo de Aylan también revela las consecuencias grotescas de la guerra en Siria, dicen otros corresponsales gráficos de prensa. Y el hecho que la imagen haya sido tomada en Turquía y no en Siria le dio al conflicto un carácter internacional que nada ni nadie había logrado mostrar.
Nicole Itano, de la organización Salven a los niños y que tiene una pequeña de un año, dijo que su primera reacción fue: “Dios mío, ese pudo ser mi hija, tiene el mismo color de cabello y las piernas rellenitas".
Los medios de comunicación, entre ellos Univision Noticias, se inclinaron por no publicar la fotografía de Aylan tendido en la arena de la playa turca con las olas golpeándole el rostro sin vida. En cambio publicaron la imagen de un rescatista con el cuerpecito en brazos. Ambas imágenes son “horrorosas”, terribles e impactantes. Y ambas permitieron activar un debate que hasta ese entonces se encontraba estancado.
Nadim Houry, director de la organización Human Rights Watch para Medio Oriente y el Norte de África, describió la imagen de Aylan como "estremecedora", y agregó que se convirtió en "la mayor acusación sobre nuestra falla colectiva".
Balance de espantos
Aylan no es el único migrante que ha muerto en el intento por llegar a Europa. En los últimos 12 meses más de 5,000 hombres, mujeres y niños perdieron la vida en busca de protección y una vida mejor. Además, decenas de miles de personas han caído víctimas de la explotación y el abuso por parte de traficantes de personas, y millones se han convertido en chivos expiatorios y en los objetivos de políticas xenófobas y retórica alarmista, se lee en el último informe de la Organización Internacional para las migraciones (OIM), dado a conocer el 18 de diciembre.
Si bien la OIM destaca los esfuerzos internacionales para encarar la crisis, Alemania ha puesto el “dedo en la llaga” al denunciar el esfuerzo de movimientos y partidos de ultraderecha que alientan el odio contra los refugiados, y advierte que están fomentando ataques contra albergues de acogida a peticionarios de asilo.
Una respuesta favorable fue sugerida en septiembre por el Papa Francisco, quien tras la muerte de Aylan exhortó a las parroquias, conventos y monasterios católicos de toda Europa acoger a los refugiados, y al mundo “hacer frente a la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y por el hambre, y quienes recorren un camino hacia una esperanza de vida”.
“El Evangelio nos llama a ser hospitalarios con los más pequeños y los más abandonados, a darles esperanza concreta", dijo el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. No es suficiente decir "ten valor, soporta", agregó.
La otra frontera
La crisis de refugiados no solo impacta al Viejo Continente. En la frontera sur de Estados, en el año fiscal 2014 (del 1 de octubre de 2013 al 30 de septiembre) la Patrulla Fronteriza detuvo a 68,541 niños migrantes solos e indocumentados. En 2013 la cifra alcanzó los 38,759. Y en los primeros dos meses del año fiscal 2016 (octubre-noviembre de 2015) las autoridades reportan la detención 10,588 niños, frente a los 5,129 registrados en los mismos meses durante el año fiscal anterior.
En la víspera de la Navidad el diario The Washington Post reveló que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en ingles) planea, a partir de enero, redadas para arrestar y deportar a cientos, quizás miles de migrantes con orden final de deportación, programa que podría terminar de manera trágica, dijo a Univision Noticias una investigadora que en 2013 advirtió la oleada de niños y adultos centroamericanos que puso en jaque al gobierno del presidente Barak Obama a mediados del 2014.
“Algunos inmigrantes que sean deportados van a ser asesinados”, indicó Elizabeth Kennedy, profesora e investigadora de la Universidad Estatal de San Diego y de la Universidad de California en Santa Bárbara, California. Agregó que funcionarios estadounidenses “entienden” el problema e insistió en que “estas personas son refugiados que necesitan nuestra protección”.
La imagen de Aylan no solo mostró el rostro de la guerra en Siria; también desnudó otros conflictos causados por la violencia de las pandillas, la pobreza y la corrupción.